Diario El Chubut – Pto. Madryn
El fresquero de altura Cabo Vírgenes fue bajado de dique seco tras ser reconstruido a nuevo con una inversión superior a los 2 millones de dólares.
Simultáneamente se ingresó al astillero TPA el barco congelador tangonero Promarsa I. Meses atrás se recuperó el Promarsa III que ya hizo su primera temporada en aguas nacionales.
Con el objetivo de recuperar la plena capacidad pescable de la expropiada Alpesca, la empresa Red Chamber dio otro paso esta semana al bajar de dique seco al buque fresquero de altura Cabo Vírgenes (MN 024), luego que fuera reconstruido por completo tras permanecer abandonado durante años en el puerto de Mar del Plata, llegando al punto de estar en situación de escora con peligro de hundimiento, informó Revista Puerto.
El ambicioso plan de recupero de la flota pesquera ya había incluido la reconstrucción del congelador tangonero Promarsa III, que fue llevado desde Puerto Madryn hasta Mar del Plata para su puesta a nuevo por el alto nivel de deterioro que presentaba, y ya estuvo plenamente operativo en la última temporada de langostino en aguas nacionales.
Con una inversión que supera holgadamente los dos millones de dólares, el Cabo Vírgenes estaría operable comercialmente en los próximos meses, luego de que el Consejo Federal Pesquero dicte la justificación de inactividad comercial, la cual ha venido prorrogándose desde que el Estado chubutense inició el proceso de expropiación en 2014 de los bienes de Alpesca.
El merlucero había sido uno de los primeros barcos en paralizarse de la flota, cuando Alpesca estaba bajo el control del grupo Baldino en 2013, y quedó literalmente abandonado en el puerto, acumulando deuda con el Consorcio Portuario.
Red Chamber debió gestionar su liberación para iniciar su recuperación, que desde el punto de vista técnico fue una reconstrucción completa de sus interiores, ya que había sido desmantelado en cuanto a su equipamiento.
Los trabajos demandaron un año, y hubo un acuerdo con el astillero para no paralizar las tareas durante la pandemia, las cuales se hicieron con menos personal pero a ritmo constante, llegando a este miércoles en que el barco volvió al agua. En tanto, ahora el astillero marplatense TPA se abocará a la puesta a punto del congelador Promarsa I, el cual también se hallaba en Mar del Plata desde fines de 2013.
La compañía de capitales estadounidenses RCA confirma su vocación de continuar invirtiendo para recuperar la capacidad pescable de la expropiada Alpesca, teniendo en cuenta que debe sumarse el reciente anuncio ante Cancillería para construir dos nuevos barcos que reemplazarán a los buques hundidos en la costa de Puerto Madryn. Se trata del San Sebastián II, que suplirá a su gemelo varado que no está en condiciones de volver a navegar y el Contessa, otro pesquero que se sumará a la flota de la compañía.