Diario La Opinión Austral – Río Gallegos
La captura de langostino cae desde 2018 y el año pasasdo se profundizó por la pandemia. La merma en dos años es de superior al 32%. Puerto Deseado fue el más afectado, pero también Puerto Madryn, Rawson y Comodoro.
La Subsecretaría de Pesca de Nación informó cómo cerró la zafra de langostino en relación al volumen de descargas en los puertos argentinos. Las mismas totalizaron 172.702 toneladas distribuidas en el conjunto de los puertos argentinos que reciben esta especie.
Esto implicó unas 43 mil toneladas menos que en 2019, cuando los desembarcos llegaron a 215.642 toneladas del llamado “oro rojo”. La principal razón de esta merma, de casi un 20%, es la de común denominador a todas las actividades económicas: la pandemia, aunque hubo otros condimentos que también coadyuvaron a que el resultado sea negativo.
Hubo un inicio de la zafra tardío en aguas nacionales, debido a un extenso conflicto sindical que provocó que los barcos quedaran en puerto durante las primeras mareas. A eso se le sumó el COVID. Pese a férreos protocolos sanitarios, el contagio en las tripulaciones fue más extendido que lo que se esperaba y provocó complicaciones operativas.
En paralelo, el enfriamiento de la economía en el mundo también se vio reflejado en una menor demanda del crustáceo preciado. De esta forma, a lo largo de la zafra no hubo un rendimiento parejo que derivó en un fuerte descenso de la cantidad de langostino que llegó a puerto.
En consecuencia, la actividad portuaria se vio afectada en todas las terminales en general. Aunque algunas lo sufrieron más que otras. La de Puerto Deseado fue una de las que más sufrió los vaivenes, pero el resto de los puertos patagónicos tampoco quedaron exceptuados.
En el caso del puerto santacruceño, las descargas de langostino totalizaron apenas 9.577 toneladas, menos de la mitad de las 24.219 toneladas que se desembarcaron en 2019.
Es que a las razones expuestas comunes a todos los puertos, se sumó el desplazamiento del recurso hacia el norte en aguas nacionales a la altura de Chubut. Esto provocó que parte de la flota prefiriera las terminales de dicha provincia para operar, por una cuestión de cercanía.
Para el puerto de Caleta Paula, cercano a Caleta Olivia, la caída no fue tan drástica como en Deseado. De hecho reflejó una similitud a lo ocurrido en Comodoro Rivadavia. El descenso de la especie en la terminal caletense pasó de 9.501 contabilizadas en 2019 a 6.213 toneladas el año pasado.
En Chubut
Pese a que el recurso se traslado a la altura de la provincia de Chubut, eso no evitó que hubiera caída también en los puertos provinciales. Así en Puerto Madryn se bajaron 58.313 toneladas, contra las 72.142 toneladas de 2019, siempre hablando sólo del langostino.
En el caso del puerto de Camarones, los números no fueron tan desiguales. En 2020 la descarga fue de 12.413 toneladas, mientras que el año anterior se habían descargado un total de 13.026 toneladas de la especie.
Para el caso de Comodoro Rivadavia, la merma también fue de casi un 50%. En 2020 descargaron 4.639 toneladas, muy lejos de las 8.248 que recibió en 2019. En el caso de esa terminal, la pandemia hizo estragos, ya que los casos de contagio masivos en los buques fue reiterado.
Finalmente, para el puerto de Mar del Plata, el balance final igual fue negativo. De las 11.687 toneladas de 2019, el año pasado sólo descargó 9.848.
Cabe señalar a la baja de casi el 20% del 2020 respecto del 2019, hay que sumar que ya ese año, también fue menor a lo descargado en 2018, contando así dos años consecutivos de menor captura de langostino en el país. Aquel 2018 tuvo un desembarco de 254.905 toneladas. Pese a ello, para el 2021, las proyecciones, por el momento son positivas.