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Desde el Sindicato Obreros MarÃtimos Unidos (Somu) hicieron una presentación a las cámaras empresarias para revertir un atraso histórico que signa a la actividad: la ausencia de mujeres en la flota.
Semanas atrás, desde la SecretarÃa de la Mujer del gremio, que encabeza Betina Santillán, se envió una carta a las principales cámaras pesqueras de paÃs y a las empresas Argenmar y Estremar para analizar la posibilidad de «otorgar más plazas femeninas en los buques».
«Tanto las leyes de Capacitación MarÃtima Internacional como Nacional no son discriminativas por sexo, sino que tratan por igual a hombres y a mujeres, dándoles a ambos la misma formación y capacitación con las mismas obligaciones y responsabilidades», fundamentaron desde la organización sindical.
Santillan dijo que el Somu es «consciente» de que la inclusión de las mujeres a bordo de las embarcaciones no se puede materializar «compulsivamente» pero sà sugirió avanzar con una medida de estas caracterÃsticas de manera paulatina.
«Queremos que se las incluya de a una por barco para que puedan equipararse en forma laboral como personal, con sus pares masculinos, y se vayan derribando las barreras existentes en cuanto a capacidades profesionales», sostuvo la dirigente, en el marco de la presentación.
Desde Mar del Plata respaldaron el pedido que se elevó aunque reconocieron dificultades en su aplicación teniendo en cuenta que se trata de un «ambiente que históricamente es de hombres». «Va a costar que las compañeras empiecen a incluirse», dijo Pablo OchagavÃa, uno de los referentes del Somu a nivel local.
«La estructura que viene arraigada de antes es fuerte pero las mujeres han venido avanzando en un montón de sectores y vienen logrando muchos lugares», reconoció el delegado gremial marplatense, quien agregó: «Hay que garantizarle a todos las mismas posibilidades de trabajar».
En diálogo con 0223, OchagavÃa dijo que son «pocas» las mujeres consiguen embarcarse en el Puerto de Mar del Plata. «En general, sólo lo pueden hacer como enfermeras navales porque son necesarias y no se puede despechar sin ellas», explicó.
Para el referente gremial, la situación de la ciudad es «más compleja» a la hora de ceder a estos vientos de cambio porque las empresas son «más cerradas» en sus polÃticas. «Con el tiempo van a tener que hacer algo y cambiar porque este lugar se lo están ganando las mujeres», sostuvo.
«Si la persona que sube a un barco tiene la libreta de embarque y la Prefectura considera que está capacitada para navagar, entonces nadie deberÃa decir lo contrario. Tengo algunas compañeras marineras que navegan hace mucho y nunca hubo un problema», concluyó.