Langostino: números en rojo

Sitio de Internet – Puerto de Palos – Mar del Plata

La temporada de langostino consume sus últimos días de pesca en aguas nacionales donde la actividad finalizará el próximo 15 de octubre, luego que el Consejo Federal Pesquero definiera las últimas dos prospecciones en áreas donde no había mucha abundancia del marisco y mantuviera cerrada una zona que a juzgar por los capitanes de pesca, se encontraban los ejemplares de mayor tamaño.

Más allá de la queja de los oficiales y armadores, la medida frena el by catch en zona de veda de merluza y garantiza un ciclo reproductivo sin una alta presión de pesca que ayudará a un reclutamiento favorable para la temporada de pesca 2020/21.

La zafra terminó confirmando los pronósticos que antecedieron la apertura de la jurisdicción nacional. El retardo en el proceso reproductivo generó un corrimiento de las concentraciones de langostino disponible para ser pescadas y la flota tuvo que migrar hacia el este, lejos de la costa, para conseguir ejemplares de buen tamaño.

De acuerdo al reciente informe de coyuntura que refleja la actividad de la industria pesquera en los primeros ocho meses del año, los desembarques de langostino alcanzaron las 144 mil toneladas. Se trata de un descenso del 9,6% en relación a los desembarques entre enero y agosto del año pasado.

En el epílogo de la temporada la cifra total quedará muy por debajo de las 252 mil toneladas que se desembarcaron en el 2018, año récord, con más de 300 buques declarando haber pescado langostino y difícil de empardar a futuro.

Este año fue una cantidad de buques parecida, pero que pescaron menos marisco, en menor tiempo. La zafra en aguas nacionales se redujo un par de semanas con la apertura demorada y el cierre anticipado. 

Pero el problema del langostino no es su abundancia, o falta de ella. No hay demanda y los precios cayeron. Lo que desvela a las empresas es encontrar mayores canales de comercialización para bajar el stock disponible en cámaras frigoríficas.

La misma estadística oficial marca la velocidad asimétrica con que la flota captura el recurso y la venta del langostino entero o la cola a distintas partes del mundo. Según datos del INDEC, entre enero y julio se comercializaron 67.497 toneladas de langostino, que generaron 458 millones de pesos, con un valor promedio de 6786 dólares. Las cifras representan una merma del 15,8% en volumen, 17,8% en valor y el 2,4% en el valor promedio en relación al mismo período del año pasado.

En estos primeros siete meses del año se exportaron casi 40 mil toneladas de langostino entero, el que pescan, clasifican, envasan y congelan en cajas de 2 kilos los buques tangoneros. Al 25 de septiembre esta flota llevaba capturadas 80 mil toneladas de langostino. Las ventas avanzan con el freno de mano puesto.

Los tangoneros son los más castigados con la caída de precios porque tanto China y España, sus principales clientes, acceden a langostino de cultivo a menor precio y todavía conservan parte de lo pescado y exportado el año pasado, que treparon casi a las 180 mil toneladas,  

El resto de las exportaciones entre enero y julio de langostino se completan con 28 mil toneladas de cola, en sus distintos subproductos que generaron 221 millones de dólares con un valor promedio de 7843 dólares la tonelada. Las cifras representan una baja del 20% en volumen, 16% en valor y una suba del 4,4% en el valor promedio. La cola se exporta congelada en bloque, pelada y desvenada o cola entera, congeladas individuales y envasadas en bolsas de 1 kilo, en sus tres tamaños: 11/15 – 16/20 y 21/25.

En la apertura de Conxemar, en Vigo, España, una de las ferias del pescado congelado más importantes del mundo, varios empresarios argentinos se ilusionaban con poder regresar a Argentina con varios pedidos de compra a partir del mayor ímpetu de oriente.

Todos se han resignado a un valor inferior del excelente langostino patagónico, salvaje y austral. Lo que preocupaba a varios era unificar el piso, algo difícil de lograr cuando los costos de producción no son parecidos entre todos los actores. Ya dijimos que Moscuzza puede vender a 5 dólares el kilo mientras encuentra técnico para Aldosivi.

El reproceso de langostino pescado por la flota fresquera no solo genera trabajo en puertos patagónicos sino también en Mar del Plata donde en varios frigoríficos ocupa las horas de envasadoras, peones y calibradores, descongelando y embolsando con destino a Estados Unidos.

Siempre cola sin pelar en la mayoría de los establecimientos. Sumarle valor con el pelado y desvenado deja de ser rentable por los elevados costos laborales y desde las autoridades no hay mayores incentivos por generar más trabajo.

Brasil podría ser una buena opción para descomprimir stock pero los anuncios de Luis Miguel Etchevehere sobre la reapertura del mercado para el langostino entero sigue siendo parte de lo intangible. El Ministro parece que tiene otras urgencias: fomentar el trabajo de los obreros navales españoles.