Un plan de desguace al que le florecen contratiempos

Sitio de Internet – Puerto de Palos – Mar del Plata

BY ROBERTO GARRONE

Con 22 meses de demora, el anuncio de Martín Merlini comenzaría a tomar rasgos de realidad, pero apareció un nuevo problema con el cabrestante del varadero y hay que reperfilar nuevamente el cronograma de remoción de barcos inactivos ubicados en la sección 4ta y 5ta del muelle 2 para desguazarlos en el varadero de la Base Naval de Mar del Plata.

Las últimas informaciones no fueron confirmadas por el Presidente del Consorcio Portuario sino por Lusejo, los chatarreros del conurbano convocados por Merlini para realizar la obra. En la empresa están ansiosos: esperan poder trabajar en el varadero desde hace un año y todavía andan dando vueltas.

Vale recordar que en marzo pasado recién la Provincia de Buenos Aires, el Consorcio Portuario y la Armada firmaron el acuerdo por el cual el puerto tiene dominio sobre el varadero durante los siguientes 40 meses.

Como estaba en condiciones precarias el Consorcio informó que invirtió 8 millones de pesos para ponerlo en valor: se repararon muros, colocaron bitas y anillas, el cerco perimetral y se llevó electricidad. A fines de mayo dijeron que en 30 días arrancaban a convertir cascos en chatarra naval.

Pero ya se consumieron casi 6 meses del convenio y recién el lunes 9 se colocó en posición el cabrestante en el varadero que permitirá poner en seco los cascos de los buques abandonados. Así lo reveló Gustavo Poire, presidente de Lusejo.

“Esperamos la aprobación de la Armada y comenzaremos con los que están en emergencia: el Mar Azul, los dos Chiarpesca, el Gustavo R y la Draga Mendoza”, enumeró el directivo.

La draga del estado se sumó al plan de retiro cuando se firmó el acuerdo con la Armada y la Provincia junto con unos remolcadores de la Base. Ocupa desde hace dos años parte del espacio recuperado de la Terminal de Cruceros en la Escollera Norte, con altos riesgos de hundirse luego de haberse hecho un rumbo por golpear, y romper, el muelle.

Pero en las últimas horas surgió un nuevo inconveniente. Un error de cálculo en la colocación del cabrestante, por parte de empleados del Consorcio Portuario, provocan dilaciones extras en el cronograma de Lusejo.

El cabrestante (mal) colocado fue donado por la propia Lusejo al Consorcio para intentar acortar los tiempos que se habían salido de cause. La administración Merlini pensaba comprarlo y para eso convocar a una licitación.

El cabrestante tiene un costo de 40 mil dólares, según dijo Merlini. Pertenecía al “San Pablo”, uno de los barcos del grupo Caputo tiene abandonados en el espejo interior hace años. Lusejo lo reacondicionó en sus talleres del gran Buenos Aires y lo llevó al varadero.

Poire aseguró que la obra de remoción total de buques inactivos comprende unos 40 barcos y puede demandar entre 4 y 5 años. “En el varadero podemos trabajar hasta con 3 barcos en simultáneo. Se los aliviana a flote y luego se los termina de reducir en seco”, precisó.

No todos tienen el optimismo del empresario. Otros creen que por las dimensiones de los barcos a desguazar sería una misión de dudoso éxito subir esa cantidad.

Por lo pronto, más allá que Merlini haya dicho que hay 7 buques en condiciones de ser removidos, los únicos dos que cuentan con el plan de desguace aprobado por Prefectura son los dos Chiarpesca, el 56 y el 57.

El “Mar Azul”, de Moscuzza, cuenta con el plan presentado pero Prefectura aún no se ha expedido. De todos los demás, solo pueden registrarse avances burocráticos pero ninguno en el muelle. Cada plan de desguace puede llevar un mes de elaboración y luego esperar la respuesta de Prefectura.

Poire rechazó las versiones que indicaban que el negocio no era rentable y de ahí las demoras en el avance de la obra. “Los armadores se han hecho cargo de gastos que demandó descontaminarlos para su disposición final y el costo de reducirlos se recupera de la venta de chatarra y algunos elementos como máquinas, motores, bombas, que pueden extrarse”, precisó.

El mayor buque inactivo del puerto es el “Harengus”, una mole de 80 metros que ocupa parte de la sección 12 bajo la galería del elevador de granos sobre el muelle 3.

El Consorcio intimó a Baldino para que disponga del bien pero se cumplieron los plazos previstos y no hubo respuesta alguna. Ahora dicen que el buque se sumará a la lista de los que se reducirán en el varadero.