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La medida fue definida como un “cese total de actividades”, aunque el documento no menciona a todas las cámaras empresarias. Posible pedido de conciliación obligatoria.
La discusión salarial del Somu con los sectores empresarios que agrupan a los tangoneros cogeladores desembocó en un paro de carácter general. La medida la decretó oficialmente el gremio en la noche de este domingo.
“La organización ha resuelto decretar a partir de las cero del 6 de julio el cese total de actividades en la flota de buques congeladores y fresqueros, afectando tanto a las patronales agrupadas en Capeca, Capip, Cepa y empresas independientes”, informaron.
En el siguiente párrafo, la nota firmada por el secretario general, Raúl Durdos, agrega: “Han fracasado rotundamente todas las negociaciones tendientes a una recomposición salarial acorde al contexto económico y social”.
Miradas contrapuestas
Fue precisamente el contexto y la irrupción del coronavirus lo que acentuó el derrumbe de los mercados y la baja de precios. Desde Capeca/Capip impulsaron entonces la adecuación de los salarios a esta nueva realidad; pero chocaron contra la intransigencia del Somu.
De hecho, casi toda la flota langostinera congeladora se encuentra amarrada. Sus armadores no están dispuestos a salir con el actual esquema de costos.
En cualquier caso, la entidad que representa a una parte de los marineros, reafirmó que no está dispuesta a modificar el valor dólar de referencia utilizado hasta aquí para liquidar salarios. Como respuesta, y en plena crisis de toda la economía, impulsa el freno de la actividad pesquera en su conjunto.
De todas maneras, el documento no menciona a la Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura, ni a la Cámara de la Industria Pesquera Argentina (Caipa).
Tampoco hace referencia a los costeros, nucleados en la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera, por lo que se verá en las próximas horas el alcance del paro, así como la adhesión que cosecha entre los trabajadores.
Conciliación obligatoria en el horizonte
Más allá de este aspecto, cabe esperar que las empresas presenten un pedio de conciliación obligatoria para imponer una pausa en el conflicto durante algunos días y reabrir el canal formal de diálogo.
Tanto el Ministerio de Trabajo como la Subsecretaría de Pesca de la Nación deberán extremar los esfuerzos para evitar que un sector dinamizador del empleo y generador de divisas no se detenga en una coyuntura por demás compleja.