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Galicia mantiene una importante presencia en las aguas de las Islas Malvinas gracias a la flota de 16 buques pesqueros que operan en la región, con licencias para la captura de calamar. Según explicó Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo, los barcos pertenecen a sociedades mixtas de capital gallego y de las Islas Malvinas, lo que les otorga un acceso privilegiado a las aguas circundantes.
Touza destacó que la flota gallega disfruta de un acuerdo histórico que garantiza derechos de pesca a largo plazo. «Son 16 barcos y conseguimos derechos de pesca a 25 años, lo que representa una gran suerte y una ventaja para la sostenibilidad de la actividad», indicó el presidente de la cooperativa. Esta concesión a largo plazo subrayó, es fundamental para planificar la pesca de manera responsable, buscando no solo el beneficio económico a corto plazo, sino también la viabilidad a largo plazo de la industria.
Sin embargo, el panorama de la pesca de calamar en la región no está exento de desafíos. En una reunión celebrada recientemente entre las empresas pesqueras y científicos, se planteó una preocupación sobre la biomasa de calamar en las aguas de las Malvinas. Los estudios han indicado una posible disminución en los niveles de esta especie, lo que ha generado inquietud en el sector. «Nos transmitieron que los niveles de biomasa son preocupantes, y se nos sugirió reducir al máximo las capturas», detalló Touza al diario gallego El Atántico.
Ante esta recomendación, las empresas pesqueras gallegas, representadas en la reunión, decidieron adoptar una postura unánime: priorizar la sostenibilidad de la pesca a largo plazo por encima de los resultados inmediatos. «El posicionamiento de las empresas fue claro: no debemos hipotecar el futuro de la actividad, que está garantizado por los derechos a 25 años, solo para cuadrar las cuentas de explotación del ejercicio», explicó el presidente de la cooperativa.
En este contexto, las empresas pesqueras han decidido reducir temporalmente las capturas y estudiar las posibles causas detrás de la disminución de la biomasa. Touza señaló que las empresas también están explorando alternativas, como la posibilidad de investigar nuevas zonas de pesca para asegurar el futuro de la flota. «Lo importante ahora es entender las causas de esta situación. Queremos estudiar otras áreas y, si es necesario, adaptarnos a los cambios en el ecosistema marino», concluyó el representante de los armadores gallegos.