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BY ROBERTO GARRONE
La falta de espacio operativo en muelles interiores es, tal vez, uno de los mayores problemas que tiene el puerto de Mar del Plata. Y resolverlo, o al menos intentarlo, ha sido también una de las polÃticas de cabecera de la administración que encabeza Martin Merlini al frente del Consorcio Portuario.
En realidad en el puerto no falta espacio sino que sobran barcos inactivos. No solo la docena que el Presidente del Consorcio intenta remover en las secciones 4ta y 5ta del espigón 2, sino también en otros sectores, como la 6ta y fundamentalmente desde la 11 a la 13, sobre el muelle grande, el más próximo a los silos y la galerÃa del elevador de granos.
Según una lista que maneja el propio Consorcio son 53 las embarcaciones que al menos hace un año que no salen a pescar por diferentes razones. Hay de todo tipo: costeros, fresqueros, congeladores arrastreros y también poteros.
Algunos pocos están en gradas de TPA, en varadero y puestos en seco. Otros en reparaciones un tanto prolongadas sobre el muelle interior de la Escollera Norte. El resto prácticamente abandonados a su suerte y con el riesgo ambiental que eso implica. El Santa Angela por ejemplo, lleva más de mil dÃas. Otros como el potero âGiuianaâ, más de 1400 dÃas.
Puestos uno detrás del otro todos los barcos inactivos suman más de 2 mil metros de eslora. Los metros de muelle en el puerto marplatense es mucho menos que esa cifra. No generan más colapso del que ya provocan porque están amarrados en segunda, tercera y hasta en cuarta andana.
En la sección séptima el Consorcio le da giro a los poteros que terminaron la zafra de calamar. Es otro estacionamiento. Llego a haber hasta once barcos amarrados juntos. Dios es marplatense y no permitió que ocurra una desgracia.
En el Consocio aguardan por la llegada del cabrestante para el varadero dela Base Naval que permitirá poner en seco a los Chiarpesca 57 y Chiarpesca 58. Lo construyen en un taller del conurbano porque todos los locales están tapados de trabajo.
Con viento a favor y sin demoras adicionales, los dos primeros barcos se desguazarán en septiembre próximo. Paupérrimo resultado para una obra anunciada en noviembre del 2017 y que terminarÃa en el 2018. Con suerte terminará en el 2020 para recuperar los 110 metros lineales de muelle sobre la sección 4ta y 5ta. Posiblemente con Merlini de vuelta a su rol de agente marÃtimo.
Es claro que varios de los 53 barcos inactivos antecedieron la llegada de Merlini al Consorcio. Pero va para 40 meses de gestión y no sacó uno solo. Dice que trabaja para liberar muelles pero desde que asumió a la fecha su único logro ha sido recuperar los 270 metros de la Terminal de Cruceros, que casi nadie utiliza.
Pero este logro también tiene su lado B. A esa lÃnea de muelle al poco tiempo le suturó 166 metros con la draga Mendoza. La embarcación del estado nacional está incluida en el plan desguace en el varadero de la Base Naval. La draga no solo ocupa sino también destruye el muelle de la escollera norte exterior con la persistencia de los golpes que le da el casco en cada sudestada.
Solo uno de esos 53 barcos inactivos/abandonados fue intimado por el Consorcio. Es el âHarengusâ, un congelador de 80 metros que acumula óxido desde diciembre del 2015 debajo de los silos Ni siquiera es de Mar del Plata. Baldino lo trajo de Puerto Madryn y pronto negoció su cuota de merluza.
La administración portuaria le dio 60 dÃas para que disponga del bien. El plazo vence por estos dÃas y Baldino lo incumplirá. El armador dice que paga mucho por tener el barco ahÃ. Merlini asegura que los únicos de esos barcos que no pagan el canon son el Cabo VÃrgenes y el Promarsa I, abandonados también en la sección 11.
Cuesta creer que Loba Pesquera pague por el âSiriusâ cuando presentó quiebra hace más de un año, el armador del âMellino Iâ haga lo mismo cuando desde que lo compró no salió nunca a pescar, u Ostramar por el âDon Lucianoâ y Romano por el âGustavo Râ.
La deuda generada por los dos ex Alpesca asciende a más de 20 millones según ha dicho Merlini. El Presidente del Consorcio impide desde hace un par de semanas que el Promarsa III, otro barco que perteneció a Alpesca, entre a Mar del Plata para renovar certificados en el varadero de TPA si antes no abona la deuda de los otros dos.
El Promarsa III ahora pertenece a Red Chambers, una empresa con capitales americanos radicada en la Patagonia. Desde la armadora sostienen que el buque pertenecÃa a AP Holding no a Alpesca, y tras la expropiación quedó en manos de la Provincia de Chubut, quien lo concesionó a Red Chambers.
Según publicó Revista Puerto en los últimos dÃas, desde la empresa aseguraron que el Consorcio nunca entabló demanda contra Alpesca, que es la generadora de la deuda y tomaron la decisión de no brindarle giro al Promarsa III como una cuasi extorsión por lo que dieron aviso para que intervenga CancillerÃa Argentina. Por ahora el buque aguarda en Necochea y evalúa otros destinos porque ahà no hay dónde ponerlo en seco.
Como si no tuviésemos problemas suficientes con la jaurÃa de perros sueltos, MSC que tacha al puerto porque no tiene grúas propias, la basura que se acumula en los muelles, el fracaso de las licitación del predio de los silos, la precariedad en los controles del servicio de estiba y este nuevo cementerio de chatarras que se mantienen a flote, el Consorcio abre el plano internacional y se sumerge en un conflicto diplomático. Bingo.