Acampe en la casa del empleador: dos semanas entre el silencio y la resistencia

Sitio de Internet – qué Digital – Mar del Plata

Los trabajadores del Puerto mantienen hace doce días la protesta frente a la casa del empresario que los dejó en la calle de un día para el otro. “Acá vamos a estar hasta que podamos arreglar”, afirman.

(Foto: archivo / Qué digital)

“No nos han dicho nada, seguimos a la espera, con la incertidumbre de ver qué va a pasar con nosotros”, aseguran los trabajadores precarizados que se desempeñaban en la planta portuaria “Rocamare” y que hace doce días permanecen con un acampe afuera de la casa de quien fuera su empleador, Carlos Blanco, a quien denuncian por haberlos dejado en la calle de un día para el otro y sin ningún tipo de reparación. Mientras tanto, reafirman: “Acá vamos a estar hasta que podamos arreglar algo”.

El pasado 18 de septiembre mientras otros trabajadores del Puerto nucleados en el Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP) ocupaban la Secretaría de Trabajo de la Nación, unos 20 obreros decidieron iniciar un acampe en la vereda de la casa de su empleador, en Vieytes al 2800, a quien acusan por no darles respuestas tras haberlos dejado sin trabajo desde hace cuatro meses. El empresario cerró la planta -ubicada en San Salvador al 3100- para la que trabajaban desde hacía un año de manera irregular bajo la figura de la Cooperativa Rocamare y dejó a 20 familias en la calle, sin nada.

El martes los trabajadores asistieron a una mediación en el Ministerio de Trabajo bonaerense, donde esperaron por la presencia del responsable de la planta. Sin embargo, nunca se hicieron presentes ni él ni ningún representante legal, por lo que decidieron volver al acampe, donde se mantienen hasta ahora, a la espera de una nueva audiencia convocada para esta semana.

“Seguimos esperando respuestas de Carlos Blanco; todavía no nos han dicho ni siquiera nada, seguimos a la espera, con la incertidumbre de ver qué va a pasar con nosotros”, resumió este domingo Alejandro, uno de los trabajadores que mantiene el acampe frente a la casa del empresario que ya hace una semana abandonó la vivienda escoltado por la policía, según explicaron los propios trabajadores.

“Esperamos que esto se arregle pacíficamente y que no tengamos que llegar a otro extremo”, expresó el trabajador y reafirmó: “Seguimos esperando, pero acá vamos a estar hasta que podamos arreglar algo”.

El martes, tras la audiencia frustrada, los trabajadores habían lamentado: “No puede ser que el tipo siga facturando con la misma empresa y le dé lo mismo dejarnos en la calle y que estemos acá. A él no le importa nada”.