Sitio de Internet – Parte de Pesca – Mar del Plata
Nelson Saldivia
El dato oficial es demoledor y fue aportado por el INDEC en el informe de Balanza Comercial de 2024 dado a conocer este lunes. Según los guarismos divulgados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos las exportaciones en pescados, crustáceos y moluscos, la suma en millones de dólares llegó a USD 1.981M en el año que terminó. Es decir, la industria pesquera argentina generó divisas por casi dos mil millones de dólares para el país; valores promedio que se vienen dando en los últimos años.
Precisa el organismo en su estudio de comercio exterior sobre el Intercambio Comercial Argentino que en los doce meses de 2024 se contabilizaron exportaciones de pescados y mariscos sin procesar por USD 1.691 millones de dólares, mientras que la cifra de pescados y mariscos elaborados llegó a USD 290 millones de dólares. Lo que representa que el 85,3% de los productos pesqueros que exportó Argentina fueron “sin elaborar”.
LA PROBLEMÁTICA DE FONDO
La información oficial del INDEC, que aclara que son estimativos sujetos a verificación, no sorprende en la pesca, ya que desde hace años la mayor parte de lo que se exporta es materia prima sin procesar o con un mínimo nivel de manufactura. Y obedece claramente a que hoy no están dadas las condiciones para generar productos con valor agregado en Argentina que sean competitivos en los mercados internacionales.
El dato desnuda la crudeza de la situación en que está hoy el sector pesquero argentino en general. En 2024, al sector al que mejor le fue es el del calamar con capturas por 154.565 toneladas de la especie Illex argentinus con precios internacionales favorables, siendo China el principal destino estos productos. Calamar que mayoritariamente fue exportado en bloque sin procesar.
REPROCESO EN EL EXTERIOR
“Con 9% de retenciones a las exportaciones para bloques de langostino de más de 2 kilos, hoy es más rentable exportar el bloque para reprocesarlo en Perú, Paraguay o un país asiático, y después enviarlo a Europa, que procesarlo en Argentina”.
La categórica afirmación pertenece a un ejecutivo de una de las compañías multinacionales líderes, con inversiones en Argentina, consultado por PARTE DE PESCA.
Los costos de producción de Argentina, con los niveles inflacionarios que recién ahora experimentan una merma importante, salarios dolarizados, convenios colectivos de trabajo no atados a producción, alta presión fiscal, y derechos de exportación, explican con claridad meridiana porqué la mayor parte de los pescados, mariscos y moluscos comercializados al exterior se van sin procesar o con una mínima intervención.
TIEMPO DE REVISAR LA MATRIZ LABORAL
La generación de “valor agregado” a la pesca ha sido un recurrente latiguillo de expresiones de deseo de los sucesivos gobiernos y funcionarios de turno que, con voz alta y locuacidad, logran los aplausos de sus acólitos. Terminado el discurso, no ha habido medidas de fondo que incentiven y hagan ciertamente competitivo generar productos pesqueros con alto valor agregado que puedan insertarse en los mercados internacionales.
No obstante, vale señalar que hay empresas que con inversión propia y desarrollos tecnológicos están generando productos con valor añadido que tienen segmentos puntuales y específicos de mercado para su comercialización.
Puertas adentro del sector admiten que las circunstancias hacen que sea momento de revisar la matriz laboral.
¿Por qué hay esquemas tan diferentes en provincias de una misma región de dentro del país? El sistema de cooperativas está habilitado por la legislación laboral actual salvo en Chubut. La agenda política y parlamentaria parece estar dispuesta este año a revisar esas restricciones este año.
Chubut amplió su Zona Franca con una Subzona en Trelew con importantes beneficios fiscales. En el sector pesquero hay expectativa, pero también mesurado optimismo, ya que es necesario ver cómo se implementa, en qué plazos, y no es menos cierto que experiencias de otras latitudes provinciales han mostrado que la burocracia estatal ha dinamitado sus propios objetivos.
En este caso, el Gobierno de Chubut parece decidido a poner en agenda una revisión de la matriz laboral -incluida la industria pesquera y los convenios colectivos del STIA- para que los sectores productivos logren márgenes de competitividad y haya un marco atractivo a nuevas inversiones en valor agregado. Gestos que generan confianza y abren alternativas de desarrollo estratégico de largo plazo.
“NO HAY SOSTENIBILIDAD SIN RENTABILIDAD”
Con todo, el dato del INDEC respecto a que la mayor parte de las capturas pesqueras siguen siendo exportadas “sin elaborar”, no sorprende a nadie dentro del sector, sino que expone y pone sobre la mesa la problemática de fondo.
En las condiciones actuales es muy dificultoso ser competitivos, pero representa un desafío para la industria pesquera lograr transmitir estos vectores, proponer alternativas que se traduzcan en medidas que tengan impacto real en la ecuación del negocio pesquero.
La pesca nacional, entre otros, tiene un “problema comunicacional”. La industria pesquera argentina admite, sostiene y advierte, pero tiene serias dificultades en transmitir que “no hay sostenibilidad si no hay rentabilidad empresarial”.