Las contradicciones de un gobierno en retirada

Sitio de Internet – Puerto de Palos – Mar del Plata

Mientras la Federación de la Industria Naval espera tener día y hora para la audiencia solicitada con Luis Miguel Etchevehere, el acto del viernes, con la Gobernadora Vidal al pie de la banquina, se pareció más a un acto de campaña a 3 semanas de las elecciones que a una preocupación tangible por atender los problemas del sector naval y pesquero.

Son las contradicciones que exhibe Cambiemos en el epílogo de un gobierno que si de algo se ha caracterizado fue por no fomentar el trabajo ni la producción, mucho menos crear empleo de calidad como prometió el presidente Macri al inicio de su gestión.

La línea de financiamiento para PyMES destinada a la ampliación de la capacidad de procesamiento en tierra para la elaboración de productos marinos es, también, un monumento a los volantazos de Vidal, cuando no, carecer de un diagnóstico certero de la situación del sector industrial vinculado a la pesca.

Como la realidad, también la estadística parece darle la espalda a los anuncios de campaña. Lo prestado en pesos a los privados bajó 33,6% interanual y el año cerraría con un stock de préstamos en torno a 7,6% del PBI, el menor nivel en 15 años. Según First, la caída de los préstamos en dólares durante septiembre fue récord, 15,7% en el comparativo con el mismo mes del año anterior.

Hoy la industria pesquera en Mar del Plata tiene más de un 30% de su capacidad productiva ociosa. “Es todo político”, confió un industrial cuando conoció las medidas. Las autoridades pueden exhibir un aumento en las descargas pesqueras en Mar del Plata como sinónimo de una actividad próspera y en aumento, pero no dirán que ese incremento obedece al aumento de la actividad de los buques factoría.

La industria del procesamiento de pescado fresco no ha dejado de achicarse en estos años, con pérdidas de empleo y también de participación en las ventas al exterior. Con el pescado capturado y congelado a bordo sucede exactamente al revés.  Más actividad y productos más competitivos.

Otro dato resume este fenómeno. Mar del Plata recibió más del 70% de toda la merluza que se descargó en todos los puertos marítimos entre enero y septiembre. Fueron más de 175 mil toneladas de hubbsi. 175 millones de kilos de pescado declarado que se descargó en el puerto local.

Pero para estibadores y fileteros debieron repartir subsidios para maquillar su pobreza. Que haya más merluza no significa que haya más trabajo. Que promuevan con “Provincia Pesquera” la compra, construcción o refacción de buques pesqueros, no implica un respaldo al sector. Parecen manotazos desesperados para sobrevivir al 27 de octubre.

Ahora la FINA quiere conocer de primera mano si tienen asidero los dichos por el Presidente de la Xunta de Galicia, eso de que habrá una reducción del 50% a los aranceles de importación para quienes construyan sus barcos pesqueros en gradas de Vigo y Pontevedra, los faros del sector naval gallego.

Los industriales ya van con una pista bastante firme que da crédito a los dichos por Nuñez Feijoó. Juan Manuel Bosch reconoció en CONXEMAR que había negociaciones avanzadas en ese sentido.

El punto central en esta discusión es determinar hasta qué eslora la flota importada recibirá aranceles preferenciales. No es lo mismo que puedan construir en Galicia buques de hasta 30 metros de eslora a que puedan ser buques de más de 45 metros, un proyecto de obra que pocos astilleros nacionales están en condiciones de afrontar.

Desde la FINA intentarán poner esa barrera por encima de los 40 metros. Esa es la eslora limitante para los barcos que puedan entrar en la pesquería de langostino. Salvo que te llames José Moscuzza, claro. “Pototo” puede hacer lo que quiere como ya hizo con el “José Américo” y se dispone a repetir con el “José Marcelo”.

Estos buques tienen 47 metros, tal como aclaró en las especificaciones técnicas Armon, el astillero que los construyó en Vigo, pero en la matrícula con la que se inscribieron en la marina mercante nacional, el José Américo tiene 44 metros.

El “José Marcelo” todavía no fue matriculado pero dejó una pista Bosch cuando autorizó la transferencia del permiso de pesca del “Don Luciano” por el nuevo barco, que tendrá 39,90, según documentos oficiales de la Subsecretaría de Pesca.

El gobierno que venía a cumplir y respetar las normas, transforma en cartón pintado legislación vigente para ajustarse a las necesidades de los empresarios.

La administración que en voz del propio Macri anticipó que iban a terminar con las mafias en la pesca, designa a Oscar Fortunato en el Consejo Federal Pesquero como representante del mismísimo Poder Ejecutivo.

Más contradictorio no se consigue.