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«La situación es muy preocupante hay una cooperativa sospechada de corrupción y la empresa no puede hacerse la distraída”, dijo Leiva
Diego Leiva, estibador portuario y actual Secretario General del Sindicato de Estibadores Unidos de San Julián, denunció públicamente una serie de irregularidades que estarían afectando el proceso de descarga de centolla en el puerto de San Julián donde opera desde hace algunos años la empresa Food Partners Patagonia.
Según el dirigente sindical, las operaciones están siendo realizadas por cooperativa que testaría vinculada a un ex funcionario del Gobierno Provincial, la cual, además de enfrentarse a múltiples denuncias por falta de pago, estaría cometiendo graves irregularidades que pondrían en riesgo tanto la calidad del producto como el cumplimiento de las normativas vigentes.
Leiva, quien cuenta con experiencia en la actividad portuaria ya que viene de familia de estibadores, señaló que en el puerto de San Julián actualmente «no hay güincheros, ni apuntadores, ni personal capacitado para llevar adelante una descarga segura y eficiente». Según su testimonio, los cajones con centolla están siendo descargados de manera desordenada, «tirados en el piso», lo que no solo pone en riesgo la calidad del producto, sino que también incumple las normativas de seguridad laboral y de control aduanero.
Sin controles
Uno de los puntos más preocupantes, según Leiva, es la falta de controles efectivos de Senasa en el puerto. «No sabemos en qué condiciones está ingresando la centolla a San Julián. Los controles son prácticamente inexistentes, lo que abre la puerta a la introducción de productos de dudosa calidad al mercado», explicó el sindicalista. Y amplió: «Este panorama no solo afecta la seguridad alimentaria, sino que también compromete la imagen del producto a nivel internacional, especialmente en mercados tan exigentes como el europeo y el norteamericano».
Leiva denunció además que, a pesar de sus reiteradas solicitudes para poder trabajar en el puerto ya que su sindicato está legalmente conformado, no ha recibido respuestas satisfactorias por parte de las autoridades locales y provinciales. «He mantenido numerosas reuniones con funcionarios de distintos niveles del gobierno, pero cada vez que intento ingresar al puerto se me niega el acceso y mis sospechas de tanta negativa es porque están escondiendo cosas, tirando la basura debajo de la alfombra», dijo, y aseguró. Esta falta de transparencia en los controles podría estar vinculado con una «cadena de complicidad» que, según el sindicalista, busca evitar el pago de impuestos y el cumplimiento de las regulaciones laborales y sanitarias.
Impacto en la actividad pesquera y laboral
El impacto de estas presuntas irregularidades no solo afecta a la calidad de la centolla, sino que también tiene consecuencias directas sobre los trabajadores. Leiva destacó que la cooperativa que controla actualmente el puerto de San Julián está dejando fuera de las operaciones a los «verdaderos estibadores, aquellos que cuentan con la formación y la experiencia necesaria para realizar las tareas de manera segura y eficiente. En cambio, la cooperativa está optando por contratar personal sin la capacitación correspondiente, lo que aumenta los riesgos laborales y reduce la calidad del servicio».
El Secretario General del Sindicato de Estibadores Unidos de San Julián denunció además que la cooperativa que trabaja para Food Partner ha sido señalada en varias ocasiones por falta de pagos a sus trabajadores, lo que ha generado un clima de desconfianza y malestar entre los estibadores. «No solo están perjudicando a los trabajadores, sino también al propio puerto y a la reputación de San Julián como puerto pesquero», afirmó Leiva.
Auditoría en el puerto y en Food Partners
Ante esta situación, Leiva no se anduvo con vueltas y pidió la intervención urgente de las autoridades para garantizar que se cumpla con las normativas de seguridad, laborales y de sanidad del producto. Según Leiva, es necesario realizar una auditoría exhaustiva sobre las operaciones portuarias y las condiciones laborales en San Julián y del producto que ingresa a la planta «porque hay tantas demoras que me han dicho que la centolla entra en las últimas y la modalidad de pesca es centolla fresca pero de fresca ya no tiene nada», insistió.
“Es fundamental que se investigue a fondo lo que está ocurriendo en el puerto y que se aseguren los controles necesarios para proteger tanto a los trabajadores como la calidad del producto, y la empresa Food Prtners tampoco puede hacerse la distraída”, dijo para cerrar.
Mar&Pesca intentó comunicarse con el gerente de Food Partners, Carlos Molina para que nos diera su versión de los hechos pero no hubo respuesta.