De decretos a la firma y (más) tiros en los pies

Puerto de Palos – Mar del Plata

by Roberto Garrone 

La pesca aguarda que se concrete el anuncio que anticipó el Director de Coordinación y Fiscalización Pesquera. El contexto no ayuda y la manera en que comunica el gobierno tampoco. Vergonzante puesta en escena en Rio Santiago con la falsa botadura de la embarcación para la Armada

Las declaraciones de Julián Suárez en el aire de “Desde el Muelle” la semana pasada renovaron unas expectativas que en el sector pesquero hacía mucho que no regaban.

La suerte de primicia de que ya esta escrito el Decreto del Poder Ejecutivo que contempla la quita de aranceles a la exportación de productos pesqueros con agregado de valor que formuló el Director Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera animó de manera moderada a empresarios que hace tiempo aguardan que se cumpla el vaticinio del Subsecretario de Pesca.

No ha pasado empresario o lobbista por el despacho de Carlos Liberman que no haya escuchado el compromiso de la rebaja de los derechos de exportación para estimular el agregado de valor en una industria que posiblemente vuelva a superar los 2 mil millones de dólares exportados cuando se cierre el 2021, todo gracias a la resistencia del langostino más que al cuidado de los administrados.

Esa moderación empresaria está cercada por las dudas. Todos entienden que la medida ayudaría a bajar costos distorsivos y ganar competitividad en los mercados internacionales que, salvo China, demandan los productos pesqueros nacionales en la salida de la pandemia.

Por estas horas muchos se preguntan qué margen tiene Alberto Fernández para estampar una firma que implicaría resignar millones de dólares en un contexto de carencia de divisas, un fenómeno que amplía la brecha cambiaria en un contexto de cierre de importaciones y el congelamiento de precios hasta inicios de 2022, medidas que alejan la posibilidad de acordar con el FMI.

Habrá que esperar a ver cómo evoluciona el decretogate. La comunicación del gobierno no es una de sus patas más fuertes y es posible que pase casi desapercibido como el anuncio del financiamiento para la compra de barcos nuevos a través de créditos dell Banco Nación. No solo no hubo promoción sino que el mensaje surgió fragmentado.

Recién en las últimas horas se conoció que serán 10 mil millones de pesos los destinados al fondo de financiamiento para renovar barcos que en el caso de la industria pesquera tienen una antigüedad promedio superior a los 35 años.

La medida ayudará astilleros a los que todavía no salpicó la bonanza del langostino, pero son tantos los barcos por renovar y tan pocas las gradas que no alcanzará para mucho si se mantiene el el proceso inflacionario. Varios armadores sacan cuentas y no ven un momento más propicio para endeudarse en pesos para financiar hasta el 75% del valor del barco.

Después de ver las imágenes de la botadura (?) del ARA Ensenada  en Astillero Río Santiago nadie en la pesca marplatense se animará a apostar la renovación de su unidad productiva en la grada provincial.

Confieso que en un primero momento al ver un fragmento del acto y el barco de frente me pareció un hecho auspicioso. Es necesario que el Estado apueste por renovar su flota en gradas nacionales y no en el extranjero como sucedió con las patrulleras de la Armada y los buques de investigación del INIDEP

Pero mi entusiasmo duró menos que la tranquilidad en el Distrito Pesca tras la salida de Ayelén Fortunato. La lancha de instrucción para los cadetes de la Armada bajó al agua sin hélice ni timón, Tampoco tenía puertas ni marcos en las aberturas, mucho menos puertas ni vidrios.

Es una caja forrada en chapa naval a la que le faltan cientos de horas hombre de trabajo. Si esos faltantes se pudieron advertir desde el exterior, imaginemos todo lo que debe faltarle en su interior, vedado al registro fílmico y fotográfico.  

La presencia de Axel, el Ministro de Defensa y la candidata Tolosa Paz en la ceremonia le dieron la pátina final a un acto de campaña, y bien tercermundista por cierto. Si tardaron 35 años en botar un barco en esas gradas, hubiesen esperado un tiempo más para hacer una botadura real, no una obra a medio terminar..

Estas fantochadas son pésimas señales de un gobierno que dice apostar por la Industria nacional y tira al agua un barco a medio construir. Sobre todo porque le da argumentos a quienes sostienen que el astillero es una cuna de ñoquis con altos salarios y ninguna intención de aportar su capacidad operativa al desarrollo de la industria naval.

La lancha comenzó a construirse en el 2013… pasaron 8 años y sigue siendo una caja que flota. El país péndulo no se reflejó en Río Santiago. Con matices, ninguno de los dos modelos pudo reactivarlo y devolverle un esplendor opacado por el paso de los años, el crecimiento de su nómina de personal y obras inconclusas.

Lejos estoy de un asesor de campaña pero en el gobierno bien podrían haber elegido otro escenario. Por estas playas sin ir más lejos tienen astilleros con barcos en construcción con distinto grado de avance, inversiones genuinas y plantillas de personal creciendo a un ritmo sostenido.

En Contessi… en SPI… en la nueva nave industrial de TPA…, sobran ejemplos de reactivación como para aprovechar y poner el foco en el programa de financiamiento para comprar barcos nuevos con tasa diferenciada si se construyen en Argentina.

Es cierto que Mar del Plata es un escenario hostil para el oficialismo. Acá  perdieron por paliza en las PASO, la diferencia parece irremontable y no hay astillero público sino que son privados. Lo único público es el varadero de la Base Naval, inmerso en un acuerdo para desguazar barcos con la Provincia que sigue ayuno de éxitos desde que se firmó en abril del 2019.

Pero era preferible un acto con barcos de verdad, con trabajo e inversión de verdad, con desarrollo y crecimiento tangible antes que esa puesta en escena tan vergonzosa como inverosímil de la que salieron mucho peor parado de lo imaginado.

Otro tiro en el pie, otra mancha más a un tigre que ya luce irreconocible y del que se espera que firme el ansiado Decreto por la baja de derechos de exportación. Ojalá sea antes que al ARA Ensenada le adosen hélice y timón.