Avances en un cuento chino y mentiras de Merlini que salen a la luz


Sitio de Internet – Puerto de Palos – Mar del Plata

by Roberto Garrone

La Armada dio el visto bueno y el Consorcio Portuario comenzó reacondicionar varales en el piso del varadero de la Base Naval Mar del Plata. El acuerdo por el uso de las instalaciones para desguazar una veintena de barcos abandonados era por 40 meses pero ya van 27 y no se desguazó ninguno. En el 2019 el ex Presidente del Consorcio anunciaba cosas cumplidas que recién se hacen dos años después y otras que nunca se cumplieron.

Mientras se aguarda la firma del contrato con la UTE que hará el dragado de los canales de acceso y espacios interiores del puerto Mar del Plata, el Consorcio Portuario comenzó a recambiar varales del varadero de la Base Naval donde proyecta desguazar barcos inactivos que hoy ocupan metros operativos en el muelle 2.

Sobre el dragado, un dato. Se esperaba por estas horas que la UTE ya conformada y aprobada por Personas Jurídicas, de los daneses de Rodhe Nielsen  y SCHW Consultores  pudiera tener el CUIT. Lo que parece un trámite sencillo suma varios días. Con la clave tributaria pueden facturar el 30% de anticipo de obra que tiene que girar el Consorcio para destrabar a la draga del muelle europeo. Sería un milagro que el dragado arranque en agosto. Y habían dicho febrero.

Volvamos al varadero. Los trabajos estaban comprometidos en el acuerdo que la Armada firmó con el Ministerio de la Producción de la provincia de Buenos Aires en mayo del 2019 a través del cual la Armada cedió las instalaciones durante 40 meses para realizar este plan de remoción de chatarra flotante entre los que se incluyeron barcos de la propia fuerza.

Transcurridos 27 meses, el varadero todavía se muestra invicto en puestas en seco de barcos abandonados más allá que el Consorcio en tiempos de Merlín invirtió un par de millones de pesos en mejoras. El acuerdo fue un cuento chino imposible de descifrar hasta el día de hoy. Un lujo que solo Mar del Plata parece darse, donde no sobra espacio, se pagan millones por sobrecostos portuarios y no hay una decisión política clara sobre lo que se quiere hacer. O la hay pero hay que ver que dice la pesca, los responsables del cementerio de barcos se mantenga vigente.

En este tiempo se instaló un cerco perimetral, postes y portones en su acceso. Sobre el varadero se recorrieron los elementos de amarre y se colocaron nuevas bitas y anillas, en tanto se cambió la instalación eléctrica y se repararon los muros laterales. A mediados del 2019 se trabajó en la estructura y se colocó un cabrestante que puede aplicar 180 toneladas de tiro.

Claro que el acuerdo firmado por Merlín y avalado por buena parte del actual Directorio, establecía algunas condiciones de imposible cumplimiento y atado a ese documento las autoridades de la Base y de la Armada, no permitieron que se inicien los trabajos.

Uno de los compromisos imposibles de cumplir fue el del cabrestante nuevo. Se colocó uno usado donado por la empresa Lusejo, el principal interesada en que el operativo desguace comience puesto que se encargará de dicha tarea. El cabrestante era del pesquero San Pablo, de Caputo, uno de los barcos abandonados y que Lusejo acordó con la empresa armadora retirar del espejo interior del puerto.

El acuerdo entre Provincia y Armada también establecía el cambio de varales. En mayo del 2019 Merlín dijo que se habían reparado y cambiado los varales junto con  algunas verificaciones subacuas en el área.

En ese momento Merlín aseguró que las inversiones estimadas en el área para ponerla en valor rondaron los 8 millones de dólares. Cuando llegó Felizia mandó a auditar los trabajos y no pudieron acreditar ni la mitad de esa cifra.

Parece que el cambio de varales no se hizo en el otoño del 2019. Ahora, tras mantener conversaciones con el Ministro de Defensa, el Consorcio acordó para que la estructura pueda ser reacondicionada y solo se cambien los varales dañados y en su lugar se coloquen los de la parte superior del varadero. Un cambio de piezas que permitiera ganar tiempo. O dejar de perderlo.

“Era imposible cambiar todos los varales…. Saldría una fortuna. Todos estos cambios estarán incluidos en la nueva adenda que vamos a presentarles a la Armada para superar ese primer acuerdo que era imposible de cumplir”, dijo Gabriel Felizia.  

Los trabajos sobre el mantenimiento de los varales comenzaron la semana pasada. “Hay muchos que están descalzados y en mal estado. Los trabajos durarán unas dos semanas”, dijeron desde el Consorcio en su cuenta de twitter. En estos días también hubo mantenimiento del guinche y la prueba de tiro sobre el muerto que se había colocado para fijar el cabrestante. Luego de reacomodarlo porque en el primer intento lo colocaron de manera incorrecta.

“En los próximos 30 días estimamos subir los primeros barcos.  Los listos hoy son el Chiarpesca 57, Chiarpesca 58, Mar Azul, Mellino II, María Luisa I, Coral Azul y San Pablo”, había dicho Merlín en mayo del 2019 en declaraciones a Revista Puerto. Nada de eso se cumplió.

Los Chiarpesca se cortaron en SPI por iniciativa de la nueva administración que fue a golpear la puerta del astillero. El acuerdo estableció el retiro de un casco abandonado que ocupada espacio en sus gradas.

Al Mar Azul se lo tiene que cortar en TPA, por un acuerdo parecido pero los plazos se diluyeron, El Consorcio permitió que se retiraran los cascos del “Judith” y “Rayo de Mar” y TPA aumentó un 20% su capacidad operativa. Todavía el barco de Moscuzza sigue en el agua. Veremos si como piensa el Consorcio, luego que suba ese lo seguirán otros tres barcos más.

Una vez reacondicionado el piso del varadero llegará el turno de colocarle la anguilera, otro obsequio de la impaciencia de Lusejo por desembarcar en terreno. Quienes recuerdan la historia del varadero sostienen que nunca tuvo anguilera. Por eso tal vez se estropeó cuando cortaron al Yerba Buena y terminó de romper cuando La Pasteca cortó los primeros Chiarpesca usando un malacate.

Esta novela de enredos esta lejos de terminar.  La mugre y abandono en el muelle 2, también