Quedó como intendente de Puerto Deseado la concejal que pedía traer a puerto “toda la fauna acompañante de los poteros”

Sitio de Internet – Mar y pesca noticias patagónicas

Se trata de Mónica Vila, la funcionaria que se volvió viral luego de exigir a los buques poteros “traer a puerto toda la fauna acompañante para frenar la depredación en el mar argentino”, ignorando acaso que estas embarcaciones pescan de manera selectiva.

Al haberse resuelto no convocar a nuevas elecciones municipales, Vila que se desempeñaba como presidente del cuerpo deliberativo local pasó a ocupar la intendencia tras la asunción  Gustavo «Kaky» Gonzáles como diputado nacional.

Como se recordará, la solicitud de Vila “para que los poteros traigan toda la fauna acompañante a puerto” fue efectuada en el marco de una visita que el Consejo Federal Pesquero realizó en esta localidad el pasado 5 de marzo.

Durante una reunión con los consejeros Vila se despachó con el singular pedido y fue el propio  subsecretario de Pesca de la Nación, Carlos Liberman, quien en calidad de Presidente del órgano colegiado se tomó varios minutos de su tiempo para explicarle que los buques poteros realizan una pesca selectiva a través de maquinas llamadas poteras y por lo tanto la fauna acompañante en esas embarcaciones es nula.

“Fue un momento muy bochornoso, no sabíamos donde meternos”, relató en su momento a Mar&Pesca una fuente municipal que fue testigo de la reunión.

Luego al hacerse público el pedido, Vila desmintió su fallido y en lugar de mostrarse receptiva al conocimiento, utilizó todo el aparato estatal para realizar una campaña de desprestigio y hostigamiento sin precedentes contra esta cronista, aunque pese al empeño que pusieron para ayudarla en su cometido algunos medios locales cautivos de la pauta oficial, la campaña plagada de bajezas tuvo un vuelo achaparrado: no cruzó más allá de la ruta 281.

“Le queremos decir No es No a la megaminería y a la ley de pesca”

Sitio de Internet – Prensa Obrera

Entrevista a una trabajadora de la pesca.

Desde Prensa Obrera conversamos con una trabajadora de la pesca de Chubut, en el corte realizado el día de hoy sobre la ruta 3, en rechazo a la aprobación de la zonificación minera. Su sindicato se encuentra de paro, en consonancia con la rebelión popular que conmueve a toda la provincia.

¿En qué área trabajás y cuál es tu función dentro de la empresa?

Yo trabajo en una pesquera, se llama La Escalerona, y ahí adentro mi función es trabajar en la parte de envase.

¿Ustedes están en paro desde ayer?

En realidad, hace dos días que ya se decidió -por parte de la empresa- no trabajar y hoy nosotros arrancamos el paro. En sí, hoy fue arrancar el paro indefinido hasta ver la posibilidad de que todo se arregle lo más rápido posible. Siempre tratando de hacer las marchas pacíficas como corresponde, porque acá lo que menos buscamos es conflicto. Sino hacer una marcha y hacer que nuestros gobernantes y nuestro intendente nos escuchen. Que le queremos decir No es No a la megaminería y no a la ley de pesca. Porque convengamos que detrás de esta decisión de darle el sí a la megaminería, también corremos el riesgo de que se dé el sí a la ley de pesca. Cosa que a nosotros nos perjudicaría.

¿Algo más que quieras aportar?

Nada… decir gracias por siempre hacernos el aguante y más ahora en estos momentos donde todo el pueblo tenemos que estar más unidos que nunca.

Chubut. Fuerte rechazo de SOMU, SUPA y SICONARA a la Ley de Zonificación Minera

Sitio de Internet- Pescare – Mar del Plata

Aprobada la Ley de Zonificación Minera, las protestan se hicieron sentir en las calles de Rawson, donde por estas ultimas horas los tres principales sindicatos del sector pesquero iniciaron una cesación de actividades paralizando el puerto y la zafra de langostino.

RAWSON, CHUBUT. Las protestas en rechazo a la aprobación a la Ley de Zonificación Minera, que permite la minería de plata, cobre y plomo en algunas zonas de la provincia de Chubut, continuaron este sábado hasta tomar ribetes inesperados.

Mientras el gobernador de la provincia, Mariano Arcioni aseguró que no dará marcha atrás con la medida, después que el día jueves por la noche ardiera la Casa de Gobierno de Chubut, el Superior Tribunal de Justicia y la Fiscalía con enfrentamientos que dejaron al menos 30 heridos de consideración y mas de 25 demorados; los tres gremios mas importantes del sector pesquero, SUPA, SICONARA y SOMU, mediante un comunicado expresaron su repudio a las medidas, informando estar en contra de la Ley  aprobada el miércoles pasado en la Legislatura.

Expresaron que “ ante los hechos de público conocimiento sobre la aprobación de la megaminería, la cual va a impactar de manera negativa en nuestro principal recurso, que es el agua, nos unimos al reclamo y defensa del recurso mas valioso que poseemos solicitando la inmediata derogación de la Ley de Zonificación Minera sancionada el día miércoles 15 de diciembre por la Legislatura de la Provincia de Chubut. Instamos a todos los trabajadores y empresas del sector, a hacer un cese de actividades por tiempo indeterminado; estamos en estado de alerta y movilización pacíficamente ” manifestaron en el comunicado.

Por otro lado, recordemos, está transitando la zafra de langostino en aguas de jurisdicción provincial, el principal recurso de origen marino, que genera trabajo, valor agregado y mano de obra a un polo pesquero del que se nutren al menos 10.000 personas en forma directa.

Ayer, pudo verse en las calles de Rawson, una ruidosa protesta de los gremios nucleados del sector pesquero, SICONARA, SUPA y SOMU, donde la premisa es “No a la Megaminería” fue extendiéndose a las Plantas de procesado con un rotundo #NOesNO que por horas de la mañana de hoy, #Chubut también era Trending Topic en Twitter, como consecuencia de los disturbios en toda la capital del territorio de la provincia.

Bregamos desde esta columna a que los reclamos sean en paz y que sirvan para el crecimiento y solidificación de la democracia en ese sector del país, donde la provincia, con una fuerte participación del sector pesquero, alcanza a ser la segunda de mayor ingreso por exportaciones de la Argentina.

La Provincia de Santa Cruz prepara tres licitaciones para desarrollar los puertos

Sitio de Internet – Nuestro Mar – Bs. As.

Punta Quilla licita la adquisición de una grúa por $ 54 millones, refacción de muelles 1 y 2 en Puerto Deseado por $ 80 millones y planta de ósmosis inversa en Caleta Paula por $ 90 millones. El lineamiento político apunta al sostenimiento y la generación de trabajo.

Luego de la apertura de sobres de licitación para obras de reconstrucción del muelle tres en Puerto Deseado, el Gobierno de la provincia de Santa Cruz prepara una nueva serie de inversiones para el desarrollo de las terminales marítimas de la provincia.

Con la misión de robustecer los servicios en los puertos provinciales, el Gobierno gestiona nuevas inversiones con el Ministerio de Transporte de la Nación.

Así, se lanzó el llamado a licitación para el 14 de enero para adquisición de una grúa de 90 toneladas para Punta Quilla; “el puerto se maneja con máquinas propias, eso significa una mejora en la prestación de los servicios que elija el puerto para trabajar”, precisó el funcionario provincial a La Opinión Austral. Contabiliza una inversión de $ 54 millones.

Punta Quilla, Caleta Paula, Puerto Deseado y San Julián son las terminales provinciales.

Asimismo, en la segunda quincena o fines de enero se llamará a licitación para la refacción del sistema de defensas de los sitios 1 y 2 de Puerto Deseado por $ 80 millones. La reciente apertura de sobres fue para los sitios 3 y 6.

Otra de las inversiones estatales que se avecinan es la de la pronta adjudicación para la construcción de la planta de ósmosis inversa para Caleta Paula. “El objetivo es la propia provisión de agua en el puerto, teniendo en cuenta que prontamente estará la Zona Franca Industrial”. Demandará un desembolso estatal de $ 90 millones aproximadamente.

En sus declaraciones, Gordillo puso en valor el “esfuerzo que se realiza desde el Gobierno Nacional, en articulación con el Provincial, ya que se apuesta a una política pública que busca tener los puertos operativos las 24 horas y se trata de grandes inversiones económicas y técnicas”.

¿Por qué debe crecer la actividad portuaria?, indagó La Opinión Austral. Marcelo Gordillo indicó: “El principal pedido que realizaron la gobernadora Alicia Kirchner y la ministra Silvina Córdoba es el sostenimiento de los puestos de trabajo, pero también tenemos que fortalecer esta actividad económica virtuosa para seguir creciendo”, analizó.

Así, posó su mirada en lo que sucede en Caleta Paula. “Caleta Olivia es una localidad petrolera, pero trabajamos para crear más fuentes laborales; existe un astillero en el que se realizan todas las reparaciones de los buques y hoy existe una gran mano de obra joven”, destacó.

Más adelante, el funcionario también destacó lo sucedido en Puerto San Julián. “Ese puerto estuvo mucho tiempo sin actividad, hoy está operando con la centolla y casi tres meses por año está con actividad, además de dar movimiento a una planta de proceso de alimentos”.

Provincia marcó que el desembarco pesquero en el presente año “fue muy bueno”, a pesar de las vicisitudes que impuso la pandemia. Pero la estrategia es potenciar no sólo el sector pesquero, sino “vincular otras actividades que se puedan desarrollar en cada puerto según la particularidad que presenta cada uno, para eso es necesario incentivar inversiones para ser más competitivos”.

De esta manera, el programa político estatal apuesta a la “proyección productiva y comercial para 2022 de los puertos” y “el desarrollo y la dinámica de los puertos”, aspectos claves para potenciar Santa Cruz. “Seguimos trabajando como eje fundamental de nuestra gestión”, destacó. (LA OPINION AUSTRAL) #NUESTROMAR

Pesca ilegal: economía y política

Sitio de Internet – El Economista – Bs.As.

La presencia británica en el Atlántico sudoccidental es el principal motivo de interés creciente de la pesca extranjera sin control en sus aguas

 La pesca ilegal en el Atlántico Sur.

Como todos los años, la flota china, española, coreana y taiwanesa ha vuelto al Atlántico Sur a llevarse en alta mar los recursos pesqueros migratorios originarios de la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA).

Si bien parece el problema principal que ocurre en el Atlántico, no lo es. Hay varios problemas significativos que están interrelacionados. El primero, que da lugar a los restantes, es la ocupación británica de 1.639.900 km2 de territorio marítimo argentino y, con motivo de ello (fuera de las connotaciones soberanas), la extracción anual de 250.000 toneladas de recursos pesqueros argentinos por parte de buques extranjeros licenciados ilegalmente por Gran Bretaña, contrario a lo establecido en la Res. 31/49 de las Naciones Unidas. 

Ello provoca varios efectos: la internacionalización del Atlántico; el desequilibrio del ecosistema; la quita de recursos pesqueros y económicos a un país emergente como Argentina y la competencia desleal en el mercado internacional, en especial en la comercialización española en la Unión Europea.

La presencia británica en el Atlántico sudoccidental, al margen de quebrantar la Zona de Paz y Cooperación de los países africanos occidentales y americanos orientales que lindan con éste, es el principal motivo de interés creciente de la pesca extranjera sin control en sus aguas, por motivos económicos y geopolíticos, en especial, cuando se trata de las flotas chinas y rusas. El segundo, es la internacionalización del Atlántico y la extracción de recursos en forma ilegal. 

Entre 300 y 350 buques extranjeros extraen ilegalmente unas 750.000 toneladas de recursos pesqueros, en su gran mayoría, originarios de la ZEEA. Y, si bien, por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar), esta pesca es libre para los Estados de Bandera, debe considerarse ilegal, porque se realiza sin control de ninguna naturaleza, tanto en los aspectos relativos a la sostenibilidad, como los biológicos, operativos, extractivos o de comercialización y, sin una clara determinación de origen y trazabilidad.

En ese sentido, el destino de las materias primas son los países de los buques pesqueros o a Unión Europea, previo blanqueo del origen a través de puertos, como es el caso de Montevideo. Por cierto, no es de esperar que esta situación se modifique a corto plazo si se siguen utilizando las ineficaces herramientas actuales, ya que los países que pescan a distancia (China, la Unión Europea, en especial España, Corea, Taiwán, etcétera) no reducirán esta pesca cuando la están subsidiando. 

Es obvio que esta pesca en alta mar, sin acuerdo con los países ribereños, genere un desequilibrio en el ecosistema del Atlántico sudoccidental afectando gravemente la sostenibilidad de los recursos, por cuanto, mientras Argentina determina anualmente las “Capturas Máximas Sostenibles”, establece cuotas de captura en base a ellas y efectúa un control de la flota nacional en la ZEEA, no ocurre lo mismo en alta mar donde, como dije, la flota extranjera pescan en forma creciente sin prácticas sostenibles. 

Incluso eventuales disminución de barcos no reducirán el esfuerzo, porque se incorporan buques más eficientes en las capturas. 

En tercer lugar, los objetivos previstos en la Convemar respecto a la sostenibilidad de los recursos pesqueros no se compadecen con las reglas que se establecen en ella y, entiendo, como muy favorables a los Estados de Bandera las regulaciones que contiene, que dan lugar al poco interés de estos de regular con los Estados ribereños las capturas en alta mar. 

Ya me he referido que mientras Argentina tiene importantes obligaciones respecto a la conservación de sus recursos en la ZEEA, los Estados que pescan en alta mar lo hacen en forma libre y sin control externo. Ello sólo es una insensatez biológica sin rigor científico alguno. 

En cuarto lugar, la pesca en alta mar sin acuerdo con los países ribereños provoca una distorsión en los mercados, ya que la extracción de los recursos pesqueros de los citados buques extranjeros sin impuesto alguno, subsidiados y en algunos casos con “trabajo esclavo”, generan una competencia desleal con los países emergentes, cuyas empresas afrontan no solo los costos internos impositivos y laborales, sino también los aranceles de importación de los propios países que pescan en el Atlántico Sur. 

Este hecho, no solo es de carácter comercial, sino que afecta las economías de los pueblos y ciudades pesqueras del litoral marítimo.

En quinto lugar, esto se ve facilitado por el apoyo logístico que le prestan los puertos de Uruguay a la Pesca Ilegal, tanto la proveniente del área de Malvinas como de alta mar que transita libremente por la Zona Común de Pesca, resultante del Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo, firmado en 1973/4. En este escenario, no pueden esperarse mayores sorpresas. 

Los países desarrollados requieren cantidades crecientes de proteína por satisfacer las necesidades alimenticias de sus poblaciones y, en lugar de concertar un intercambio adecuado con los países ribereños que disponen de las materias primas, van por ellas ya no invadiendo sus territorios como antaño, sino apropiándose de los recursos. 

Un ejemplo de ello es China. No solo opera subsidiada, sino que reduce sus costos al extremo utilizando, incluso, mano de obra esclava. El modelo que utilizan las flotas que pescan a distancia es altamente prepotente, donde subyace la presión hacia los Estados ribereños, donde sus economías son dependientes de los países que pescan a distancia. 

Sorprende sí, que los países de Suramérica, entre ellos Argentina, no hayan generado mecanismos para reducir la expoliación de sus recursos migratorios. Ya me referí a que las capturas de las ZEE y en alta mar deben abordarse en forma integral, como bien refiere la FAO, ya que una u otra pesca indiscriminada afecta al conjunto del ecosistema rompiendo el ciclo biológico de las especies migratorias, su desarrollo y reproducción. 

Accesoriamente a ello, las capturas sin control en alta mar no permiten disponer de estadísticas de los descartes por pesca incidental o no comercial pero, si traspolamos datos conocidos en la ZEEA, podríamos inferir que estos descartes alcanzan al 30% de las capturas, razón por la cual, podríamos estimar en 300.000 toneladas/año los descartes anuales. 

Volumen que le permitía a Argentina disponer de raciones proteicas diarias para 3 millones de niños y adolescentes los 365 días al año. Por cierto, un desaprovechamiento inadmisible, frente al hambre y pobreza mundial.

Hay, además, una contaminación del medio marino por el descarte de residuos no orgánicos. Los países que pescan a distancia no están preocupados por lo que pasa fuera de sus jurisdicciones y por el contrario subsidian estas actividades. Ello favorece la práctica ilegal que se realiza en alta mar. La falta de control podría además favorecer el trabajo esclavo a bordo; las prácticas relativas al narcotráfico; la evasión fiscal y tareas ajenas a la explotación pesquera de los buques extranjeros. Sin embargo, la Convemar solo autoriza la aplicación de penas de prisión y confiscación de los buques a los países titulares de estos. 

Ello ha llevado a muchos países y comunidades a empiecen a analizar la aplicación de sanciones penales. No hay una sola solución al problema, sino varias herramientas que deben converger en forma simultánea con la participación de todos los Estados ribereños, en especial los de Suramérica (Brasil, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Argentina, etcétera), ya que este no es solo un problema del Atlántico sino también del Pacífico. 

Sintéticamente, menciono alguno de los temas sobre los que he trabajado en profundidad, donde los Estados ribereños deberían actuar en forma mancomunada: a) obtener el reconocimiento de los derechos en alta mar sobre los recursos migratorios originarios de las ZEE; b) actuar ante la OMC para eliminar los subsidios a la pesca a distancia o fuera de las jurisdicciones; c) propiciar que el origen y la trazabilidad y su correspondiente certificación debería estar en manos de los Estados ribereños para garantizar la sostenibilidad del conjunto del ecosistema (ZEE-alta mar); d) acordar que los puertos suramericanos no presten ningún apoyo logístico a los buques que pesquen en alta mar sin acuerdo del Estado ribereño; e) establecer que los observadores a bordo y los inspectores al desembarque deben ser altamente calificados y suficientemente remunerados para evitar la pesca ilegal, la sustitución de especies y los descartes; f) firmar un acuerdo complementario del Mercosur (Mercopes) para favorecería el interés de actuar en el Atlántico Sur por parte de Brasil, Uruguay y Argentina. 

Por cierto, hay otras medidas complementarias. Los países de Suramérica deberían entender que la pesca no es solo una cuestión económica y de generación de trabajo. Es una es herramienta estratégica de ocupación de espacios marinos; de población y radicación industrial; de desarrollo de regiones inhóspitas y de provisión de salud (los aminoácidos esenciales del pescado son solo comparables con la leche materna). 

Nada que pueda verse solamente desde una mirada productiva o ambiental. Los países desarrollados ya lo saben y, empiezan a observar con lupa, la presencia de buques fuera de sus jurisdicciones. Saquemos nuestras propias conclusiones y obremos en consecuencia.

Residuos en los muelles

Sitio de Internet – Pescare – Mar del Plata

El tema de los residuos en los buques pesqueros es un gran tema a tratar. Por suerte la conciencia de tripulaciones hace que el mar no sea el ultimo depósito. A veces la logística de recipientes en los muelles no se coordina y las multas caen más pronto que tarde. Lamentable.

Otro de los procesos que requieren una gran atención en los puertos es la recolección de residuos. No es solo lo que se genera en los distintos muelles, sino también todo aquello que llega a través de las embarcaciones, donde vuelven a puerto elementos como nylon, maderas, Telgopor, comida que ya no es apta para el consumo humano por ser perecedera o bien por ya tener su correspondiente fecha de vencimiento.

En el puerto marplatense son tres las empresas que se dedican al retiro y traslado de residuos en “tachos” o lo que comúnmente se llama domiciliariamente como “contenedores”.

Para ello las empresas deben solicitar y registrar el debido proceso a través del Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata, mediante la presentación de toda la documentación referida a los camiones de transporte que se utilizan especialmente para el traslado de esos recipientes, como así también los conductores deben estar debidamente inscriptos y contar con la licencia de conducir con la categoría correspondiente para hacerlo.

Por lo general la tarea comienza a las 6 de la mañana, según nos cuenta Rodrigo Montes de Oca que junto a su hermano Jorge realizan esa tarea para la empresa que crearon hace 8 años. Esa tarea comienza directamente en el o los muelles de acuerdo a los pedidos del día anterior, donde ya esperan los recipientes especialmente diseñados para recibir los desechos que por lo general ya se encuentran con su carga completa una vez que arriba el transporte para ser retirados.

El proceso comienza con el llamado del armador o el propietario del barco para informar el horario de ingreso del buque para lo cual se disponen de cuatro recipientes para las embarcaciones de mayor porte en un primer viaje, aunque los desechos pueden llegar a completar 8 y hasta 12 recipientes, por lo cual se realiza la inmediata reposición de los vacíos.

Una grúa hace las tareas de retiro desde el buque hasta los tachos, mientras que en forma manual se retiran también residuos que se han ido acumulando en la marea. El mayor desafío de las empresas encargadas del transporte es el estricto cumplimiento de los horarios como así también de la disposición que tienen que tener los contenedores. Una vez que se finaliza con ese proceso se completa una planilla indicando el contendido de cada uno (maderas, vidrios, plásticos, nylon, comestibles, etc.), que se entrega en el puesto de salida donde personal de seguridad ingresa los datos mediante el sistema informático, indicando chofer (nro. de tarjeta plástica habilitante), vehículo y contenido.

Cada uno de los camiones traslada los tachos hacia el predio de disposición final de residuos al cual se ingresa por la Av. Antártida Argentina (continuación de Av. Jacinto Peralta Ramos) a la altura del 9900.

En reiteradas ocasiones no les es fácil llegar a los transportistas, toda vez que el tránsito en Mar del Plata es cada vez más conflicto por la gran cantidad de vehículos que circulan y por la alta siniestralidad que se viene registrando más allá de la mediatización de algunos choques.

El chofer debe prestar especial atención al ingreso del predio de disposición final, que además de encontrarse colapsado por la gran cantidad de residuos que se arrojan en él, en las adyacencias se encuentran personas, que a sabiendas que los camiones llegan desde el puerto, literalmente “se cuelgan” para poder sacar cosas antes del ingreso al predio donde diversos recicladores de residuos hacen su tarea.

Dependiendo del tránsito vehicular, las empresas tardan para cargar los tachos, trasladarlos hasta el predio y regresar al muelle, aproximadamente una hora y media, para continuar nuevamente con el proceso que se puede llegar a repetir hasta 6 u 8 veces en el día, de acuerdo, claro está, de la cantidad de buques que arriben.

Por el momento son tres las empresas que brindan este servicio dentro del puerto marplatense: Salgado, Rodel y MDO de los hermanos Montes de Oca quienes a través de Rodrigo nos manifiestan que es un proceso donde no se admiten distracciones de ningún tipo y a la vez dice sentir pasión por lo que hacen. Ver que el sector se encuentra limpio a través de su tarea, le resulta satisfactorio.

En ocasiones de mucha demanda, la tarea no diferencia entre sábados, domingos y feriados, como así tampoco horarios más allá de un pactado comienzo matinal. La prioridad es el trabajo realizado, no cumplir un horario.

Una de las problemáticas, tal vez no del todo bien atendida en Mar del Plata, es precisamente la cantidad de residuos que se generan. Sin ir más lejos a nivel domiciliario y en forma mensual se calculan casi 14 mil toneladas, pero el número se incrementa si se suman los escombros, la tierra, lo que se genera en los barridos manuales y mecánicos y los residuos a nivel industrial que es donde ingresa el sector pesquero, llegando esa cifra mensual a poco más de 37 mil toneladas.

La falta de espacio hace también que las maniobras se hagan con sumo cuidado dentro de los muelles. En las Terminales 2 y 3 lo pueden hacer con mayor comodidad, pero no así en el “muelle Deyacobbi” o en el muelle 10, donde el margen de maniobrabilidad de los vehículos de gran porte se reduce notablemente.

Por otro lado, muchas veces, la logística del arribo de esos recipientes y/o contenedores por causas que no vienen al caso, se demoran y a veces los barcos bajan pertrechos como redes viejas, pedazos de redes después de un enganche, o simplemente des utilizadas. Si el control del CPRMDP pasa, automáticamente es punible de multas, lo que en reiteradas ocasiones genera malestar entre la comunidad de armadores, ya que las responsabilidades son ajenas y las multas, propias.

El traslado de los desechos que se generan a través de las embarcaciones es otra “pata” más del gran “ciempiés” que puede ser un puerto, en este caso el de mayor importancia de la Argentina, el de Mar del Plata, donde cualquier falla en el sistema, los platos rotos los paga siempre la misma bodega.

Mitos y realidades de la Milla 201: robo y pérdidas millonarias para el país por la pesca ilegal

Diario La Nación – Bs. As.

Los recursos en la columna de agua en alta mar pueden ser explotados por las flotas de cualquier estado y las leyes argentinas están limitadas a actuar ante operaciones en su zona económica exclusiva;

Casi a diario, podemos leer o escuchar cómo la actividad de la flota extranjera más allá de las 200 millas náuticas genera millonarias pérdidas para nuestro país, además del robo sin control de nuestros recursos pesqueros más preciados. En vez de preguntarnos cómo es posible que no hagamos nada para evitarlo, tal vez deberíamos indagar primero en la confiabilidad de esos datos, o bien en la fuente de esa información o en cómo se realizan estos cálculos.

Para empezar, es necesaria una aclaración: la milla 201 no existe como un espacio marítimo en el derecho internacional ni en el derecho argentino. Este término, rechazado por algunos especialistas, es habitualmente utilizado para identificar al área adyacente más allá del límite exterior de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y a su problemática en particular, y se corresponde con una porción de lo que el Derecho del Mar define como la alta mar, abierta a todos los Estados y de utilización exclusiva para fines pacíficos.

Los robos y pérdidas millonarias en esta zona como consecuencia de la pesca ilegal de la flota extranjera no son afirmaciones difundidas solamente por los medios de comunicación, organizaciones ambientales o “especialistas” en temas pesqueros o del Atlántico Sur. Suelen formar parte también de la fundamentación de proyectos de ley o incluso del discurso de autoridades legislativas de nuestro país, que toman apresuradamente las sugerencias de asesores o bien tras la aplicación del difundido “copie y pegue”, ya que, como suelen decir los jóvenes, todo suma.

A continuación, discutiremos estas afirmaciones tantas veces escuchadas. Dado que incluyen dos conceptos bien diferentes, “robo” y “pérdida”, los analizaremos de manera separada.

Los recursos de la columna de agua más allá de las 200 millas (alta mar) son libres de ser explotados por cualquier Estado. Con excepción, para el caso particular de la Argentina, de las especies sedentarias del lecho de nuestra plataforma continental (aquellas que viven o se desplazan en permanente contacto con el mismo), sobre las cuales nuestro país posee derechos de soberanía.

Se trata de un espacio marítimo donde la libertad es una regla de oro, especialmente la libertad de navegación y de pesca. Esa libertad de pesca no es absoluta, ya que debe ejercerse con sujeción a otras normas del derecho internacional relativas a la conservación y administración de los recursos vivos, pero en modo alguno constituyen un marco regulatorio que permita calificarlas de ilegales o disciplinar el ejercicio de tal libertad.

La ilegalidad solo se configuraría si alguno de estos buques, operando sus artes de pesca, ingresara a nuestra ZEE sin autorización. Pero mientras lo haga en la columna de agua de la alta mar, aquello no ocurre. En este sentido, si la pesca que realiza esta flota no es ilegal, no podemos hablar de robo y, por lo tanto, esta afirmación no merece un mayor análisis para ser considerada incorrecta.

Ahora bien, desarticular las afirmaciones acerca de las pérdidas millonarias de nuestro país no resulta igual de sencillo. Nos obliga a considerar otros factores como, por ejemplo, de dónde provienen los datos o cómo se calculan estos valores.

Diversas organizaciones internacionales, y fundamentalmente ONG con fines ambientales, manejan con mayor o menor exactitud datos de capturas estimadas de la flota extranjera en la Milla 201, especialmente aquellas vinculadas a la especie calamar illex argentinus. Ahora bien, lo importante es conocer cómo finalmente se interpreta y traduce esa estimación de captura, en una pérdida millonaria para nuestro país.

Indagando en el tema, resulta que dichos datos estimativos de captura son generalmente multiplicados por el precio en el mercado internacional de la especie capturada. Y esos montos -millonarios, por cierto- son atribuidos a pérdidas de nuestro país por la acción de la flota extranjera.

Frente a esto, nos preguntamos: si esa flota extranjera no existiera en la Milla 201 ¿nuestra flota pesquera nacional (especialmente la dedicada a la captura del calamar, con aproximadamente 50 buques poteros) estaría en condiciones de hacer propia esa captura? Seguramente la respuesta sea que no. Entonces, ¿por qué atribuir el valor de la captura de la flota extranjera directamente a una pérdida de nuestro país, sobredimensionando con ello el verdadero daño?

Pensemos, en cambio, cuáles podrían ser las maneras correctas de hacerlo. Tal vez resulte más apropiado, por ejemplo, determinar científicamente cómo la pesca indiscriminada en alta mar afecta la biomasa o stock del recurso calamar y, cómo esta afectación, reduce la captura de esta especie o de otras del ecosistema por parte de la flota pesquera nacional. Esta reducción, multiplicada por el valor comercial internacional, nos daría una cifra más real.

Reconocemos que no sería tarea fácil, ya que se trata de una especie que además de tener un ciclo de vida muy corto (anual), su abundancia está sumamente condicionada a variables ambientales como la temperatura del agua, salinidad y corrientes marinas, entre otros factores. De tal modo, la abundancia de una temporada no significa necesariamente una recuperación de la especie ni su escasez, en otra, su sobreexplotación.

Otra manera podría ser calcular el impacto que la mayor o menor pesca de calamar de esta flota extranjera tiene sobre los precios del mercado internacional y, en consecuencia, su repercusión sobre las ganancias producto de las exportaciones de nuestro país. Seguramente ello también se aproximaría más a un verdadero cálculo de pérdida.

Desvirtuar la realidad de lo que sucede en la Milla 201 tal vez contribuya a colocar esta problemática ambiental en las agendas pública y política. Sin embargo, su efecto podría ser muy negativo a la hora de diseñar políticas para ofrecer soluciones y alcanzar la conservación y uso sostenible pretendidos, así como la tan deseada gobernanza y orden en el mar.

El autor es Licenciado y Profesor en Geografía. Licenciado en Seguridad Marítima. Coordinador Equipo Interdisciplinario para el control de los Espacios marítimos y sus recursos (EICEMAR). Oficial Superior retirado de la Prefectura Naval Argentina.

Casimir pide mayor acompañamiento y financiamiento para la pesca artesanal

Diario El Retrato de Hoy – Mar del Plata

Después de un año sumamente difícil, Matías Casimir, responsable de Pesca Artesanal Marítima en la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, en diálogo con “el Retrato…” manifestó su preocupación por la situación que viene atravesando el sector, el cual por la pandemia y por problemas estructurales “viene desapareciendo” y, por ello, aseguró que “se requiere de una voluntad política que tiene que materializarse en presupuesto”

Matías Casimir, responsable de Pesca Artesanal Marítima en la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, en diálogo con “el Retrato…”realizó un balance de lo que fue este 2021 y adelantó que el mismo ha sido “muy difícil”, sobre todo “por el contexto de la pandemia, la crisis del FMI y el proceso electoral que se atravesó, lo cual claramente dificulta la gestión”. 

-¿Se pudo avanzar durante este año en el área o que quedó pendiente? 

-Se pudo avanzar bastante y se pudieron ejecutar varios proyectos para cooperativas locales de todo el país. Falta un montón: más financiamiento claramente, ya que este es un sector que se hace difícil acceder a las políticas públicas y que sean sujetos crediticios. Es un sector que está tan en la marginalidad, que es difícil muchas veces encuadrarlos dentro de algunas políticas.

-¿Son reacios a querer encuadrarse en cooperativas, asociaciones u organizaciones? 

-Lentamente se comienzan a organizar en distintos tipos de organización, pero falta. Muchos pescadores y pescadoras son analfabetas o no tienen un DNI, lo cual es el acceso a cualquier derecho. Estas cosas se ven continuamente, sobre todo con los y las isleños. Al ser un sector tan excluido, cuando tenés que cumplir o presentar determinados requisitos para ejecutar un proyecto, se complica.

Seguidamente, se refirió a lo que sucede en la ciudad en cuanto a la eventual desaparición de las lanchas amarilla de pesca. “No podemos permitir bajo ningún punto de vista que desaparezcan las lanchas amarillas, es un sector que hay que acompañar porque es icónico de la ciudad mientras que nosotros entendemos que ello es parte de esa continuidad histórica de lo que expresaron ser esas lanchitas amarillas para Mar del Plata: movilidad social ascendente, trabajo, etcétera”, describió.

-¿Qué les falta todavía por hacer? 

-Nos falta acceso a más financiamiento, que haya un acompañamiento más contundente por parte de todo el arco político para el sector en general de la agricultura familiar campesina y agrícola, que es un sector que produce alimentos. Este es un sector que por la pandemia y por problemas estructurales viene desapareciendo y que, por ello, requiere de una voluntad política que tiene que materializarse en presupuesto.

El Concejo aprobó la restricción de otorgamientos para la industria de harinas de pescado dentro del ejido municipal.

Diario El Chubut – Pto. Madryn

En la sesión del Concejo Deliberante que se desarrolló ayer, los ediles aprobaron la restricción de otorgamientos para la industria de harinas de pescado dentro del ejido municipal. “Es muy triste que se esté tratando este proyecto que parece ser que está favoreciendo intereses particulares y está buscando crear un monopolio”, indicó la concejal, Maru Domínguez.

La edil de Juntos por el Cambio, María Eugenia Domínguez, votó en contra de esto aludiendo que no está de acuerdo con este proyecto ya que hubo poco tiempo para analizar un tema tan delicado como es prohibir una actividad productiva en la ciudad.

“La industria pesquera genera un gran volumen de residuos en la ciudad que hoy hay dos vías para tratar esos residuos, hacer harina de pescado o llevarlo a los cuencos que generan unos olores impresionantes, lo puede decir cualquier vecino”, indicó Domínguez.

Además, la concejal sostuvo que este proyecto de ordenanza que se trae a votación dice que si los emprendimientos de harina de pescado son bien gestionados se puede evitar la afectación ambiental, y por otro lado, dice que hay que restringir la actividad en la ciudad por la afectación ambiental.

“Este proyecto establece que la empresa que hoy está procesando harina de pescado lo está haciendo de forma segura, ha cumplido con todos los requisitos ambientales, pero por otro lado, parece decir que nadie más podría hacerlo, nadie más podría procesar harinas de pescado de manera segura”, dijo Domínguez.

En ese sentido, Domínguez detalló que la harina de pescado se utiliza para muchísimos recursos, uno de los principales es para el alimento de diferentes especies para la agricultura, para alimentar aves y tiene un mercado de exportación muy amplio y que “nosotros en una ciudad con una amplia industria pesquera busquemos restringir esta actividad porque el proyecto dice que esta empresa que está instalada puede procesar la totalidad de los residuos pesqueros de la ciudad, me parece poco serio”.

“Me parece que estamos cercenando puestos de trabajo que podrían generarse creo que como la ciudad que vive gran parte de la pesca es muy triste que se esté tratando este proyecto que parece ser que es favoreciendo intereses particulares y está buscando crear un monopolio, no quisiera pensar así pero lamentablemente es lo que pienso”, finalizó Domínguez.

Crean la Unidad de Ingresos al Fondo Nacional Pesquero

Diario EL Chubut – Pto. Madryn

Con el objeto de optimizar los procedimientos que la Dirección de Administración Pesquera realiza para el cumplimiento de sus funciones, la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera dependiente de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura concretó, mediante la Resolución SAGyP N° 159/2021, la creación de la Unidad de Ingresos al FO.NA.PE, la cual ha sido publicada en el Boletín Oficial de la República Argentina en el día de ayer. La misma funcionará en el ámbito de la Dirección de Administración Pesquera dependiente de la mencionada Dirección Nacional.

Al respecto, la citada Unidad tendrá dentro de sus funciones: efectuar el seguimiento del pago de aranceles y derechos fijados por la normativa vigente y de cuotas de planes de pago por multas y sanciones, así como también informar los incumplimientos a efectos de realizar las intimaciones que correspondan; controlar el cumplimiento de las sanciones pecuniarias aplicadas a los administrados; supervisar el seguimiento de la acreditación del pago de multas, aranceles, derechos, cánones y planes de pago; proponer e intervenir en la actualización de los sistemas de recolección de datos de la actividad pesquera marítima relacionado al cobro de los recursos que constituyen el Fondo Nacional Pesquero (FO.NA.PE); realizar evaluaciones estadísticas sobre el estado de las actuaciones en trámite, proyecciones presupuestarias, análisis de cobranzas de los recursos que integran el FO.NA.PE; relevamiento de documentación, puesta en conocimiento y sustanciación de requerimientos informativos solicitados y, emitir Certificados de Libre Deuda a solicitud de los administrados.

En consonancia, el Director Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera y Presidente Suplente del Consejo Federal Pesquero, Dr. Julián Suárez, sostuvo que “con esta medida continuamos fortaleciendo y permitiendo el cumplimiento de los objetivos de recaudación y control que determina la Autoridad de Aplicación y el Consejo Federal Pesquero y a su vez, facilitamos la interacción entre las ciudadanas y los ciudadanos y la Administración Pública, brindando herramientas que optimicen la obtención de la información para todos los actores intervinientes”.

Cabe destacar que, el Fondo Nacional Pesquero (FO.NA.PE) fue creado mediante el Régimen Federal de Pesca N° 24.922 y es administrado por la Autoridad de Aplicación de la citada Ley, con intervención del Consejo Federal Pesquero. El mismo se constituye por recursos provenientes del pago de aranceles por emisión de permisos de pesca, derechos de extracción sobre las capturas de los buques pesqueros de matrícula nacional, multas impuestas por las contravenciones a la citada Ley, entre otras fuentes de ingresos.

A tal efecto, su recaudación se emplea para abordar diversos conceptos, entre los cuales se encuentran: las tareas de investigación del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), la adquisición de equipamientos y la realización de tareas de patrullaje y control policial de la actividad pesquera realizadas por la Prefectura Naval Argentina y la Armada Argentina, la formación y capacitación del personal de la pesca a través de institutos oficiales, destinar recursos en concepto de coparticipación pesquera a las provincias de Buenos Aires, Chubut, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico Sur, integrantes del Consejo Federal Pesquero, y al Estado Nacional y, contribuir a la ejecución de las tareas de la Autoridad de Aplicación y del Consejo Federal Pesquero.