Política pesquera Delivery

Sitio de Internet – Puerto de Palos – Mar del Plata

ROBERTO GARRONE

Empeñado Juan Manuel Bosch en consumir sus últimas semana como Subsecretario de Pesca para acomodar la legislación pesquera a las necesidades de los administrados y, con el aval inestimable del Consejo Federal, algunos no queden justamente afuera de la ley y pierdan sus activos por no poder justificar la inactividad comercial, a esta altura pocos dudan que la autoridad de aplicación intentará renovar la asignación de cuotas individuales transferibles de captura (CITC) pese a que faltan cinco años para que se cumpla el plazo original.

La política pesquera, cual delivery, a pedido,  quedó en evidencia en la última acta donde el Consejo avaló que la justificación de inactividad comercial  implica, en paralelo, la justificación para la falta de explotación.

Si un armador no pesca su cuota de merluza asignada durante 3 años consecutivos la pierde. Los que venían a hacer cumplir las normas no se cansan de violarlas. Pedidos de reformulaciones, transferencias de cuota, apertura y cierre de zonas de pesca, etc.

Las últimas decisiones de los consejeros con Bosch a la cabeza y Fortunato moviendo los hilos, se ajustaron a las necesidades de Moscuzza para poder transferir el permiso de pesca del “Don Luciano”, el barco del grupo Caputo, a su nueva joya, el “José Marcelo”, cuyo arribo a estas costas es inminente.

A través de un trámite express que quedo contenido en la Resolución 8/19 iniciado en mayo pasado el Consejo aprobó la justificación de la actividad comercial del Don Luciano, cuya última marea fue en febrero del 2015, hace más de cuatro años:  56 meses, para ser precisos.

El permiso “salvado” fue a parar al hermano gemelo del “José Américo”, con 47 metros de eslora que se están limando en este cruce oceánico para llegar a las aguas nacionales con los 39,90 metros, tal la disposición que firmó Bosch, sabiendo que era mentira.

“Son órdenes que vienen de arriba, no se puede hacer nada”, justifican allegados para salvaguardar el nombre y honor del Subsecretario. “Nadie puede decirte que cobró un centavo”, argumentan en su favor. Honor tendría el funcionario si hubiese dado un paso al costado ante la primera evidencia de una intromisión política superior a sus decisiones.

Pero hizo de atender las necesidades de los empresarios pesqueros su signo distintivo de gestión. Por la salud de los recursos, la dignidad de miles de trabajadores afectados por la migración de flota al langostino, bien gracias.

En medio de esta fiesta de permisividades –hay que incluir la prolongación de la temporada de langostino en aguas nacionales pese a que el INIDEP ha recomendado evitar la presencia de la flota comercial en la zona de veda de merluza a partir del 1 de octubre- pensar en el recambio de autoridades si se confirma el domingo 27 el resultado de las PASO, es abrir la puerta a lo desconocido.

O más o menos, porque obviamente ya asoman algunos nombres que podrían reemplazar a Bosch al frente de la Subsecretaría. En esa carrera quien toma un par de cuerpos de ventaja hasta ahora es Carlos Liberman. Basicamente por una razón simple: proviene del riñón kirchnerista.

Autoridad pesquera de Santa Cruz y representante de la provincia patagónica en el Consejo Federal, el abogado proveniente de La Cámpora, ha podido mejorar la actividad en Puerto Deseado a partir de un aumento en los desembarques que también se tradujeron en mayor empleo en tierra.

Claro que hay otros antecedentes un poco más opacos. El año pasado cuando Santa Cruz recibió cuota social de langostino como compensación por aprobar el ingreso del “José Américo” a la pesquería.

Ese reparto fue anárquico y hasta recibieron cuota buques que ni siquiera tenían permiso para poder pescar langostino. En esos días, todos los que querían recibir langostino santacruceño tenían que hablar con Liberman. Y poner un 15 adelante, claro.

Desde Buenos Aires los gordos de CEPA tratarán de mantener el poder de lobby que ejerció maravillosamente bien en estos años Oscar Fortunato como representante del Poder Ejecutivo en el Consejo.

La figura de la renovación es Lisandro Bellarmini, sobrino de Moscuzza y con antecedentes como asesor en la Provincia de Buenos Aires. De hecho oficia de nexo con Héctor Tezanos Pinto, el representante bonaerense en la mesa de decisiones pesqueras.

Próximos a Axel Kiciloff reconocen que el candidato no tiene en sus filas a nadie que provenga de la actividad pesquera ni portuaria. Como para avizorar quién puede desembarcar en La Plata, en el Consorcio Portuario para ocupar el lugar de Merlini, y sobre todo, reemplazar al segundo de Sarquis en el Consejo Federal.

“Lo tiene a Augusto Costa y a Carlos Blanco que son dos economistas amigos que lo acompañan y escuchan a todos”, dicen del equipo del candidato sin dar mayores detalles. Si la idea de Axel es promover el trabajo en los frigoríficos de tierra, no debería escuchar a CEPA  

Las chances de Fernanda Raverta para llegar a la intendencia de General Pueyrredon viajan más cuesta arriba que las de Alberto Fernández y Axel, aunque tampoco en sus equipos técnicos florecen aspirantes a ocupar algunos cargos claves.

Juan Domingo Novero se mueve entre las sombras. Ex secretario General del SIMAPE, ex director bonaerense de pesca, ex duhaldista, ex kirchnerista y siempre Felipista,  el Gato  insiste cada vez que puede que su tiempo ya pasó, que es hora de las nuevas generaciones.

Tal vez será por eso que su hija Valeria milita la campaña como la renovación del apellido, al lado de Raverta.