De reflejos, nuevas trampas y relaciones inconducentes

Sitio de Internet – Puerto de Palos – Mar del Plata

BY ROBERTO GARRONE

Al sacar el Chiarpesca 58 del espejo interior del puerto, Felizia pudo hacer en 3 meses lo que Merlini no pudo en dos años. Solimeno volvió a capturar nototenia en los partes de pesca de sus congeladores. CaIPA y el SOIP con paritaria trabada y sin abordar los problemas del sector

El Chiarpesca 58 entró por última vez como barco pesquero al puerto marplatense el 12 de diciembre del 2006. Durante casi 14 años estuvo ocupando metros de muelle en áreas operativas del puerto local. Una señal distintiva que alumbra la desidia que persigue la realidad portuaria en estos años.

Y el Chiarpesca es uno de los más de 50 barcos que ya dejaron de cumplir funciones como tales y solo generan problemas como obstáculos flotantes. Sin que nadie rinda cuentas ni asuma sanciones, digamos todo.

Esta semana la batea de casi 40 metros fue remolcada del muelle 2 para que el sincrolift de SPI lo saque del agua y lo acomode en un lugar que le cedió al Consorcio para que los obreros de Lusejo lo desguacen.

Algo que no pudieron hacer en el varadero de la Base Naval porque su cesión al Consorcio, como vimos en el artículo de la semana pasada, está más trabado que el expediente con la multa a Solimeno por pescar merluza y declarar Nototenias en sus barcos congeladores.

Hacemos desde este espacio un humilde llamado de atención para las autoridades de la Subsecretaría y los inspectores que comanda Leandro Marina, jefe del Distrito Pesca del puerto local. Ojo porque Tony parece haber regresado a las andanzas con la nototenia y a alimentar una caja jugosa.

Hay un dato que acompaña esa sospecha. En todo el año 2018 se declararon descargar 88 toneladas de nototenia.  Hasta el 22 de julio ya se llevan desembarcadas 101 toneladas. El 80% se declaró desembarcar en Mar del Plata. Y sin el Navegantes en el agua porque está siendo reparado a nuevo en la sección 11 del espigón 3.

Cuidado porque Tony arranca a baja velocidad, con cierta timidez de primerizo y termina promoviendo el negocio de la nototenia como especie top. En el 2009, por ejemplo, la flota declaró descargar 16 mil toneladas, sustentada en los aportes de Solimeno.

Volvamos al Chiarpesca 58… pudo sacarlo Merlini. Hace casi un año tenía el plan aprobado por Prefectura. Miguel Sánchez, su ladero fiel ya era miembro del Directorio y empleado de SPI, el mismo lugar que ahora le da la venia a Felizia para mostrar su primer logro importante de gestión y coronar los 100 días en el cargo. Reflejos y gestión que abren una puerta a la esperanza.

 Donde no brillan los refloejos y todo luce oscuro y lúgubre es en la relación de CaIPA con el SOIP. Patronal y gremio discuten la actualización paritaria del año. Como si la industria y el empleo en la cadena fresquera no tuviera innumerables temas que abordar y resolver, las partes solo se juntan para discutir el numerito de la actualización.

No todas las partes, claro. En las últimas horas desde Cafrexport hicieron pública su preocupación por el destino que podía tener la negociación de la que solo participa CaIPA, la cámara que agrupa a un manojo de empresas con barcos y obreros registrados pero que impacta en otros eslabones más débiles de la cadena.

Frigoríficos sin barcos y otra estructura productiva muy distinta deben hacer frente al mismo porcentaje de aumento cuando tienen también otra situación financiera, de acceso a créditos, respaldo, mercados, variedad de productos, etc. distinta a la de los apellidos ilustres, o Iberconsa, propiedad de un Fondo de Inversiones estadounidense, con flotas diversificadas.

En los últimos años han intentado meter un pie en esa negociación como para tener un rol activo y no enterarse por los diarios lo que firma CaIPA, pero hasta ahora no han tenido éxito. La posibilidad que en este ajuste figurara un retroactivo del 10% a marzo encendió las alarmas entre los frigoríficos exportadores.

“Vemos con extrema preocupación que se hable de recomposición salarial y de ajustes retroactivos, cuando todos sabemos -empleados y empresarios- del esfuerzo que venimos realizando todos para mantener las estructuras productivas en actividad”.

Si bien muchos tienen obreros como “socios” de cooperativas, lo que implica un costo laboral menor en comparación al personal efectivo, el negocio en lo que va del año ha repercutido negativamente por los efectos de la pandemia. Se redujeron exportaciones, bajaron los precios y el también consumo en el mercado interno donde pilares como restaurantes y hotelería fueron los principales afectados.

“Cualquier modificación en la estructura de costos de nuestras empresas terminará en disminución de los niveles de producción y/o cierre de más empresas, con las consiguientes consecuencias en el empleo”, advirtieron en las últimas horas.

Por ahora la paritaria entre CaIPA y el gremio esta trabada a partir de una fuerte resistencia de la patronal a pagar el retroactivo adicional a lo ya establecido por el Decreto del presidente Alberto Fernández.  La idea de extender el 35% hasta diciembre fue rechazada por el gremio.

Es necesario que los mismos reflejos que mostraron en el Consorcio para exhibir al Chiarpesca fuera del agua en una alianza circunstancial con SPI, se repliquen en el sector del reproceso de pescado fresco en tierra.

El sector sigue acumulando pérdida de empleo y ya no se discute la registración laboral. Esa batalla parece perdida. Las urgencias son otras: que los Enrique Ulloa, los Chuli Gómez, de las plantas clandestinas no cierren para no aumentar la sangría de obreros en la calle.

Pero se sigue caminando dentro de un laberinto al que no hay salida mientras se mantiene la informalidad y la explotación laboral. Cómo generar un abordaje integral cuando la patronal y el sindicado solo se sientan a discutir el aumento de cada año y luego se gruñen como cuzcos viejos.

Es imposible pensar en mejoras para los trabajadores cuando no hay puentes capaces de unir a los dos extremos. Sin empresas no hay trabajadores, pero parece haber trabajadores sin empresas. Alejandro Korn no lo era. Las fasoneras del Chuli, tampoco…

Quizás haya que empezar por ahí, alumbrando todos esos eslabones que hoy corren en negro. Y de paso blanquear los canales de comercialización que sostienen esa ilegalidad. Pero por dónde empezar si el Ministerio de Trabajo de Nación todavía no designó a su Delegado en Mar del Plata a 8 meses del cambio de autoridades.

Algún día debería ser un obstáculo vender merluza al mercado interno o exportarla, si en el proceso existe un alto nivel de marginalidad laboral. Por ahora, como desde hace más de 20 años, más allá de anuncios y medidas tendientes a mejorar la trazabilidad, la precarización se mantiene  más vigente que nunca.

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