Las dudas de la conciliación, “Tony”, “Pototo” y Mar del Plata que no se vuelve a bloquear

Sitio de Internet – Puerto de Palos – Mar del Plata

BY ROBERTO GARRONE

En un escenario de negociación pero sin movimiento de tangoneros congeladores a zona de pesca todas las miradas se posan en los históricos empresarios marplatenses que podrían sacar parte de la flota por urgencias propias y discrepancias con la forma que desde la patagonia se conduce la crisis. En Mar del Plata referentes sectoriales se le plantaron al SOMU y no permitirán nuevos bloqueos.

“En los próximos días tendrá que resolverse el conflicto con el SOMU”, dijo Antonio Solimeno en un vivo por Instagram en el marco de una entrevista con el Centro de Estudiantes de la UTN.

Del deseo de Tony pasaron ya 12 días y la situación con los obreros marítimos unidos y los barcos tangoneros congeladores amarrados a muelle, lejos está de resolverse más allá de la conciliación obligatoria que este jueves tendrá contacto cara a cara.

Decidido y un tanto más despabilado el ministro Moroni, abrió un canal de negociación para que las partes, hasta ahora inflexibles en sus posturas, pudieran tender puentes de concordia avivados por el aliento oficial y la necesidad de no regalar más las imágenes del subdesarrollo del fin de semana, con miles (no 500 mil) de kilos de langostino con destino al predio de Landfarming.

Si bien desde ambos sectores acataron la conciliación y el gremio suspendió el paro total de actividades, desde las cámaras empresarias aseguraban que el acatamiento no incluía sacar los barcos a pescar. Que alcanzaba con seguir devengando salarios y guardias en puertos.

Esto es lo que se discutirá en los próximos días y puede aumentar el nivel de tensión y mal humor de los trabajadores que luego de la reunión del martes, al menos en Mar del Plata, cantaban y saltaban, felices porque “tienen que sacar todos los barcos a pescar”. La realidad no va en esa sintonía.

En este nuevo escenario asoman también flamantes interrogantes. Qué harán armadores como Tony, ansiosos por sacar los barcos a pescar y recuperar parte de lo que invirtió en el nuevo Rasmus Effersoe, la pulcritud con que lucen el “Borrasca”, “Arrufo”, “Paku”, y enojado por la manera en que los representantes de las cámaras patagónicas llevaban adelante el conflicto.

“Son CEOS que no pisaron nunca el muelle”, dicen que reniega Antonio. Algunos consultores frecuentes del empresario le sugieren que llegue a un acuerdo transitorio pero con los barcos afuera.

“Están locos si quieren aprovechar la pandemia para voltearles el convenio”, le avisan a Tony quienes ven más allá e imaginan, sin acuerdo, un escenario con bloqueo de exportaciones como en tiempos de Omar Suárez, quien, por si faltaba otro condimento, promete volver a la vida gremial. La cúpula del SOMU se juega en este conflicto quizás su suerte electoral del año que viene.

En las últimas horas hubo reunión en Solimeno para mirar la evolución de los números del año y el inventario del poco langostino que queda en cámara. “Así como esta el convenio los sueldos son muy altos”, le avisaron a un grupo de marineros que esperaba expectante. “La idea de la empresa es ir moviendo los barcos”, confió un allegado a Damian Basaill, el nuevo referente del SOMU en Mar del Plata.

El otro al que desde la Patagonia miran con suma atención es a José Moscuzza. Si bien para adentro, en las reuniones habituales por zoon “Pototo” es uno de los más duros e inflexibles, lo miran con sospechas y vigilan los movimientos.

“Saca todos los barcos”, me dijo un hombre de extrema confianza, que el martes a la noche lo llamó para ver qué pensaba hacer. “Recién hablé con él y no mueve ninguno”, me refutaba un empresario con activos en Patagonia. Pototo también reniega del manejo que Mariano Pérez hace de Dario Sócrate, gerente de CEPA, bajando la linea de la gallega Iberconsa.

Hasta en Vigo están preocupados por la suerte de la temporada y resumen que junto con Argenova, integran el top ten de exportadores del marisco en 2019. Entre las dos, casi 200 millones de dólares facturados el año pasado, . más del 10% del total de exportaciones de la pesca nacional.

“María Eugenia”, “María Liliana”, “Buena Pesca”, “Siempre Don José Moscuzza” y “José Américo” son los tangoneros congeladores que Moscuzza puede poner en marcha. No todos tienen los mismos costos de producción, claro, como sucede en la flota del resto de las empresas.

Cuando refieren que al acatar la conciliación los barcos deben salir, entre los armadores interrogan. “Cuándo, cuántos barcos, cuántas mareas salir a pérdida”, insisten. Es un mundo gris que mientras no haya un acuerdo de fondo, se mantendrá vigente, al candor de la paciencia del SOMU

Pototo podría sacar al ilegal José Américo, con el que comenzó a destruir el mercado del langostino entero a partir de sus ventajas comparativas con el resto de la flota: tamaño y capacidad de bodega, ganando incluso donde otros, dicen, comienzan a perder plata.

Sería una hermosa paradoja que Moscuzza rompa el bloque homogéneo que hasta ahora lució la patronal, sacando un barco a pescar del que todos conocen su origen espurio y todos callaron la boca con silenciosa complicidad.

Donde también miran con atención el devenir de la conciliación y si el SOMU sacia su euforia con un par de tangoneros congeladores en el agua es en la flota fresquera de altura. Si la pesca de por sí es una actividad con pocas certezas, estas horas llevaron la incertidumbre al extremo.

Se olvidan del caos del fin de semana o ahora bajo el paraguas conciliador regresan mansos a los puertos patagónicos para descargar el langostino?. Operar desde Mar del Plata es inviable. No solo desde lo económico, donde consumen 10 mil litros más de combustible que si entran y salen de Chubut, sino que pierde calidad el marisco y es más frecuente quedar a merced del mal tiempo.

Más de uno envidió el viaje redondo que metió el Marbella que a la ida navegó con viento de cola, completó en tres o cuatro lances y volvió con el mismo viento de cola para llegar a descargar el domingo, antes del bloqueo que el SOMU regaló el lunes.

“Sale así uno de cada 10 viajes”, refirió un armador que logró descargar en Madryn y volvió a zona de pesca sin saber qué situación regalará el conflicto cuando complete la bodega y deba decidir a dónde entrar descargar. “Esto cambia minuto a minuto”, reflejó.

Porque en el sur también está el conflicto latente del STÏA que pide una actualización salarial del 50% con CAPIP que en cualquier momento detienen la cadena del reproceso en tierra.

Y las bases más ansiosas del SOMU por arribar a un acuerdo que los lleve al mar. Ansiosas, iracundas y fuera de control, digamos todo, con el bloqueo de los accesos de Madryn y Camarones, y con la decisión clara de generar un daño tangible a los demás actores de la industria.

La anarquía que exhibe la provincia en cuanto a brindar servicios esenciales como justicia o seguridad tiene que evaluarse también a la hora de dilatar una solución en esta historia.

Durante el piquete nadie pudo siquiera pensar en pedir auxilio al fiscal de turno para ponerle freno a la barbarie. El personal de justicia hace más de un mes que no cobra y en una situación parecida están los efectivos policiales. Quedó a la vista que en Chubut nadie pudo poner en cause el conflicto.

Luego de la reunión del martes entre los asociados a la patronal evaluaban cuál de las 3 o 4 alternativas que manejaban como oferta superadora, era oportuno poner sobre la mesa. Ayer el silencio fue el común denominador.

Cuidado con tensar mucho más la cuerda de lo que ya está y se comprobó en los últimos días porque todavía están frescas en la memoria ciudadana las llamas arrasando con empresas en Puerto Deseado. El optimismo sin fundamento que mostró el SOMU tras la reunión del martes abona riesgos similares.

“Hacemos todo el esfuerzo posible pero del otro lado se mantiene la inflexibilidad y el riesgo es que no vemos vías de escape para poder bajar la tensión”, confesaba el martes un industrial que descartaba cualquier chance que el gobierno colabore bajando presión impositiva.

El arreglo de las cámaras armadoras del fresco para quitarle argumentos al SOMU (sin éxitos a la vista) para aplicar medidas de fuerza sobre la flota, despertó otras negociaciones salariales. El SOIP y CaIPA sin ir más lejos avanzaron un par de capítulos, aunque sin final feliz por el momento.

Con el nuevo cuarto intermedio dictado este miércoles las certezas siguen siendo pocas. Nadie sabe, al menos el gremio, cuáles serán las empresas que comenzarán a mover los barcos. Hasta cuándo Durdos, Navarro y Cía dosificarán la paciencia para alimentar la expectativa de las bases. Les alcanzará, si llega a ocurrir, que mueva una docena de barcos.

Interrogantes que no tienen respuesta ahora ni en los próximos días mientras dure la conciliación que el SOMU respetará siempre y cuando vea señales concretas de la intención de salir a pescar con los congeladores tangoneros

Pero más allá de lo que haga Moscuzza y Solimeno con los suyos, parece difícil que se vuelva a repetir el bloqueo en el acceso a Mar del Plata que se vivió a principios de semana.

Sectores de la estiba, encabezados por Alberto Ovejero, de Hipocoop, se comunicaron con Cristina Ledesma y se pusieron a disposición para trabajar en conjunto de modo de garantizar que la industria se desarrolle libre de obstáculos.  

La secretaria General del SOIP fue el único referente sindical que el lunes se acercó al bloqueo para explicar que la medida perjudicaba a miles de obreros del pescado que no solo ganan una décima parte de lo que cobran los marineros de barcos congeladores tangoneros sino que desde principios de año están pidiendo un subsidio y repartiendo bolsones con alimentos no perecederos.

Consciente del peso específico que “Chamusca” tiene en el tablero portuario, el domingo a la tarde, previo al bloqueo, Damián Basaill lo llamó para explicarle los alcances de la medida. “Si es solo un día, hace tranquilo hermanito”, le dijo el estibador.  

Pasada la manifestación y más allá de la suerte del canal conciliador, los estibadores y obreros del pescado aseguraron que no permitirán que la rueda productiva se vuelva a interrumpir en tiempos que falta descargar el calamar del epílogo de la temporada y puede ser más frecuente la presencia de langostino fresco para reprocesar en plantas del puerto.

Y el Prosecretario de la Seccional Mar del Plata es el primero que lo sabe.

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