La flota ilegal china ya pesca frente a las costas de la Patagonia

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La armada que depreda el calamar dejó Chile y concentró toda su actividad en aguas del Atlántico Sur. El pico de operaciones ocurrirá en febrero

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El desastre preanunciado ya está ocurriendo. La armada china diseñada para devastar los mares abandonó por completo el océano Pacífico y pesca de forma intensiva frente a las costas de la Argentina. Se trata de una flota de pesqueros enfocada en la extracción ininterrumpida de la última gran reserva de calamares que subsiste en esta parte del planeta.

Tras operar durante el último tramo de 2020 en torno al archipiélago de las Galápagos, y luego descender hasta ubicarse a la altura de Perú, los más de 300 buques que saquean con respaldo del gobierno chino iniciaron el cruce del estrecho de Magallanes durante el pasado diciembre.

Ahora, fuentes trasandinas y especialistas locales confirman que ese movimiento cesó. Y los buques orientales, en su totalidad, ya se encuentran apostados en el Atlántico Sur.

«Ya en diciembre observamos que gran parte de esta flota está instalada en las zonas de pesca del Atlántico mientras que los últimos barcos en el Pacífico se encuentran todos en navegación hacia el estrecho de Magallanes y ninguno pescando», declaró al respecto Fernando Naranjo, subdirector del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA) chileno.

«El último convoy de naves navegó a través del estrecho de Magallanes y ya salió por la boca oriental del Atlántico. Al día de hoy, estamos monitoreando en coordinación con la Armada la navegación de las últimas dos naves que están entrando por la boca occidental del estrecho», indicaron otras voces del otro lado de la Cordillera.

Pico de barcos

Consultado por iProfesional, Milko Schvartzman, especialista en conservación marina, colaborador del Círculo de Políticas Ambientales y asesor en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) entre 2011 y 2015, confirmó el movimiento final de la flota. Y señaló que el pico de actividad tendrá lugar durante el inminente mes de febrero.

«Ahora en febrero, marzo, va a ser el pico de cantidad de barcos. Entre mediados de febrero y abril vamos a tener más de 500 embarcaciones en total, frente a la Patagonia en el Atlántico Sur. En una pequeña porción de océanos vamos a tener una altísima concentración de barcos», comentó.

«Este es un fenómeno único en el mundo. Que se de justamente en un espacio marítimo tan reducido una cantidad tan grande de buques pescando», remarcó. A través de la organización que asesora, Schvartzman viene de exponer que los pesqueros chinos -además de depredar el calamar- realizan una cacería intencional de fauna marina protegida, elefantes y lobos marinos en aguas argentinas.

Así depreda la flota

Como ya expuso iProfesional, la flota de pesca en aguas distantes de la potencia asiática reúne en un solo actor los peores atributos en cuanto a métodos extractivistas para el saqueo de la biodiversidad marina: pesca a gran escala en áreas específicas por períodos que pueden superar el año, movimientos a escondidas de los satélites, violación de las restricciones para operar en aguas territoriales.

A eso hay que sumarles prácticas laborales emparentadas con la esclavitud. A excepción del capitán y sus oficiales, todos chinos, el grueso de los tripulantes de estas embarcaciones son ciudadanos de Indonesia, Filipinas o África sometidos a los tratos más inhumanos: en 2014, por citar un caso, se constató que 28 personas que bajaron de un pesquero de calamares en Montevideo, Uruguay, presentaban marcas de grilletes en los tobillos.

Desastre ambiental

Desnutrición, escaso acceso al agua potable, pagas inexistentes e incluso torturas físicas, forman parte del combo que distingue a una armada de pesca ilegal que duplica con comodidad los números de Corea del Sur, Taiwán, España y Japón, otras naciones con fuerte protagonismo en el saqueo de espacios marítimos.

«El desastre ambiental que se genera es incalculable. El calamar es el alimento principal de especies como la merluza común. Pero también es importante en la alimentación del cachalote, los pingüinos y muchas otras variedades de la fauna marina. Esta presión terrible que ejecuta la flota china viene generando una catástrofe. Junto con el plancton, el calamar es la base de toda la cadena alimentaria del Atlántico Sur», expuso Schvartzman.

El funcionamiento de la flota china es promovido por el gobierno de la potencia asiática mediante acciones como el subsidio al combustible para las compañías del rubro pesquero o, directamente, la participación accionaria del Estado en algunas de las empresas propietarias de los buques.

La actividad ilícita que llevan a cabo estas embarcaciones genera pérdidas económicas para la Argentina del orden de los 1.200 millones de dólares al año.

La armada china encuentra en la tibieza de la legislación local un humus para seguir adelante con la devastación: las normativas vigentes, en caso de ocurrir la captura de un pesquero operando en la zona económica exclusiva, apenas fijan multas con un tope que no alcanza a los 150.000 dólares.

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