Pesca ilegal en el Atlántico Sur: acciones para enfrentar el flagelo

Diario Clarín – Bs.As.

Argentina debería empezar a considerar con visión geoestratégica la mejor forma de regular las pesquerías adyacentes a la Zona Económica Exclusiva.

La pesca ilegal de especies altamente migratorias y transzonales es un flagelo que amenaza a la mayoría de los caladeros del mundo. El Atlántico Sur lo sufre en dos temporadas al año con cerca de 400 embarcaciones chinas y no menos de 40 barcos españoles, entre otros países, que faenan calamar regularmente en los márgenes y dentro de la Zona Económica Exclusiva.

Los importantes esfuerzos de la Armada Argentina y la Prefectura Naval para fortalecer la vigilancia tienen la limitación de la dimensión geográfica del área de pesca como por el número de embarcaciones pesqueras involucradas. Lo mismo ha ocurrido en otras pesquerías importantes en distintos océanos.

Con este motivo, la FAO, reconociendo la gravedad del problema de la pesca ilegal no declarada y no reglamentada (INDR) y consciente de las dificultades para evitar la depredación pesquera en aguas jurisdiccionales, ha propuesto la creación de organismos regionales de ordenación pesquera (OROP) como forma de mejor administrar una pesca sustentable y, a la vez, que sirva de contención a las flotas que avanzan sin licencias de pesca en la zona económica exclusiva de los Estados. También los organismos regionales de pesca pueden establecer límites al número de embarcaciones y, entre otras medidas, fechas y topes de capturas.

En la actualidad existen 50 OROP que cubren los principales caladeros del planeta. A título de ejemplo en América del Sur, Chile, Perú y Ecuador integran la OROP de calamar del Pacífico Sur (SPRFMO, por sus siglas en inglés) y han conformado un ámbito subregional (Calamasur) para coordinar posiciones comunes. Si bien las OROP no son una solución mágica ni perfecta para contener toda la pesca ilegal, tienen la ventaja de ordenar las pesquerías en el área de alta mar adyacente a la Zona Económica Exclusiva a la que solo pueden acceder las embarcaciones de los Estados parte del área regulada por la OROP.

La creación de un órgano regional para el manejo sustentable del calamar del Atlántico Sur Occidental (en toda o parte del área 41 de la FAO), merece ser estudiada. Ya en el 2019 en el Comité de Pesca de FAO (COFI), China intento avanzar en esa dirección. Los argumentos contrarios suelen estar referidos al Reino Unido por la ocupación colonial de las Islas Malvinas.

Sin embargo, esa cuestión podría ser encarada con creatividad diplomática como en otras instancias bilaterales o siguiendo el ejemplo de CAMELAR. También sería interesante analizar el caso de la cohabitación de China y Taiwán que pertenecen a las mismas OROP en distintos caladeros.

Argentina, que cuenta con un litoral marítimo de casi 5.000 km y una amplísima plataforma continental, debería empezar a considerar con visión geoestratégica la mejor forma de regular las pesquerías adyacentes a la Zona Económica Exclusiva y reducir los efectos negativos de la pesca ilegal , incluyendo los abusos de pesca en las aguas circundantes a las Islas Malvinas y Georgias del Sur. Lo que no sería aconsejable en las actuales circunstancias internacionales es mantener un impasse indefinido.

Roberto García Moritán es diplomático. Ex vicecanciller.

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