Fuerte polémica por la pesca de merluza negra

Diario del Fin del Mundo – Ushuaia

Ayer se conoció la sanción al Tai An y la disposición de rematar la carga de pescado extraído. También explotó la interna en el sector y llueven denuncias cruzadas.

En Tierra del Fuego, una encendida controversia ha estallado en torno a la pesca de la preciada merluza negra, desatando un vendaval de críticas y denuncias que han sacudido los cimientos de la industria pesquera fueguina. Todo comenzó con la captura por parte del buque pesquero Tain An, sin contar con cupo, de más de 170 toneladas de este codiciado recurso, con un alarmante predominio de ejemplares juveniles, lo que encendió las alarmas de conservacionistas y autoridades por igual.

Lo que inicialmente parecía ser una simple controversia por prácticas de pesca insostenibles, ha revelado ser la punta de un iceberg mucho más grande: un negocio millonario en dólares que ha estado operando bajo el radar durante años en aguas del Atlántico Sur. Las empresas involucradas en el negocio de la pesca de la merluza negra han salido a la luz, destacando a Prodesur, propietaria del Tain An, así como las tres empresas que inicialmente denunciaron la captura excesiva por parte del buque, ganando notoriedad nacional en el proceso.

Sin embargo, no solo Prodesur se Encuentra bajo el escrutinio público y las investigaciones oficiales, sino que ahora se han sumado al centro de la polémica también las otras tres, que sí cuentan con cupo para la pesca de la especie: Argenova, Estremar y Pesantar. Por cierto, en medio de versiones cruzadas, se han levantado serias sospechas sobre las modalidades de pesca y los niveles de transparencia que existen para su práctica. El volumen del negocio y sus precios fijados en dólares vuelve muy atractiva la actividad para empresas de terceros países, como por ejemplo los de capitales noruegos y de origen asiático. Más allá de las conjeturas, los numerosos reportes del INEDIP dan cuenta de la complejidad de la operación y la fragilidad de la especie, situaciones que salieron a la luz gracias a la presión de la opinión ciudadana y las investigaciones en curso.

Las revelaciones no paran ahí: se ha confirmado que el Tain An fue multado en las últimas horas con una cifra que supera los 100.000 dólares, aunque para muchos esto parece ser apenas una fracción del beneficio que estas empresas obtienen de la venta de la merluza negra. Cada tonelada de este preciado recurso se cotiza en aproximadamente 25.000 dólares, lo que deja en claro el enorme incentivo económico que hay detrás de esta actividad.

Ante este escenario, las autoridades locales y nacionales se encuentran bajo presión para tomar medidas drásticas que pongan fin a estas prácticas depredadoras y garanticen la sostenibilidad de la pesquería de merluza negra, un recurso vital tanto para el ecosistema marino como para la economía de la región. Por su parte, de ahora en más las empresas pesqueras también deberán aumentar sus niveles de rendición de cuentas ya que administran un recurso extremadamente frágil y millonario, que ha generado un intenso debate en distintos ámbitos nacionales relacionados con la pesca. Mientras tanto, la sociedad civil y las organizaciones ambientales continúan exigiendo transparencia, explicaciones precisas y una acción firme para detener un posible saqueo desenfrenado de nuestros océanos. Todo pareciera indicar que la batalla por la merluza negra está lejos de terminar.

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