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En una jornada cargada de simbolismo y emoción, el Astillero Naval Federico Contessi celebró la botadura de su buque número 150, el BP Leonilda. Este evento no solo marca un punto culminante en la trayectoria de una empresa que ha sido pilar de la industria naval marplatense y argentina, sino que coincide con tres eventos extraordinarios: los 150 años de la ciudad de Mar del Plata, los 75 años de actividad ininterrumpida del astillero, y un emotivo homenaje a Leonilda Novelli de Contessi, esposa del legendario fundador Federico Contessi.
El evento estaba programado para las 10:00 horas del 08 de diciembre de 2024, Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, una celebración profunda para la feligresía católica que honra la pureza y gracia de María de Nazaret, concebida libre de pecado original y presentada como modelo de fe y caridad.
El día prometía un evento sin precedentes, y lo marcaba la cantidad de vehículos que casi colapsaron las arterias que llevaban al Astillero, que desde el propio ingreso y hasta Acha por Avda Juan B Justo y desde el ingreso a la TC2 incluyendo el estacionamiento interior y exterior del centro comercial del puerto estaba abarrotado de automóviles. Siendo las 10:58 horas, el BP Leonilda tocó agua salada por primera vez.
El buque, una obra maestra de la ingeniería naval por captar la necesidad de la pesca como herramienta para el oficio con tangones además de ser multipropósito, y asi lo demuestran los rullers en popa, está construido con acero y aluminio naval y diseñado para operar en las aguas costeras de Argentina. Con una eslora de 20,95 metros, una manga moldeada de 7,50 metros y un puntal de 3,30 metros, esta embarcación está equipada con tecnología avanzada que garantiza altos estándares de eficiencia, seguridad y sostenibilidad. Su destino será el puerto de Rawson, Chubut, desde donde comenzará a operar para la empresa armadora Grupo Veraz, una empresa que ya cuenta con siete buques construidos por el propio Astillero Contessi.
Durante la ceremonia, Domingo Contessi, presidente del astillero, brindó un emotivo discurso en el que recordó a su padre, Federico Contessi, y a su madre, Leonilda Novelli, destacando su papel fundamental en la fundación y crecimiento de la empresa. “Este buque lleva el nombre de una mujer que, con su trabajo y determinación, fue el sostén de nuestra familia y del astillero en los momentos más difíciles. Este es nuestro homenaje a su memoria y a su legado ”, afirmó Contessi.
El BP Leonilda no solo representa un avance tecnológico, sino también una continuidad del compromiso del astillero con la excelencia. Esta nueva embarcación incorpora mejoras significativas, como un rediseño de la cubierta de popa, la inclusión de rullers para la pesca de merluza, y la ampliación del pozo de carga. También cuenta con una hélice de proa Sleipner para optimizar las operaciones vecinas al muelle, y panelería ignífuga de última generación.
La ceremonia estuvo enmarcada por momentos de profundo simbolismo, como la participación de las cinco bisnietas de Leonilda Novelli de Contessi, quienes oficiaron como madrinas del buque, representando la continuidad generacional y el compromiso con los valores fundacionales de la empresa. La emotividad alcanzó su punto culminante con el bautismo del buque, oficiado por Monseñor Armando Ledesma, y el tradicional estallido de la botella de champagne contra el casco.
La botadura del BP Leonilda, además, resalta el impacto económico y social del astillero. Según el vicegobernador de Chubut, Dr. Gustavo Menna, “ este buque simboliza capital de trabajo que se integra a nuestros puertos y fortalece a una provincia donde la pesca es una de las principales actividades productivas ”.
El acto concluyó con el deslizamiento del buque hacia el mar, bajo el mando del capitán Raúl Ricle, y con la ovación de los trabajadores, familiares y amigos que presenciaron este momento histórico mientras decenas de bocinas se hacían sentir con el estruendo de algunas bombas celebrativas.
El BP Leonilda es más que una embarcación;esconde el espíritu de perseverancia y tenacidad en momentos duros que afectan a la industria naval, es un símbolo de superación, de legado familiar y de visión industrial que ha trascendido generaciones. En un contexto de desafíos económicos y sociales, esta botadura reafirma el compromiso del Astillero Contessi con la innovación, la calidad y el desarrollo sostenible de la industria naval argentina.