Diario El Chubut – Comodoro Rivadavia
Nicolás Santos, presidente de la Cámara de la Flota Artesanal de Rawson (CAFAR), expuso la problemática que enfrenta el sector en relación con la operatividad en distintos puertos de la provincia. Actualmente, la pesca artesanal se encuentra relegada ante el auge del langostino, lo que afecta la rentabilidad y sostenibilidad de los pescadores que dependen de la captura de merluza.
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«Nuestro puerto de operaciones es Caleta Córdoba, pero estamos gestionando la posibilidad de operar en Puerto Camarones, que se encuentra en desuso para la pesca de merluza», explicó Santos en diálogo con el periodista Rodrigo Mansilla en el programa Invencibles que se emite en FM EL CHUBUT. Según detalló, la concentración de las plantas en la producción de langostino desde diciembre ha generado una paralización en la actividad pesquera artesanal.
En términos de costos, el panorama resulta desafiante. «El precio de la merluza es bajo no solo en nuestra provincia, sino también en otras, y al calcular los costos de operación, vemos que muchas veces salimos a pescar, cubrimos sueldos y combustibles, pero terminamos sin rentabilidad», agregó el dirigente. Frente a esta situación, buscan que se les permita operar en Camarones, un puerto más accesible que podría aliviar los gastos logísticos.
Caleta Córdoba.
La pesca artesanal opera bajo un sistema de cupos y restricciones. «Tenemos una capacidad de 200 a 250 cajones por embarcación, pero se nos impone un límite de 150 cajones diarios», explicó Santos. Además, señaló que algunas plantas de procesamiento en la región están interesadas en recibir su producción si logran trasladar la actividad a Camarones.
Las gestiones han alcanzado el ámbito legislativo y el gobierno provincial, aunque hasta el momento no han obtenido una respuesta concreta. «Nos han escuchado en distintos sectores, pero seguimos esperando definiciones que nos permitan operar sin restricciones en toda la provincia», sostuvo.
El problema logístico es otra de las trabas que enfrenta el sector. «Hay barcos que llegan con pescado al muelle y no se lo levantan, lo que significa una gran pérdida», relató Santos. Esta situación se debe a la falta de demanda por parte de las plantas procesadoras, que priorizan el langostino. «La merluza es más delicada y requiere un manejo rápido para su conservación, por lo que es fundamental garantizar la infraestructura necesaria», agregó.