Sitio de Internet – Puerto de Palos – Mar del Plata
Roberto Garrone
Un estudio de abogados que representa a 4 empresas pesqueras enviaron una carta intención a la UTE del astillero que funciona en el puerto patagónico para invertir en su desarrollo y prestar servicios navales y logísticos a la flota que opera en adyacencias a la zona económica exclusiva. Tienen antecedentes de pesca ilegal y trabajo esclavo.
Los intereses chinos en Argentina se diversifican y cobran cada vez mayor protagonismo. Desde minas de oro, cobre, litio, hasta energía eólica y parques solares; pasando por dragado, hidrocarburos, energía nuclear, gasoductos, ferrocarriles y transporte de electricidad.
Ya tenían la base en Bajada del Agrio, Neuquén. Unas 200 hectáreas de autonomía absoluta por 50 años a 110 km en línea recta con Vaca Muerta, el segundo yacimiento de gas no convencional y el cuarto de petróleo no convencional. Una entrega concedida durante el gobierno de Cristina Kirchner pero que no mereció ningún cuestionamiento de los sucesivos mandatarios: Macri ni Alberto Fernández.
La pesca no es una actividad ajena a las inversiones chinas, obviamente. Acá asoman empresas y barcos de capitales asiáticos operando en Patagonia y Mar del Plata, sobre las principales pesquerías, fundamentalmente en el calamar pero también en el langostino.
Tal vez como ninguna otra, la actividad pesquera genera una mayor sensibilidad entre los argentinos en función de la presencia de barcos mayormente chinos operando también fuera de las 200 millas, donde realizan tareas de pesca en aguas internacionales con costos subsidiados, mano de obra esclava, afectando la sustentabilidad de recursos migratorios y siendo una competencia desleal para empresas argentinas que capturan y venden las mismas especies a los mismos mercados.
Pero el interés de China es lograr un apoyo logístico en el litoral marítimo argentino más próximo a la zona de pesca que el que ofrece el puerto de Montevideo, el cual oficia de epicentro de las capturas que genera la flota en inmediaciones de las 200 millas. También de los desembarques de tripulantes fallecidos que mueren en oscuras circunstancias en alta mar.
Puerto de Palos tuvo acceso a una carta de intención enviada a la UTE Astillero Comodoro Rivadavia de parte de Shao & Asociados, un estudio de abogados que representa a empresas armadoras chinas que operan en la zona de la milla 201.
“Represento a empresas con base en la República Popular China, las cuales año a año realizan tareas de pesca y comercialización de frutos de mar en la milla 201 y que por distintas circunstancias han tomado contacto con ustedes e incluso han visitado las instalaciones del puerto de Comodoro Rivadavia donde han apreciado la capacidad y futuro potencial del mismo, especialmente en lo referido al astillero, hoy inactivo que podría resultar de gran utilidad a dichas flotas y de otras empresas integrantes de la Cámara de Pescadores Chino”, señala la misiva firmada por los letrados Roberto Hughes, y Shao Huiling, miembros del buffet, enviada el 2 de noviembre del 2020,
Shao & Asociados representan a las empresas armadoras Zhoushan Huaxi Ocean Fhiseries Co Lta, Hongdong Fhiseries Co Lta, Ronggheng Rongyuan SRL y Shanghai Kunting Import Co Lta.
“Les manifestamos el interés que nos transmiten y hacen llegar a ustedes, en un futuro cercano utilizar vuestras instalaciones como asi también la posibilidad de reabastecernos en ese puerto patagónico. Ello por razones logísticas y de economía, e incluso evaluar la posibilidad de integrarnos al proyecto si fuera de utilidad”, señala otro fragmento central de la carta.
El interés formal de empresas chinas para utilizar el astillero de Comodoro puso en alerta a varios actores de la industria pesquera nacional. Más que por los chinos, que pueden pedir condiciones por lo que se les ocurra, sino por la respuesta que puede generarse en Comodoro, una ciudad puerto ubicada a corta distancia de donde opera la flota extranjera.
Los antecedentes de las empresas interesadas en invertir en el puerto de Chubut y convertirlo en epicentro de su logística no son buenos. Al menos de dos de las empresas. De las otras dos no se encontraron detalles, posiblemente porque haya errores ortográficos en sus nombres. Algo que es común que hagan para que se dificulte la tarea de identificarlos. Tampoco fue posible comunicarme con el estudio de abogados. El número de teléfono que aparece en la carta es incompleto.
“Hay varios barcos con prontuario de empresas cuya denominación incluye la palabra Zhoushan aso-ciada a otros nombres, no precisamente Huaxi”, explica Milko Schvartzman, especialista en pesca ilegal y uno de los que más conoce las particularidades de las empresas chinas.
“Lo que no descarta que sean parte del mismo conglomerado. Por ejemplo, Zhoushan-Jiade registró casos de abusos a los DDHH y muerte a bordo y uno de los buques de Zhoushan Hongpu, el Hong Pu 16, fue capturado el año pasado por Argentina dentro de su ZEE”, especificó.
La empresa Rongcheng Rongyuan también tuvo vínculos con Argentina. Es el armador del Lu Rong Yuan Yu 668, capturado también en el 2020 por pesca ilegal dentro de la ZEE. “Esta empresa tiene nexos con el Gobierno Chino”, revela el ambientalista al tiempo que aclara que otras embarcaciones de la misma empresa (RR) tienen numerosos casos de abusos a DDHH y muerte a bordo en varios buques.
Este tipo de empresas quieren venir a invertir al astillero de Comodoro. Ubicado dentro de la jurisdicción portuaria, fue construido hace más de 20 años, pero como tantas cosas en el país, el operador quebró y sus instalaciones quedaron abandonadas. Con serios problemas de infraestructura, fueron restituidas hace un año a la administración portuaria de Comodoro que ya tiene listo el pliego para llamar a licitación.
“Pensamos en un proyecto por etapas, con certificación de inversiones no solo para poner en valor el elevador sino con un desarrollo en el área próxima que puede ajustarse a las necesidades de la industria petrolera”, dice Fabio Cambarieri, administrador del puerto Comodoro.
El funcionario aseguró desconocer la misiva del estudio de abogados pero no se opone a la llegada de inversiones chinas aunque reconoce que lo que sucede en la milla 201 es “complejo” y requiere de acuerdos que exceden a Chubut.
“Es necesario establecer un orden en la zona aledaña a nuestra zona económica exclusiva. Pero es una flota que hace 70 años pesca ahí y van a seguir pescando. Chubut y Santa Cruz pueden recibir inversiones que generen 10 mil puestos de trabajo y permitan el desarrollo de la industria naval”, explicó Cambarieri.
Pero no es un tema nuevo en la agenda del Administrador. En diciembre tuvieron reunión vía zoom junto con las autoridades portuarias de Santa Cruz, la Asociación Pesquera de China y la Cámara de Comercio e Inversiones Argentina China, para tratar el tema”.
El sincrolift tiene una capacidad de poner en seco barcos de hasta 1500 toneladas y se ajustaría sin problemas a barcos poteros de entre los 65 y 70 metros de eslora que pesan menos de mil toneladas. Pero si les abren la puerta a los capitales chinos pueden llegar a duplicar la capacidad de halado para atender barcos mucho más grandes.
Argentina no está en condiciones de negociar con China ningún acuerdo pesquero. No por lo que podrían dar los chinos con sus inversiones en Patagonia sino por lo que está en juego: lo que podemos perder, los recursos pesqueros de todos los argentinos.
Porque como ocurrió con Rusia y luego la Unión Europea, Argentina no está en situación de negociar nada en igualdad de condiciones ni de ejercer control sobre el movimiento de esa flota en aguas nacionales y mucho menos, voluntad política para hacerlo. Vale el informe de la UBA sobre el sobredimensionamiento de la flota arrastrera que llevó al colapso la merluza. Todo quedó impune y hoy en día siguen pescando barcos con permisos ilegales.
“Es grave el hecho de que posibles inversores son violadores de nuestra soberanía, depredadores de nuestro mar, y violadores de los derechos humanos”, resume Schvartzman.
El rol de Argentina en este tipo de acuerdos con una potencia semejante como la china es solo el de ser sometida. El de resignar recursos soberanos que traerán perjuicios a muchos más que los ocasionales beneficiaros con la flota china operando desde puertos patagónicos.