Diario Provincia 23 – Ushuaia
El pescador artesanal Carlos Bravo relató la situación del sector, que no cuenta con muelles ni con una planta de procesamiento, que si bien la tiene la Municipalidad de Ushuaia, no estaría funcionando. Actualmente quedan solamente seis pescadores, y apenas dan abasto para abastecer al mercado local. Lamentó la falta de acompañamiento de las cámaras hotelera y gastronómica, porque están directamente vinculadas con un producto que reclaman los turistas. En la próxima sesión ingresaría el proyecto que declara la emergencia y espera que, reunidas todas las partes, se ponga blanco sobre negro sobre lo que está ocurriendo. Aseguró que los fondos específicos para incentivar la producción no les están llegando.
Río Grande.- El pescador artesanal Carlos Bravo dialogó con Radio Provincia sobre la situación del sector y las dificultades que están teniendo para poder producir. “Hay gobiernos que escuchan y otros no, pero no hemos seducido a ningún gobierno. Siempre nos hemos presentado, les hemos hablado de las problemáticas y ahora hemos llegado a un cuello de botella, porque tenemos una administración pública inundada de gente, para administrar solamente a seis pescadores, porque no hay más”, dijo.
“En 2018 éramos 18 y ahora solamente quedamos seis. En 2021 la Ministra Castiglione y el Municipio decían que trabajaban en conjunto por la planta para pescadores artesanales y no hay nada, no hay muelle, no hay planta, no hay operatividad. Ahora esto ha tomado interés parlamentario, nosotros tenemos serias intenciones de decretar la emergencia y no volver atrás. Necesitamos que el Estado nos asista, porque no tenemos un muelle para los pescadores artesanales, terminó la temporada y hemos abastecido como pudimos”, señaló.
Asimismo, lamentó la falta de acompañamiento del sector privado directamente interesado. “Yo estoy solo, no está la Cámara de Turismo ayudándonos, tampoco la Cámara Hotelera, no hay nadie y no sé qué pasa, porque el consumo de la centolla es de interés provincial. Todos vienen a consumir ese producto que es nuestro y se lo tenemos que dar a la gente”, expuso.
Respecto de la planta municipal, dijo que “es una planta de crustáceos y es lo que predomina en la pesca de Tierra del Fuego. Hay dos partes del mundo donde vive el crustáceo que está acá, en Ushuaia y en Alaska. La centolla que pescamos acá es muy rica, tiene muchas proteínas y es buscada por muchos turistas. Todos sabemos que el intendente tiene negocios gastronómicos, pero la planta no funcionó nunca. La remodelaron 60 veces, la inauguraron, hicieron el muelle afuera del agua. Hoy la planta tiene todos sus empleados adentro, incluso hay dos ingenieros trabajando adentro, pero no sabemos qué pasa con ese edificio público que nos corresponde a todos los que vivimos acá para brindar un buen servicio y darle a toda la gente en Semana Santa un producto de mar”.
“Nosotros tenemos prohibido ingresar a la planta, no sabemos qué hace la gente que está adentro y eso le preguntamos al señor intendente, le elevamos notas, hemos pedido informes al Concejo Deliberante y ya se agotaron todas las posibilidades”, aseguró.
Detalló que “Tierra del Fuego tiene cuatro zonas de pesca, una es Ushuaia, la zona dos es de Almanza en adelante, la zona tres es de la Isla de los Estados en adelante y la zona cuatro es más para el lado del norte. Nosotros estamos en una zona impresionante, y es hermoso pescar sobre el límite de Chile, pero es impresionante la presión de los secretarios para implementar AIS. La AIS es un posicionador personal y es información que está a disposición de cualquiera. En una zona limítrofe no podemos cederle a los que navegan el Canal de Beagle el lugar donde están nuestras jaulas. Nos ajustan, nos quieren sacar el permiso. He hablado con el gobernador y le dije que necesitamos por favor la renovación de las autoridades. Queremos que se vayan, porque ya estuvieron cuatro años y no hicieron nada. En la Secretaría son 60 personas. Con la Municipalidad tuvimos una reunión muy buena pero no sacamos nada. Quieren procesar ellos, quieren llevar adelante la operatividad de la planta y no podemos participar de centros de capacitación, ni llevar adelante la planta. Ellos quieren que llevemos los crustáceos y que nos vayamos. En un momento en la anterior gestión de Walter Vuoto me apretaron de tal manera que fueron todos los inspectores a todos los comercios y ajustaron a todos los gastronómicos. Les dijeron que si no pasábamos el producto por la planta no podíamos vender. Llevamos el producto a la planta y tiraron el producto al basural por no poder procesarlo”, afirmó el pescador.
“Hace muchos años que estamos en esto, tenemos un sistema de procesamiento, abastecemos el mercado interno, no tenemos problemas porque es un producto que no tiene marea roja. Se procesa muy meticulosamente, se paga de contado todo lo que es la pesca artesanal y se emplea mucho trabajo. La pesca artesanal, con los seis que hay ahora, genera más trabajo que la pesca de altura. Yo tengo una tripulación de seis en el barco, eso hay que multiplicarlo por los seis que somos, además al ingresar una centolla dentro de un local trabaja el mozo, el cocinero, el dueño, el del alquiler. No estamos viendo la parte de la productividad y lo que tenemos”, manifestó.
Respecto de los fondos de incentivo, advirtió que “los fondos van para otro lado. Nosotros tenemos contacto en Nación y nos dicen que vienen fondos a Tierra del Fuego para asistir a los pescadores. En un momento Yutrovich impulsó el pedido del dinero para hacer los dos muelles para los pescadores artesanales, y los hicieron afuera del agua. Vino una empresa, se enojó, se fue y se llevaron los fondos. Después vino otra empresa, le pagamos de vuelta, e hizo los muelles mal, porque hoy no los podemos utilizar. La planta va a empezar a operar dentro de tres meses y no tiene vivero para mantener vivo el producto hasta que le toque procesarlo. Una planta procesa las 24 horas del día y los 7 días de la semana, pero es imposible hacer producir a la Municipalidad de Ushuaia en horarios inusuales como los que usamos nosotros, que ingresamos a Ushuaia a las 19 horas y laburamos toda la madrugada”, planteó.
“Cuando la gente descansa, nosotros trabajamos, para que la gente tenga la centolla que tanto le gusta en todas las mesas. Yo tengo muchos clientes particulares, les hago un precio con todo el esfuerzo, porque tenemos muchos impuestos, que están todos al día, y lo curioso es que no nos dejan producir. Yo tuve que despedir a todo el personal, tenía procesadores, tenía marineros, y cada puesto de trabajo es una familia. Los tuve que despedir a todos porque el gobierno de la provincia dijo que no pesquemos más y dentro de 30 días no quieren que salgamos más, porque está la veda de la centolla y podemos capturar el centollón. Con el centollón hacemos un parche y seguimos haciendo algo parecido a la centolla, que lo entregamos al mercado interno. Seguimos con esa política de que cuando podemos pescar no podemos vender, y cuando podemos vender no podemos pescar”, aseveró.
“En todas las reuniones que tuvimos con la Municipalidad ellos dicen que no van a despedir a nadie de los que están en la planta. Lo curioso es que no trabaja la planta y no sé quién paga todos los gastos de mantenerla operativa. Toda la parte tributaria, la luz, los impuestos, todo eso corre en el edificio de la planta. En un momento nos dijo el señor intendente que si seguimos jodiendo van a hacer un gimnasio en la planta. Juan Carlos Pino nos dijo lo mismo, que nos dejemos de joder con la planta, porque siempre va a ser municipal y de hecho la municipalizaron”, expresó.
El pescador aclaró que lo que menos falta es demanda, pero no hay una política de incentivo ni inversiones desde el Estado. “Es impresionante la demanda que tenemos, hay muchos pedidos de centolla y nos llaman de todas partes del mundo. Nosotros proveemos solamente al mercado local, en un momento estuve exportando centolla a Buenos Aires y lo dejé de hacer para abastecer al mercado interno. Nuestro propósito es siempre producir y generar trabajo. Yo como propietario del barco no podría producir solo, necesito gente”, subrayó.
“Yo hice un acercamiento con los concejales pero no nos quieren atender. Esperaremos ahora a ver qué pasa con la Legislatura, porque va a llamar a la Secretaría de Pesca, al CADIC. Ahora están haciendo un estudio con fines comerciales, pero no se puede hacer un estudio en el medio de una veda. Si quieren estudiar la centolla en este momento, correspondería hacer una prospección, es decir estudiar el animal y devolverlo al mar, pero la Secretaría no tiene fondos. Fuimos intimados muchas veces vía mail, porque ellos quieren hacer el estudio con nuestras herramientas de trabajo. Nosotros ponemos el combustible, el inspector, los seguros, todo lo que conlleva soltar la amarra de un barco, hacer una pesca biológica, con fondos nuestros. No tienen idea de lo que es llevar adelante todo eso para beneficencia de un Estado ausente, porque no hay muelle, no hay planta, no hay nada”, reiteró.
En la próxima sesión se daría ingreso al proyecto de ley de emergencia y hay expectativas de ser escuchados. “Pasará a comisión y se va a llamar a todos los interesados. Ahí va a estar muy claro todo, pero yo tendría que estar pescando, no tendría que estar en la Legislatura. Nosotros pagamos todos los impuestos y tenemos personas que nos representan, que salen fuera de la provincia y buscan fondos para el fomento de lo que hacemos. Tendremos que estar sentados enfrente de Juan Carlos Pino, que estuvo muchos años al mando del Concejo Deliberante, y me gustaría que nos explique por qué no produce la planta de crustáceos de la Municipalidad de Ushuaia, que es la primera planta en zona uno Tierra del Fuego, que tiene cero trabajo”, concluyó.