El Somu de Puerto Deseado le pidió a la provincia de Santa Cruz vacunas para los marineros

Sitio de Internet – Mar y pesca noticias patagónicas

El referente de la delegación del Somu de Puerto Deseado, Gustavo Barriga dijo que le solicitó a la provincia  la posibilidad de que los marineros puedan ser vacunados antes de embarcarse para participar de la zafra del langostino.

“Presentamos una nota al Ministerio de Salud pidiendo la inclusión de los marineros en el calendario de vacunación y se la dimos al intendente, (Gustavo Gonzáles) para que realice las gestiones pertinentes, y estamos muy confiados en que el hombre algo tiene conseguir porque los marineros fuimos declarados esenciales”, señaló Barriga.

El jefe sindical recordó las peripecias que tuvieron que vivir los marineros que resultaron contagiados por el virus, especialmente en Puerto Deseado donde las autoridades sanitarias locales impidieron que los embarcados sean trasladados a alojamientos contratados por las empresas.

“Los compañeros que tuvieron covid en los barcos no la pasaron bien y eso lo sabe todo el mundo”, disparó Barriga; y acotó; confiamos en que se pueda vacunar a la gente”.

De todos, cabe acotar que en la ciudad portuaria la vacunación es más lenta de lo esperada, y muchas personas consideradas esenciales que padecen patologías severas con compromiso pulmonar aún no recibieron el suero.

Una sola oferta para dragar el puerto de Mar del Plata

Sitio de Internet – Punto Noticias – Mar del Plata

El llamado a licitación de la obra de dragado del canal de acceso y espacios interiores de la terminal marítima local tuvo una única oferta, conocida tras la apertura de sobres que se realizó este lunes en la sala de Directorio del Consorcio Portuario Regional Mar del Plata.

Esta convocatoria se había anunciado el pasado 9 de enero y el pliego de bases y condiciones contempla el dragado de mantenimiento del canal de acceso principal -tanto exterior como interior-, área de giro de la posta de inflamable y frentes de amarre que corresponden a las secciones 8va y 9na del Espigón 2, trabajos que se deben realizar en un plazo de ejecución fijado en 150 días.

La oferta recibida corresponde a la empresa Servimagnus S.A, que ahora será derivada a una comisión evaluadora para que revise condiciones de la propuesta técnica y económica para luego elevarla a la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación, donde se definirán los pasos a seguir. 

“Tuvimos la compra de diez pliegos por parte de firmas interesadas, pero la mayoría tiene equipos afectados a otras obras que están realizando en la región y les impide coincidir con los tiempos del dragado proyectado para el puerto de Mar del Plata”, explicó el presidente del Consorcio Portuario Regional Mar del Plata, Gabriel Felizia.

Para la ejecución de este nuevo dragado se dispone de un aporte financiero de 200 millones de pesos que el gobierno nacional confirmó a principios de este año tras la firma de acuerdos marco que, además, incluyeron la asistencia técnica y colaboración para la confección del pliego, que previo a su publicación tuvo la aprobación de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación

Se estima que, según surge de los estudios batimétricos ordenados por el Consorcio Portuario Regional Mar del Plata y realizados a fines de diciembre sobre estos sectores que estarán alcanzados por el dragado, habría que remover unos 560000 metros cúbicos de sedimentos que hoy afectan puntos considerados vitales para la operatoria portuaria.

SIMAPE y SOMU decretaron paro en la flota tangonera congeladora de las firmas de Cepa

Sitio de Internet – Pesca Chubut – Chubut

Corrido de la puja que mantienen CEPA y el SOMU por el acuerdo homologado, pero no firmado y luego impugnado y que no permite cerrar el año 2020 con el precio diferenciado para el valor del dólar al momento de liquidar la producción en barcos tangoneros congeladores, el SIMAPE decretó este lunes un paro total de actividades en los barcos de dicha flota de las empresas reunidas en el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas.

Pero en horas de la tarde el que se corrió de la mesa de negociaciones con CEPA fue el SOMU, desde donde calcaron el comportamiento del Sindicato Marítimo de Pescadores y declararon idéntica medida de fuerza para la misma flota de las mismas empresas.

Desde los gremios enviaron una nota a la Delegación local del Ministerio de Trabajo en que lo notificaron de la medida de acción directa por entender que las empresas adheridas a CEPA “no han procedido a regularizar los salarios abonados en violación al convenio colectivo de trabajo 580/10”.

En los documentos, cada uno rubricado por Pablo Trueba y Damián Basail respectivamente, y que también fueron enviados a las empresas Solimeno, Moscuzza y Xeitosiño, se señala que en los barcos de las mencionadas firmas “no se prestará el servicio de armado, alistamiento ni de zarpada a la mar, sea para prospección como para la realización de marea hasta que no se resuelva el conflicto”.

La semana pasada el SIMAPE y el SOMU habían denunciaron a las empresas adheridas a CEPA por considerar que de modo “unilateral y arbitrario han violado la letra de los convenios colectivos 579/10 y 580/10 vigentes”. En esa nota habían dado un plazo de 48 horas para efectivizar el saldo correspondiente por la mala liquidación, algo que evidentemente no sucedió.

SOMU

En un principio el SOMU no se había plegado a la medida de fuerza porque estaba negociando con CEPA un acuerdo que equipare los salarios de los marineros con lo ya firmado por CAPIP y CAPECA. Pero al parecer, en horas de la tarde llegaron a un punto de no retorno y se dio el anuncio del paro también por parte de este gremio.

La medida de fuerza es meramente declarativa puesto que CEPA decidió, justamente por no poder acordar con el SOMU, mantener la flota amarrada a muelle durante la prospección y extender la inactividad en caso de que se habilite el área al norte del 41° Sur. Cuenta a la vez con el apoyo de CAPECA y CAPIP que han decidido no mover los barcos hasta que queden cerrados los acuerdos alcanzados en el 2020.

En las últimas semanas ha habido dictámenes del área legal del Ministerio de Trabajo que refirieron a que CEPA debía pagar por el convenio colectivo que tenía suscripto con los respectivos gremios marítimos.

Medida

Los gremios ahora declaran el paro de una flota ya parada con anticipación, pero el texto de la notificación al Ministerio y a las empresas no dice que la medida de fuerza se limita a la pesca del langostino al norte, sino que podría extenderse al inicio de la zafra en aguas nacionales.

Los gremios han insistido en que las empresas armadoras obligaron a los trabajadores marítimos a suscribir contratos de ajuste a la baja respecto de las condiciones salariales establecidas por las normas convencionales.

También denunciaron que las empresas abonan salarios por debajo de las condiciones salariales vigentes, lo que ocasiona perjuicios materiales y morales.

Desde CEPA refieren las dificultades que representa para las empresas tener para la misma función a bordo dos convenios diferentes y trabajadores que ganen más o menos por la misma tarea según el convenio bajo el que se encuadren.

Precarización laboral, pescado negro y Estado ausente

Sitio de Internet – Punto Noticias – Mar del Plata

Por: Roberto Garrone

Azopardo 4678. Azopardo entre Alvear y Cerrito. Detrás de una persiana una docena de fileteros y un par de peones cortan y mueven pescado en la más absoluta precariedad. El lugar -no podemos decirle planta de reproceso, mucho menos frigorífico porque no almacena pescado- ni siquiera tiene nombre. Es una simple fachada. Mucho menos habilitación.

Azopardo 4678 es una de las tantas cuevas que pululan en las distintas arterias del puerto que funcionan ajenas a la mirada oficial. Nadie fiscaliza. Ni Municipalidad, Provincia y mucho menos SENASA, que es un servicio requerido. Abrió a fines de octubre del año pasado y así como así, de la noche a la mañana se puso a cortar merluza.

El estado ausente que ahora pone el ojo porque se visibilizó Azopardo tras dejar a 12 obreros en la calle. Mientras tanto, o por la convivencia con los encargados de inspeccionar o porque hay una decisión política de no ir contra la marginalidad porque el daño que se produce es mucho más grave que los beneficios de la habilitación, todos miran para otro lado.

En Azopardo, como en tantas otras, manipulan, cortan, materia prima que mayoritariamente se destina al mercado interno. Por si no fui claro, que termina en la mesa de los argentinos sin ningún control ni intervención oficial que certifique sus condiciones sanitarias. Mucho menos paga impuestos.

Los gobiernos pasan con sus funcionarios de turno y nadie enfrenta el problema. Lo enfrenta seriamente porque fotos con mesas de trabajo que nunca resuelven nada, eso hacen todos. No, que germine la decisión política para aplicar un plan de regularización y un esquema que establezca condiciones claras para el funcionamiento de las cooperativas; que determine cuáles funcionan como tales y cuáles son una máquinaria aceitada para evadir y precarizar.

Porque hay una ley de cooperativas que hace legal el sistema. El problema son quienes utilizan la autogestión para disfrazarla de explotación laboral. Y sobre todo, que desde el Estado nadie controla su funcionamiento, lo que termina promoviendo su vigencia y aumento de la ilegalidad.

El INAES, el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social es cartón pintado cada vez más opaco. ¿Alquien recuerda cuándo fue la última vez que recorrieron las calles del puerto en el marco de un operativo de fiscalización?. ¿Y la Provincia?. ¿Y la Municipalidad?.

Desde la delegación del puerto, Ignoto hace unos años impulsó un rastrillaje que terminó con media docena de plantas clausuradas. Pero como no hay sanciones para nadie, al poco tiempo vuelven abrir en otro lado.

Es un tema “complejo”, seguro que sí, pero no emitir señales es todo un mensaje del Estado avalando la precarización, la explotación laboral y la evasión impositiva.

Pasa lo de siempre: lo urgente es mantener el trabajo y tras esos operativos queda el tendal. Debería existir una manera de regularizar los procesos administrativos con la gente trabajando.

Hasta los propios obreros subrayan que lo único que les interesa es trabajar. Ya no importa en qué condiciones se genera ese vínculo ni que les paguen por semana, no tengan seguro ni cobertura médica. Lo vital es llevarse un mango a la casa. Después vemos bajo qué condiciones. Y esa necesidad es el caldo donde hacen fortunas los explotadores.

Ese debate siempre se posterga y perjudica no solo a los propios trabajadores engarzados en la cadena sino también a los eslabones que están en blanco. Hoy el mercado interno es casi inaccesible para empresas que tienen obreros bajo relación de dependencia. Para esos trabajadores es menos producción por mes, y por tanto, menos ingresos.

Pero la informalidad en Azopardo no es lo más grave en esta historia. Quien proveía el pescado era José Figueredo, miembro del cuerpo de inspectores en el Distrito Pesca Mar del Plata. El encargado de controlar las descargas de los barcos pesqueros en el puerto local compraba pescado y lo reprocesaba en una planta clandestina. “Compraba”… en el mejor de los casos.

El viernes hubo una audiencia informal en el Ministerio de Trabajo donde se presentó la abogada de Figuerdo para reconocer que su cliente era proveedor de materia prima pero el lugar era regenteado por el hijo. La letrada no supo responder cuando le preguntaron de dónde venía el pescado que Figueredo mandaba a cortar a la docena de fileteros precarizados. Todos lo imaginamos.

Semanas atrás, desde la Fiscalía Federal del Poder Judicial de Mar del Plata ingresó un pedido al Subsecretario de Pesca para que aplique un sumario administrativo disciplinario sancionatorio por una denuncia formulada por Juan Carlos Nicolao, ex Jefe de Distrito Pesca, contra un grupo de empleados que a su juicio no cumplían con la tarea de control y fiscalización sino que estaban al servicio de los armadores para subdeclarar pescado.

Figueredo no forma parte de la denuncia pero sí es un funcionario público que integra el cuerpo de inspectores cuyos jefes eran, hasta el 2017, Ayelén Fortunato y Sergio “Turco” Salomón, los dos denunciados por Nicolao. Salomón hace un par de años se fue del Distrito.

Fortunato todavía cumple funciones y es una pieza clave en la estructura que ahora lidera Ariel Barciela y Leandro Marina, ladero de Javier Faroni quien llegó al puerto con el aval de Fernanda Raverta.

Pasan gobiernos y funcionarios y algunas cosas no cambian más en el puerto de Mar del Plata.

Por las bajas de las capturas de calamar empresas piden la apertura al norte

Sitio de Internet – Mar y pesca noticias patagónicas

Ante un marcado descenso de las capturas de calamar, empresas armadoras de buques que operan sobre ese recurso presentaron una nota al Consejo Federal Pesquero pidiendo la apertura anticipada de la zona norte, arriba del paralelo 44º.

Al parecer el stock sudpatagónico que había aparecido tras el último temporal duró menos que un suspiro y ahora nuevamente la flota se encuentra entre el 44º buscando el recurso.

“Lamentablemente el calamar desapareció del radar, a veces alguno tiene suerte y pesca algo, pero la mayoría no está pescando nada”, relató a Mar&Pesca un armador. Y agregó un dato preocupante: la situación sería distinta en la milla 201 donde la flota extranjera estaría capturando 50 toneladas diarias.

Cabe acotar que el puerto deseadense concentró la mayor parte de las descargas de esta temporada, con 27.263 tn descargadas desde el 1 se enero hasta el 10 de marzo contra 19.416,9 descargadas en Mar del Plata y 12.768 en Puerto Madryn si bien son cifras provisorias destacan el gran arranque que tuvo la campaña

La muralla china

Sitio de Internet – Puerto de Palos – Mar del Plata

by Roberto Garrone

El país asiático compra el 20% de lo que exporta la pesca nacional pero en los últimos meses mermó en sus pedidos y elevó barreras sanitarias. En diciembre del 2020 apenas compró un 10% de lo que había comprado en el mismo mes del 2019.  No asoma otro destino capaz de reemplazarlo.

En diciembre del 2019 China importó 6 mil toneladas de productos de la industria pesquera Argentina por 34,6 millones de dólares. Un año después, en diciembre pasado, China compró apenas el 10% de aquella cifra. Fueron 624 toneladas por apenas 2,8 millones de dólares.

Las cifras reflejan de manera tangible el freno que aplica el país asiático a las compras pesqueras argentinas y el riesgo latente que representa la continuidad de esta política para el futuro del negocio.

A pesar de este desplome colosal de las ventas en el último mes del año, China en el 2020 se mantuvo como el destino principal de las exportaciones pesqueras argentinas. Claro que fue menos volumen, 107 mil contra 104 mil toneladas y que generó mucho menos divisas. Fueron 427 millones de dólares en el 2019 y 346 millones en el 2020.

Hoy lo que sucede con China, y lo que puede suceder a medida que transite el 2021 es la principal preocupación en el sector. Muy por encima del futuro de la zafra de langostino y la grieta abierta entre las empresas del Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA) y la marinería en Mar del Plata por la liquidación de la última temporada de langostino con otro convenio, que abre interrogantes sobre la participación de la flota congeladora tangonera cuando se abra el langostino del norte.

Porque al freno de las compras que evidencia la estadística oficial, China sumó nuevos obstáculos al flujo comercial. Los problemas y demoras en los puertos y nuevos requisitos sanitarios se constituyeron en una verdadera barrera al punto que en la actualidad todo el que puede no vender a China lo hace. Incluso las propias empresas chinas radicadas en Argentina piensan en otros destinos.

Y no es un problema que afecta a los exportadores de un determinado recurso. Juan Redini, el presidente de CAPA, que agrupa a los armadores poteros nacionales, había dicho semanas atrás en “Desde el Muelle” que China pedía un contrato firmado en que el exportador se hacía responsable en caso que la carga fuera retenida por habérsele detectado covid.

“Te lo devuelven y vos tenés que devolverle el dinero”, dijo Redini. “Además lo dejan 30 días en el puerto donde entró el contenedor porque no dan abasto con los controles”, amplió el dirigente.

Los armadores poteros temen que, ante una baja de precios como está sucediendo ahora, el que compró en febrero a un precio mayor, denuncie la carga contaminada para recuperar la inversión y volver a comprar más barato.

China ya ha “detectado” covid el año pasado en cajas de corvina congelada. China suspendió temporalmente por una semana al frigorífico marplatense que envió el pescado. El mes pasado fue auditado por zoom y desde este mes obliga a testear a todo el personal de los frigoríficos que exportan a China, con una frecuencia no superior a los 30 días .

Jamás el organismo sanitario chino envió una prueba de la detección del virus ni hubo contraprueba. China ahora exige que se aplique un protocolo de desinfección e hisopados en los envases que contienen la materia prima.

El año pasado China compró 75.686 toneladas de las 148 mil toneladas de calamar que exportó Argentina. Mayoritariamente de la flota potera que hoy enfrenta estas nuevas exigencias sanitarias que se asemejan bastante a medidas para arancelarias.  

Pese a la abundancia del illex y mayor oferta, subió su valor. El precio promedio al país asiático creció casi un 10%: de 2345 dólares a 2571 dólares. De los 346 millones de dólares que generaron las exportaciones pesqueras argentinas a China, 195 millones corresponden a calamar. Eso está en riesgo en el inicio del 2021.  “Hoy cuesta vender a 2 mil dólares”, reconoció Redini.

Los problemas no se circunscriben a los empresarios que pescan calamar. También los exportadores de langostino ven poca demanda, no solo desde China sino también Europa, donde los principales clientes, España e Italia, todavía sufren las consecuencias del covid y hay poco movimiento en la industria turística y de la recreación.

El langostino entero tuvo un 2020 perfectamente olvidable. Si bien España, su principal destino, tuvo una merma significativa, las ventas a China se redujeron drásticamente. Pasaron de 25400 toneladas en el 2019 a menos de 3 mil el año pasado.

 “Se explica por la falta de precio. Ante la escasez de producto, se vendió a quien mejor pagaba y más necesidad tenía”, remarcó Claudio Guida, gerente del área Pesca de Newsan una de las principales empresas exportadoras de langostino.

No solo China compró menos langostino. En diciembre España compró apenas un 10% menos que un año antes, cerca de 5 mil toneladas. Italia mostró una merma mucho más importante. De 2300 toneladas en diciembre de 2019 pasó a 875 toneladas en 2020.

“Tendrán que armar stocks para el verano pero depende del consumo en Semana Santa. Hoy tienen allá lo que les mandamos en octubre”, amplió Guida.

¿Quién puede reemplazar a China como el consumidor de la mayor porción de la torta pesquera argentina?. ¿Cómo hacer para encontrar otro mercado en un contexto de pandemia donde apenas asoma un crecimiento de Rusia y de Corea del Sur, a partir de la mayor exportación de condrictios?.

Más del 60% de las divisas generadas por las exportaciones pesqueras el año pasado se resume en solo 5 países. China, España, Estados Unidos, Italia y Japón. En los 3 primeros, el 48,6%. Eso genera una fuerte dependencia que impacta negativamente cuando en alguno se cierran las puertas.   

En este escenario Brasil representa una buena oportunidad para el langostino pero tampoco podrá atemperar el impacto del bloqueo chino. Si finalmente aceptan recibir carga con marisco congelado serán unas 10 mil toneladas las que se proyectan comercializar en el vecino mercado. Un 10% de lo que compra China.

Nadie puede reemplazar a un jugador tan grande en tan poco tiempo. Urge a las autoridades profundizar el diálogo con los representantes diplomáticos y sanitarios chinos a fin de erosionar las barreras sanitarias para que se reanude el normal flujo exportador. Si es que es un problema sanitario y no una forma que encuentra el gobierno chino para presionar a la Argentina en función de sus intereses comerciales y estratégicos en nuestro país.

La pesca ilegal en el Atlántico Sur de los recursos migratorios argentinos

Diario La Capital de Mar del Plata

Por César Augusto Lerena

Experto en Atlántico Sur y Pesca

Según lo publicado por Clarín, la organización ambientalista Greenpeace cuenta que el Atlántico Sur es una zona sitiada y sometida por estas horas a la depredación de los recursos por parte de cientos de barcos extranjeros, la mayoría chinos, pero también coreanos y españoles que, según un monitoreo efectuado en 2019 ya mostraba signos de agotamiento por la sobreexplotación de los recursos (…)

El descontrol pesquero es tal, que a la fecha del monitoreo (…) Greenpeace contabilizó al menos 470 buques extranjeros sobre todo en la zona conocida como Agujero Azul, frente a las costas patagónicas a la altura de Chubut y Santa Cruz (…) mientras que en la Zona Económica Exclusiva Argentina se concentran unos 270 barcos (NdA: suponemos nacionales).

Los buques que están el Agujero Azul están extrayendo calamar y otras especies en apenas 5.000 kilómetros cuadrados (…) están acompañados por cuatro buques petroleros -como gigantescas estaciones de servicios- y por ocho buques frigoríficos que reciben las capturas directamente de los pesqueros para transportarlas al país de destino final, sin pasar por ningún control (…)

El Gobierno (…) reforzó las multas para la pesca ilegal (…) El Ministerio de Seguridad y el de Defensa anunciaron mayores controles y en el caso del segundo se acaba de crear un Comando Marítimo para combatir los ilícitos. Pero estos, que ya presentan dificultades por la falta de instrumentos marítimos y aéreos para perseguir infractores, sólo pueden actuar en aguas nacionales (…)

Greenpeace busca movilizar a la comunidad internacional para que desde las Naciones Unidas se implemente un Tratado Global por los Océanos que permita la creación de una red de santuarios oceánicos en aguas internacionales. El “Agujero Azul” es parte de esta red. Complementario con este tratado, el cual Argentina ha estado impulsando y liderando en este sentido a los países de la región, existe un proyecto de ley para la Creación de un Área Marina Protegida Bentónica en el Agujero Azul, la cual sería una primera medida para asegurar la protección del Mar Argentino, su rica biodiversidad y sus ecosistemas. La sanción de esta ley está pura y exclusivamente en manos de nuestros legisladores, afirmó Vueso de Greenpeace.

Bueno, empecemos por decir que Greenpeace, logra visibilizar algunas de las cuestiones, como la pesca ilegal, que alguno de nosotros viene denunciando desde hace décadas, en buena hora, pero para entender esto en toda su dimensión, deberíamos separar la paja del trigo, no importa tanto donde se produce la pesca ilegal como decir claramente algo que Greenpeace no denuncia: que esos recursos que se pescan mayoritariamente en forma ilegal tanto en el área de Malvinas como en el llamado Agujero Azul y, en general en alta mar más allá de las 200 millas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) Argentina son recursos migratorios argentinos que migran en su ciclo biológico desde la ZEE hacia alta mar y desde ésta regresan a la ZEE Argentina sino son capturados antes en su trayecto por estos buques que pescan en forma ilegal depredando el ecosistema. La comunidad internacional como la Argentina no terminan de tipificar claramente el dominio de estas especies y se limitan a decir que la pesca en alta mar es libre, cuestión, que como me he referido en reiteradas oportunidades es falso, porque la libertad que refiere la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR) no es una libertad absoluta y sin límites y, mucho menos puede ser depredatoria porque iría precisamente con el objeto principal de la CONVEMAR, que es preservar los recursos pesqueros a perpetuidad.

La Argentina al ratificar la CONVEMAR por Ley 24.543 observó y dejó claro en el art. 2º inc. c): «…El gobierno argentino, teniendo presente su interés prioritario en la conservación de los recursos que se encuentran en su ZEE y en el área de Alta Mar adyacente a ella, considera que de acuerdo con las disposiciones de la Convención cuando la misma población o poblaciones de especies asociadas se encuentren en la ZEE y en el área de la Alta Mar adyacente a ella, la Argentina, como Estado ribereño, y los Estados que pesquen esas poblaciones en el área adyacente a su ZEE deben acordar las medidas necesarias para la conservación de esas poblaciones o especies asociadas en la alta mar. Independientemente de ello, el gobierno argentino interpreta que, para cumplir con la obligación que establece la Convención sobre preservación de los recursos vivos en su ZEE y en el área adyacente a ella, está facultado para adoptar, de conformidad con el derecho internacional, todas las medidas que considere necesarias a tal fin».

Nada que ningún funcionario argentino responsable (los Secretarios de Pesca y de Malvinas, entre otros) se halla ocupado de dar cumplimiento, beneficiando no solo a los buques extranjeros depredadores sino muy especialmente a los que pescan en Malvinas y consolidan al gobierno británico en las Islas. Hoy el secretario de Malvinas, Daniel Filmus y el Subsecretario de Pesca, Carlos Liberman han sido incapaces de iniciar acuerdos consensuados con los sectores empresarios y trabajadores para llevar los instrumentos necesarios para terminar con la pesca ilegal que nos aleja de la recuperación de Malvinas, daña el ecosistema pesquero, la economía y el desarrollo poblacional, industrial y laboral del litoral marítimo y muy especialmente el patagónico.

Estamos absolutamente a favor de dar sostenibilidad a la explotación pesquera y a cuidar el ambiente, pero absolutamente en contra de multilateralizar el área. La Administración de los recursos en el Atlántico Sudoccidental deben estar en manos de la Argentina (y Uruguay en su zona) y en sus respectivos espacios marítimos de todos los Estados ribereños en cuyas ZEE se originen los recursos. Cuando Greenpeace «busca movilizar a la comunidad internacional para que desde las Naciones Unidas se implemente un Tratado Global por los Océanos que permita la creación de una red de santuarios oceánicos en aguas internacionales (y, amplia) el “Agujero Azul” es parte de esta red. Complementario con este tratado, el cual Argentina ha estado impulsando y liderando en este sentido a los países de la región, existe un proyecto de ley para la Creación de un Área Marina Protegida Bentónica en el Agujero Azul» está promoviendo asegurar un área de protección de recursos que serán explotados por los buques extranjeros licenciados por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (en adelante Reino Unido) en Malvinas, como ocurre con el Área Marina Protegida de un millón de km2 alrededor de las Georgias del Sur y las Sándwich del Sur o el Área Marina Namuncurá, donde las especies migran hacia el área de Malvinas y son explotadas. O ¿Alguien tiene duda de las razones de la presencia de la patrulla americana y el submarino atómico de Estados Unidos en el Atlántico Sur en estos últimos tiempos? Ocupar un espacio marítimo estratégico y presionar sobre los buques chinos que le dificultan el otorgamiento de licencias británicas (ilegales) pesqueras a los buques españoles, coreanos y taiwaneses en el área de Malvinas.

Que nos quede claro: la cuestión central es la titularidad de los recursos migratorios originados en la ZEE. La Argentina tiene suficiente capacidad técnica para administrar los rendimientos máximos sostenibles, la instauración de limitaciones y vedas, etc. no necesita de ningún santuario.

Accesoriamente, pese a lo indicado en Clarín por Natasha Niebieskikwiat, el control en la ZEE es insuficiente y el aumento de multas inocuo, de hecho, desde que el Congreso sancionó el aumento de las multas por la Ley 27.564 el 16/9/2020 no se aplicó una sola multa a buques extranjeros.

La pesca ilegal ocurre desde hace más de 50 años por parte de buques chinos, españoles, coreanos, taiwaneses, japoneses, rusos, polacos, portugueses, etc. en el Atlántico Sur. A su vez, desde 1982 en Malvinas y, con permisos ilegales británicos, pescan, especialmente británicos, españoles y asociados entre ellos, buques que capturan unas 250 mil toneladas anuales, lo que equivale, a un valor del orden de los mil millones de dólares anuales. A su vez, en alta mar, buques extranjeros capturan unas 750 mil toneladas de recursos migratorios originarios de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de dominio del Estado Argentino, lo que, junto a las capturas en Malvinas significan una extracción anual del millón de toneladas de un valor estimado en los cuatro mil millones dólares; es decir, el doble de las exportaciones pesqueras argentinas y, desde 1982, cuando se internacionalizó el Atlántico Sudoccidental, se extrajeron productos pesqueros por un valor de 152 mil millones de dólares.

La FAO (2016, p. 5/6) estima que al menos el 30% de las capturas en el mundo son ilegales, generando unos 36 mil millones de dólares anuales, lo que lleva a clasificar la pesca ilegal como un problema de seguridad y, si bien, tradicionalmente, la seguridad sólo incluía a los gobiernos contra los ataques extranjeros (Figueiredo, 2010, p. 273), en la actualidad «nuevos enfoques proponen la idea de la seguridad humana” y alcanzan a la supervivencia y el bienestar de las personas. El Informe de la ONU (1994) sobre Desarrollo Humano examina las amenazas a la seguridad de carácter económico, ambiental y social y en el documento sobre la Estrategia Nacional de Seguridad Marítima (2005) se asocia la explotación indebida de los recursos marinos con daños al medio ambiente y a la seguridad económica y, afirma, que la competencia por las poblaciones pesqueras puede dar lugar a conflictos violentos e inestabilidad regional, lo que requiere medidas más agresivas» (L. Vaz Ferreira). Ante la presencia china, los intereses británicos y, la parálisis argentina, no debería asombrarnos la presencia de una patrulla y un submarino nuclear de Estados Unidos en el Atlántico Sudoccidental, en consonancia con el reciente (febrero/21) anuncio del nuevo presidente Joe Biden de una Task Force contra China.

Nada más evidente que la Pesca ilegal que realiza en el área de Malvinas, donde el gobierno ilegal otorga licencias a entre 100 y 200 buques extranjeros, infringiendo todas las leyes nacionales e internacionales y, la propia indicación de no innovar de la Resolución de las Naciones Unidas 31/49. Por fuera de esta área y más de allá de las 200 millas marinas casi 500 buques pescan igualmente en forma ilegal.

Se entiende como Pesca ilegal, y con el tecnicismo de INDNR (ilegal, no declarada, no registrada) a aquella pesca que se realiza infringiendo las leyes nacionales, regionales y/o internacionales; donde no se declaran o se declaran en forma inexacta las operaciones; las que no se ajustan a las reglamentaciones de los Estados o, no pueden controlarse las capturas y/o desembarcos porque los transbordos se efectúan en alta mar; las que reciben subvenciones de los Estados facilitando este tipo de pesca; las que sobreexplotan los stocks disponibles de peces, o no hay forma de determinarlo y otras irregularidades afines.

Pescar en forma ilegal; depredar los recursos pesqueros y desequilibrar el ecosistema del mar argentino no es solo una cuestión de violación de la soberanía; ni solo un tema económico. Tampoco solo una cuestión social si no, que es atentar contra los derechos humanos de tercera generación: derechos al desarrollo sostenido y a la protección natural del ambiente y de los recursos de las próximas generaciones y, por lo tanto, debe ser tratado y penado como tal. Un grave atentado al ecosistema y a la humanidad, donde la Convención del Mar (CONVEMAR), no podría limitar los derechos de los Estados ribereños -los titulares del dominio de las especies migratorias de la ZEE- ya que sería contrario a su espíritu de asegurar la sostenibilidad de las especies y, donde países como Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Estados Unidos, México, Perú, la Unión Europea, Venezuela, etc. habiéndola aprobado o no, consideran a la pesca ilegal un delito penal o sugieren su aplicación para combatirla, ya que han entendido, que no alcanza con la acción civil para desalentar la pesca ilegal.

La CONVEMAR, en su Preámbulo manifiesta que, los Estados Parte están «…conscientes que los problemas de los espacios marinos están estrechamente relacionados entre sí y han de considerarse en su conjunto» y deben tener en cuenta «…en particular, los intereses y necesidades especiales de los países en desarrollo…» y, en este sentido, la pesca ilegal impide el desarrollo económico, laboral y social de la Argentina y, muy especialmente del litoral patagónico y de Tierra del Fuego, un área estratégica frente a la ocupación británica del área meridional del Atlántico Sudoccidental y los archipiélagos australes.

La pesca ilegal no se trata de un hecho aislado, sino de una operación inconsulta y masiva de Estados de Bandera provistos de miles de grandes buques factorías subsidiados que depredan el mar sin control alguno o, en el caso de las licencias ilegales británicas en Malvinas explotan y comercializan productos con base de proteína que se les quita a la Argentina donde la pobreza alcanza al 44%, contrariando por tal razón uno de los objetos centrales de la CONVEMAR y la FAO.

La CONVEMAR, establece una serie de obligaciones a los Estados Ribereños y a los de Bandera que capturan en la ZEE y, ello es absolutamente razonable, porque el ecosistema es único e indivisible y, por lo tanto la sobrepesca en la ZEE afecta los recursos que migran a alta mar, tanto, como la sobrepesca en alta mar afecta los recursos en la ZEE, razón por la cual, los Estados de Bandera en alta mar están obligados a acordar la captura con los Estados ribereños, ya que resulta un absurdo que especies migratorias como el calamar, la merluza y otras especies, que son de dominio de Argentina, por el solo hecho de transponer la línea imaginaria de las 200 millas, transmute, cambie de titularidad y, sea apropiado libremente, por cualquier embarcación extranjera, provocando un grave desequilibrio en el ecosistema argentino.

Por su parte, la libertad de pesca en la Alta Mar a que refiere la CONVEMAR (art. 87º inc. e y el 116º), como he dicho, no es una libertad absoluta, y está acotada a los textos ya citados del Preámbulo de la CONVEMAR y, «ejercida por todos los Estados, teniendo debidamente en cuenta los intereses de los otros Estados en su ejercicio de la libertad…» y que, entre los deberes del Estado de Bandera (art. 94º) se encuentran «el control de la contaminación marina; el combate a la piratería; la adopción de medidas de cooperación y administración de los recursos vivos (Art. 117/118º); la determinación de las capturas permisibles y la conservación, teniendo en cuenta la interdependencia o asociaciones de las especies y el esfuerzo de pesca (Art. 119º).

La ZEE y la alta mar deben tratarse como un todo y, no es posible, que las producciones pesqueras puedan ser sostenidas sin la resiliencia ecológica e integridad del ecosistema. La propia directora de Recursos Naturales de los británicos en Malvinas Andrea Clausen (MercoPress, 7/5/2020), dijo: «generalmente hay unos 400 buques chinos operando en el Atlántico sur (…) todas estas capturas ilegales son muy al norte de la ZEE de Falklands, si bien la captura del calamar Illex pertenece a la misma biomasa…». En palabras británicas una confesión, que ratifica que los recursos de Malvinas migran desde el continente argentino.

La creciente demanda de productos pesqueros incrementó la pesca a distancia en todo el mundo, al aumentar las capturas para satisfacer la demanda (Pauly; Zeller, 2016), pudiendo, esta expansión provocar enfrentamientos por los recursos en un ámbito tan amplio, donde la soberanía de los Estados ribereños está debilitada. La Argentina es el caso, con la presencia británica, china, española, coreana, etc. El Reino Unido en su Documento de Estrategia de Seguridad Marítima (2014) «expone la necesidad de protección contra las amenazas de su dominio marítimo, incluida la pesca ilegal y, pone a ésta al mismo nivel de otras amenazas, como la delincuencia organizada y el terrorismo, lo que demuestra la gravedad». Ese mismo año, la Unión Europea, incluye a la pesca ilegal, como una amenaza para la seguridad marítima de sus Estados miembros y en 2016 el Consejo Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos publicó un informe exclusivo sobre el tema de la pesca ilegal (IUU), y lo definió como una amenaza para la seguridad alimentaria y económica que beneficia al crimen organizado transnacional.

En este escenario resulta central, que la Argentina promueva la declaración de dominio de los Estados ribereños de los recursos migratorios que se originan en sus ZEE; declare estas la pesca ilegal un delito penal y la incorpore al artículo 186º del Código Penal e inicie las acciones para tipificar de contrabando las exportaciones de productos desde Malvinas. Son hechos gravísimos sobre los que la Argentina debería actuar en forma urgente.

La nueva planta de la pesquera Veraz está próxima a inaugurarse

Sitio de Internet – Pesca Chubut – Chubut

La misma cuenta con una inversión de aproximadamente 5 millones de dólares

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El intendente de Rawson, Damián Biss, recorrió la obra que la pesquera Veraz S.A. construye en el puerto capitalino para reubicar allí la planta de procesamiento que hoy funciona en el casco céntrico. El grado de avance es muy importante, por lo cual, desde la firma, evalúan que a fines de este mes se estará inaugurando.

Una vez que esté operativa la planta -cuya construcción demanda 5 millones de dólares-, se generarán nuevos puestos de trabajo. Desde la firma aseguraron que la nueva planta se convertirá “en un centro logístico” a nivel regional.

El traslado fue una alternativa planteada por Biss ante los referentes de la firma y además de obedecer a aspectos ambientales -por el sitio donde actualmente está emplazada, sobre la calle Gregorio Mayo-, también va de la mano con las gestiones para afincar el “Polo de Desarrollo Pesquero”.

Desarrollo Productivo

Es un proyecto que el Ejecutivo viene trabajando dentro del esquema del Programa de Desarrollo Productivo Rawson Produce en conjunto con todos los actores de la actividad portuaria y buscará la innovación tecnológica y la competitividad del sector.

Luego de la recorrida -de la que también participó el subsecretario de Desarrollo Económico, Eduardo Varela-, el director Comercial de la Pesquera Veraz S.A., Federico Angeleri, señaló: “Recorrimos la primera etapa de una planta maestra que proyectamos para los próximos años para relocalizar la sede que está emplazada en el ejido urbano de la ciudad”.

Angeleri comentó que esta primera parte de la obra implicó “la construcción de dos cámaras de congelado para 2400 toneladas de producto terminado”.

En la nueva planta “concentraremos mucha mercadería” y será “un centro logístico para el grupo Veraz en la Patagonia. Porque no solo tenemos planta en Rawson, sino también en Puerto Deseado (Santa Cruz), y además buques tangoneros congeladores que operan en Comodoro Rivadavia o en Puerto Madryn”.

Angeleri demostró su satisfacción porque la planta de procesamiento “va a generar nuevos puestos de trabajo. Es un paso también para que el Parque Industrial Pesquero comience a asentarse. Además, valoró que “más empresas podrán afincarse en el Polo Industrial. Será muy positivo porque generará inversión, desarrollo, e infraestructura para poder seguir creciendo”.

Por último, dijo: “Calculamos que a fin de mes se va a estar inaugurando. Estamos con los últimos detalles de puesta en marcha de los equipos. Y estimamos que en la primera semana de abril vamos a estar operando”.

Aguilar salió al cruce del STIA y convocará a una mesa de diálogo

Sitio de Internet – Pesca Chubut – Chubut

El funcionario comentó que están trabajando fuertemente para lograr la diversificación pesquera en Chubut

El secretario de Pesca, Gabriel Aguilar, se refirió ésta mañana al tema de la generación de nuevas alternativas productivas en la provincia y aseguró que “por mandato del Gobernador, Mariano Arcioni, estamos trabajando fuertemente para lograr la diversificación pesquera en Chubut, buscando herramientas y opciones que permitan mantener la actividad durante todo el año y generar fuentes de trabajo genuino”.

“Nuestra provincia cuenta además del langostino, con otros recursos a los que hay que darle la posibilidad de incluirse para generar un futuro productivo positivo en la economía regional, que son la merluza y la anchoíta”, continuó.

Y advirtió “en ese sentido, se propuso la convocatoria de una mesa de diálogo y consenso que permita avanzar con la posibilidad de diversificar la canasta de productos del mar disponible, dejando atrás prejuicios añejos e intereses particulares, que no aportan a la construcción de la matriz productiva pesquera que nos merecemos. Hoy, necesitamos miradas y acciones constructivas, integrales e inclusivas, porque estos tiempos requieren estar a la altura de las circunstancias en todos los ámbitos de gobierno. Y consideramos que la mejor forma de avanzar es que las partes vinculadas pongan a disposición su participación, su conocimiento y experiencia, su buena fe y su predisposición en la búsqueda del mayor bienestar para el conjunto, teniendo presente y capitalizando el recorrido que no ha llevado a buen puerto antes”.

Diálogo

“En este contexto es una obviedad aclarar que semejante propósito trasciende a un funcionario público en particular, y por lo tanto en vez de solicitarse apresuradamente su renuncia por los medios, podrían acercarse a la mesa de diálogo las propuestas concretas y propicias para el bien común del sector, que todos necesitamos para preservar y generar el empleo genuino”, continuó Aguilar.

“Esa mesa de diálogo, claramente, va a estar integrada por todos los actores involucrados, las plantas pesqueras, las flotas, la Secretaría de Pesca en representación del Gobierno y, por supuesto, los gremios, que son los encargados de reivindicar a los trabajadores y visibilizar sus luchas”, agregó el funcionario.

Crecimiento

“Yo vengo del sector gremial, entiendo perfectamente cómo se trabaja y en ningún momento atentaría contra las instituciones que se han ganado el respeto colectivo, sólo llamo a la reflexión y al diálogo, necesitamos revisar los costos económicos, porque estamos buscando alternativas para el bien de la sociedad en su conjunto, buscamos herramientas para generar empleo, buscamos que el sector no quede paralizado cuando el langostino se va”, recordó.

En último término el secretario de Pesca dijo que “es necesario advertir que en Chubut, no va a haber ninguna renuncia que bloquee la posibilidad de crecimiento económico, la diversificación es un tema ya instalado, que va a avanzar porque el beneficio va más allá de los intereses personales”.

El sector pesquero celebra el acuerdo con Brasil para exportar langostinos

Diario La Capital de Mar del Plata

A través de sus cámaras representativas, la industria pesquera elogió las gestiones realizadas por la embajada argentina en Brasil, para que se levante la restricción que impedía exportar desde 2013 langostinos al país vecino.

La Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de Argentina (CAPECA), la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), el Consejo de Empresas Pesquera Argentinas (CEPA), y la Cámara de Armadores de Poteros Argentinos (CAPA), mantuvieron una reunión virtual con el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, en la cual se interiorizaron y agradecieron las gestiones para que la industria pesquera argentina pueda volver a exportar langostinos al mencionado país.

Además, se hizo un especial reconocimiento a las autoridades del Ministerio de Agroindustria y del Senasa, que también participaron en las tratativas.

El Supremo Tribunal Federal de Brasil volvió a autorizar la importación de langostinos argentinos, que estaban suspendidas desde 2013, a causa de una medida cautelar, informó el embajador Daniel Scioli.

Sobre el acuerdo comercial, el embajador Daniel Scioli sostuvo: “Desde nuestro primer día al frente de la embajada comenzamos el diálogo con las autoridades del país vecino para lograr este acuerdo. Hoy es una jornada histórica, en la que podemos decir que no hay más barreras sanitarias, ni fitosanitarias, ni zoosanitarias con Brasil. Ahora es el momento de que la rueda empiece a rodar”.

Al respecto, el presidente de CAPECA, Eduardo Boiero, manifestó: “Estamos agradecidos por este acuerdo que nos permitirá volver a exportar nuestro producto a Brasil. Nosotros habíamos hecho las presentaciones judiciales que eran necesarias pero faltaba este impulso diplomático y político para lograr la resolución del tema. Haremos nuestro mayor esfuerzo para que Brasil vuelva a ser un mercado importante para la pesca argentina”.

Por su parte, el presidente de CAPIP, Damián Santos explicó: “Es un gran impulso para las economías regionales poder llegar a este mercado tan importante después de tanto tiempo y tanta lucha judicial, realmente es una gran noticia. Desde el sector empresario destacamos la gestión llevada a cabo por las autoridades”.

El gerente de CEPA, Darío Socrate, expresó: “Estamos muy contentos y nos genera mucha expectativa la reapertura del mercado brasilero. Ya estamos trabajando junto a las autoridades, en un encuentro conjunto del sector privado y público, para volver a exportar lo antes posible”.

A su vez, desde CAPA agradecieron y felicitaron a las autoridades “por tan brillante gestión, que sin duda beneficia a todo el sector pesquero”.

Durante el encuentro, el sector pesquero pudo intercambiar consultas sobre todos los alcances del acuerdo y ambas partes iniciaron una vía de comunicación con las autoridades que seguirá en los próximos días para comenzar a exportar en el corto plazo.

En 2020, el sector exportó langostino entero por US$ 379.765.538 a España, Italia, Japón y Rusia. En tanto, la exportación de colas de langostinos alcanzó los US$ 450.127.58 y entre sus principales destinos figuraron China, España, Perú y Estados Unidos.

También participaron de la reunión el presidente del SENASA, Carlos Paz; el Director Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera, Julián Suárez; y diferentes representantes de las empresas del sector.