Los interrogantes de construir un barco en España y no en la Argentina

Sitio de Internet – El Retrato de Hoy – Mar del Plata

Disculpe mi ignorancia (José Luis Borges)

Hace unos días atrás, el Ministro de la Producción Matías Kulfas, se reunió con la Industria Naval para tratar la problemática del sector y ofrecer facilidad de financiamiento por parte del estado.

La respuesta que recibió de parte del empresariado, fue la ratificación de inversiones superiores a las 40 millones de dólares.

Cuando leí esa noticia muy importante y gratificante para las empresas y obreros navales argentinos, hice un recorrido mental sobre los acontecimientos que en los últimos meses nos ha ofrecido la Industria Naval Argentina.

En ese orden recorde que el Astilleros Contessi S.A. botó su embarcación numero 135 anunciando que será la última del 2020, pero que alista la construcción de dos pesqueros más para principio del año próximo. No fue un año cualquiera para el grupo que lidera “Don Federico” ya que también fue el año de ampliar sus instalaciones.

Tambien me acorde Astilleros S.P.I. boto dos pesqueros hace poco tiempo en Mar del Plata, inicio la construcción de una dragalina y potencia inversiones en infraestructura en sus astilleros.

Por el lado de Astilleros Río Santiago, que está volviendo a la vida y al pleno trabajo de la mano de Ariel Basteiro y de su acuerdo con Tandanor para la construcción de embarcaciones para la Armada Argentina, aprovechando los fondos que le fueran asignados a Agustín Rossi (Ministro de Defensa) para mejorar la capacidad de las fuerzas armadas.

A la Industria Naval Argentina, pareciera que la pandemia no la afecto en su capacidad de trabajo y de resultados aunque también, es justo decir, que pusieron todos sus esfuerzos para que no se detenga la rueda de la producción.

Cruzando el charco, más precisamente en España, las cosas son distintas. Parece ser que ha disminuido visiblemente la capacidad de contratos a los que son los habituales en astilleros gallegos.

Hace algunos meses, debió, la Unión Europea, asignar recursos (500 millones de euros) para asistir el desempleo de la industria naval solo en España.

Tal es así, que en el período julio / Octubre, solo tres astilleros lograron nuevos contratos de construcción, entre ellos nuestro conocido ARMON, el mas importante y el que concentra la mayor cantidad de contratos. Y digo “conocido” porque es el lugar donde se diseñaron y construyeron buques para empresas argentinas, inclusive para el propio estado nacional.

En cuanto a los encargos del estado, a partir de la llegada de un nuevo gobierno, parece ser que se ha revertido la tendencia.

No así con los actores privados de la pesca, que siguen haciendo encargos en los astilleros españoles. En realidad en un único astillero ARMON.

Y si no, basta con buscar en las noticias y nos encontramos que ARMON S.A. tiene encargada la construcción de dos (2) buques pesqueros por IBERCONSA DE ARGENTINA S.A., mientras que ARMON VIGO, tiene un pedido de construcción de un barco pesquero para PEDRO MOSCUZZA E HIJOS S.A. y otro con un contrato pendiente del gobierno anterior para un barco de investigación pesquera para el INIDEP.

Lo del barco para el INIDEP no hay que analizar absolutamente nada, ya que se trata de un pedido de un gobierno que desmerecía la Industria Nacional y amenazaba con “Dinamitar” Astilleros Río Santiago (sic).

Ahora la pregunta que me hago es ¿Por qué las empresas pesqueras argentinas, que capturan un recurso argentino, con una licencia argentina terminan haciendo construir sus buques en España? En el caso de IBERCONSA ARGENTINA S.A. es evidente que al haber sido una empresa española que ha vendido su capital accionarios a un fondo de inversión californiano (EE.UU.), donde los inversores siguen siendo españoles con alguno que otro chino, se entiende.

En el caso de PEDRO MOSCUZZA E HIJOS S.A. (que ya ha encargado y recibido en poco tiempo, otros tres buques del mismo astillero ARMON) debería ser motivo de un análisis más profundo.

Como seducir, si es que se puede, a MOSCUZZA y a IBERCONSA, para que construyan en la Argentina, debería ser la tarea del hogar de muchos funcionarios del Ministerio de la Producción Nacional y Provincial. Pero también AFIP y PESCA (Nación y Provincia) de los que no vendría nada mal algún aporte.

Por lo menos para entender que es lo que sucede con las empresas ARGENTINAS que deciden llevar sus dólares a ESPAÑA para construir sus barcos.

No creo que aquella buena idea de fomentar la renovación de la flota pesquera, haya tenido como objeto que los barcos se construyan en España. Habría que preguntar en los astilleros argentinos si ¿hay capacidad de producción? ¿Si existen las capacidades técnicas y operativas para producir buques con la sofisticación necesarias para pescar en el Atlántico Sur?. Yo lo pregunte y la respuesta fue ….. SI ….

………………………. ¿Y entonces? …………….

Mientras ponía en papel estos cuestionamientos, producto de mi propia ignorancia, un amigo (taxista) me dijo “Si son empresas argentinas, pescan un recurso argentino, con una licencia que le da el estado argentino, ¿por qué no los obligan a pagar impuestos más altos cuando importen barcos que se pueden hacer acá? ¿Por qué no miran los números de las empresas a ver si no se están fugando la guita?

No me quedó otra cosa que pagarle el café como agradecimiento al aporte que hizo para mejorar el sistema tributario argentino, la defensa de la producción nacional, la defensa al trabajo argentino y al desarrollo productivo regional.

No me animé a hacer ningún comentario más, porque dentro de los conocimientos que le dejaron 31 años de manejar un techo amarillo, ya me habló de la triangulación, fuga de las divisas, sub facturación y un montón de cosas que yo no conozco ni me animo a repetir.

Kulfas, Costas, Fernández, Kicillof, Marcó del Pont,  avisen si quieren el teléfono de Rogelio Fuentes, de profesión taxista en Mar del Plata, edad 58 años casado con 4 hijos con secundario completo.

Me voy con mas dudas de las que traje cuando llegue al café.

Por Ricardo Alonso

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