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Por Roberto Garrone
Están los pliegos para dragar Mar del Plata pero todavía falta la declaración de aptitud ambiental de la Provincia. El organismo y el Consorcio no tienen buena relación. La carga exportable se redujo un 10% en el año que los desembarques subieron un 12%. Chubut y Santa Cruz buscan seducir a la flota china que pesca sobre las 200 millas y se ofrece como polo naval y de servicios logísticos.
A menos de una semana de la publicación en el Boletin Oficial, la licitación pública para el dragado de puerto de Mar del Plata, ya tienen a un par de empresas que pagaron los 10 mil pesos que cuestan los pliegos de una obra que no tiene presupuesto oficial y que requerirá, de mínima, remover 560 mil metros cúbicos de sedimentos.
Habrá que ver el resultado final de la batimetría que realice quien se adjudique el trabajo. Ojalá sea el 19 de febrero, fecha en que en el Consorcio piensan abrir los sobres con las ofertas aunque contemplan que alguno de los oferentes pida extender el plazo.
Si sigue soplando viento del sur el canal seguirá acumulando sedimentos. Es posible que para cuando comiencen los trabajos haya que remover más de 600 mil metros cúbicos. Si Canlemar SL, o como se llame ahora que los socios de la UTE se separaron, mantiene la cotización de 5 dólares por metro cúbico, del último dragado, la inversión requerida, mínimo, rondará los 3 millones de dólares.
Mínimo porque ha habido otras empresas, como la UTE de Servmagnus, del Grupo Román y los equipos chinos que dragaron en el 2014, que cotizaron a más de 10 dólares el metro cúbico. De esa obra, que pagarían “miti y miti” Nación y Provincia, unos 5 millones de dólares cada uno, todavía Provincia tiene un saldo pendiente con los dragadores.
En las últimas horas se sumaron permisionarios de balnearios quienes solicitaron al Gobernador la chande de aplicar un refulado de modo de distribuir arena en el sector costero. La Provincia no tiene plata ni para pagar el dragado tradicional por lo que si no aparece un aporte de los privados, la idea es inviable.
De todas maneras esa no es la principal preocupación de las autoridades. El pliego se publicó sin que la obra cuente con la DIA, la declaratoria de impacto ambiental rubricado por la OPDS. Ya se tomaron las muestras correspondientes en la primavera del año pasado en distintos sectores del espejo interior y, a priori, no hay presencia de metales pesados que obligue a un plan de refulado como el del 2017.
El visto bueno de la OPDS no es requisito indispensable al momento de llamar a licitación pero sí para comenzar con el dragado. Además de responder consultas y mandar la última batimetría a los interesados, en el Consorcio también deben apurar ese trámite.
“Nos dicen que está avanzando. Debe pasar por varios departamentos hasta emitirse”, cuentan en el Consorcio que les dicen desde la Oficina Provincial para el Desarrollo Sostenible, la autoridad de aplicación de la normativa ambiental en suelo bonaerense.
Las relaciones entre ambos organismos provinciales no son buenas. Sobre todo después de la ratificación de la medida de no innovar por parte de la justicia federal en la causa de los barros, supuestamente contaminados del dragado 2017.
Ahí la OPDS no rubricó las muestras que había realizado el Consorcio y que refutaban las pericias que motivaron la medida judicial. El Consorcio debió realizar muestras adicionales y esperan también el aval de la OPDS para presentar como pruebas en la causa y hacer caer la cautelar para retirar los barros del playón del predio de los silos.
No es que haya urgencias por avanzar con ese espacio. El crecimiento de contagios por covid cortó de cuajo la chance de convertir al área en una plataforma de entretenimientos, con recitales y food trucker con vistas al muelle 3. Tal vez el verano que viene
Por otra parte la realidad del comercio exterior en Mar del Plata es tan pobre como la temporada. De acuerdo a cifras difundidas por TC2, el operador de la carga, en el 2020 el movimiento de exportaciones por Mar del Plata contempló 68119 toneladas, un 10,4% menos que en el 2019. Y eso que el puerto recibió un 12% más de desembarques por la buena zafra de calamar.
Axel dijo que iban a fomentar los puertos regionales para que la producción se exporte desde los puertos donde se genera. También dijo que darían marcha atrás si los contagios crecían y Mar del Plata tuvo 300% de aumento de casos promedios en el último mes y apenas metieron un rebaje con las restricciones de madrugada.
Los casos complican el inicio de la zafra para algunos poteros. Los “pesca” chinos del Hu Yu 907 no fueron aislados junto con el resto de la tripulación luego de tener el negativo. Uno cursó la enfermedad aislado en el buque. El otro dio positivo el martes cuando ya había subido el resto de la tripulación. Por eso los volvieron a bajar, aislar e hisopar.
El Hu Yu 906 tiene al capitán con covid y ya lo bajaron y dejaron aislado en su casa. Sale con un patrón, según confió uno de los tripulantes de Chiarpesca, la empresa armadora, que denunció que no habían sanitizado ni desinfectado al momento de subir al buque.
Si los protocolos son así de laxos y no hay responsabilidad a la hora de tomar cuidados, la zafra puede tener interrupciones para más de un barco.
Por lo menos en Mar del Plata nadie pide abastecer a la flota china y española que pesca sobre la milla 201. Eso acaba de hacer la provincia de Chubut en las últimas horas. Reparaciones navales y provisión de insumos a esos barcos para generar más trabajo y movimientos sobre todo en Comodoro Rivadavia y Caleta Paula.
Un absurdo absoluto fomentar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada que ejercen varios de estos buques, especialmente los chinos, con trabajo esclavo y que viola derechos humanos de sus tripulaciones.
No es la primera vez que en la Patagonia piensan en esta alternativa y ya se han reunido con representantes chinos para avanzar en el proyecto, incluso se habla de inversiones chinas en los puertos argentinos.
Mientras ya hay desde hace algunas semanas varias decenas de poteros chinos pescando calamar al borde de la zona económica exclusiva, antes que los barcos argentinos, cuya temporada comienza el sábado, habrá que prepararse no solo para controlar y fiscalizar a los ilegales de afuera sino también vigilar a los entreguistas de adentro.