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El propietario de la planta pesquera Las Bardas de la localidad de Dolavon, Oscar Colman, se manifestó en torno a lo que considera un ardid sindical para paralizarle la empresa e impedir que siga operando en la temporada de langostino.
El empresario reveló que el gremio de la alimentación presionó a quienes abastecían de materia prima a la pesquera bajo la consigna que en Las Bardas habían detectado menores trabajando. Colman rechazó de plano tales acusaciones, y que de las inspecciones obrantes en la cartera laboral provincial no hay ningún caso de ese tipo en los relevamientos realizados.
Considera que fue un ardid para ‘cancelarlo’ y que pierda la temporada, ya que la mayoría de los 80 trabajadores de la planta de Dolavon no aceptaron vincularse al STIA.
Colman relató que hace una semana atrás “entre los atropellos a los que están acostumbrados. Intentaron ingresar a las 6,30 de la mañana del miércoles a la zona de elaborados. El sindicato puede ingresar a realizar un relevamiento, pero no irrumpiendo donde se está haciendo la elaboración y sacar la gente de prepo”, dijo.
“Cuando llego a la planta, me pongo a disposición y les digo que no hay problema en que hagan el relevamiento, pero que no les voy a permitir que quieran entrar en forma intempestiva. La gente fue saliendo, pero la gran mayoría al saber que eran del STIA no aceptaron darle sus datos personales al sindicato; la mayoría ya no quiere saber más nada con el gremio”, contó el empresario sobre cómo se sucedieron los hechos.
En tanto, tras el relevamiento “se firmó el acta y se retiraron. Pero más tarde el STIA en sus redes sociales denunciaron que encontraron irregularidades y menores trabajando, y le meten presión a Food Partners para que no me dé más materia prima”, describió.
“Ante esto fui a la Subsecretaría de Trabajo para volver a ver las actas de la inspección y no hay ningún caso de menores trabajando. Fue toda una burda mentira para atacar a mi empresa y que la empresa que me da la materia prima me deje en abastecer en base a esa grave mentira”, precisó Oscar Colman al apuntar contra el gremio.
El empresario chubutense consideró que “el STIA representa al gremialismo rancio y patotero, y con eso hay que terminar. Con este ardid, de montar una mentira. Nunca hubo menores trabajando. Lo que lograron fue que me dejaran la planta sin poder trabajar. Y la gente que tengo es de Rawson, Trelew y Madryn y todos quieren trabajar por eso no quieren saber nada con el sindicato”, concluyó al hacer público lo acontecido.