Muerte por Covid en el potero chino: pescadores bajaron a pasear por Mar del Plata


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Se conocieron más detalles de la última marea del potero de Fénix Internacional. Tripulantes reconocieron que cuando entró a descargar al puerto local “bajamos todos y algunos fueron a hacer compras al centro de la ciudad”.

Mientras se recuperan los 16 tripulantes que siguen aislados en Río Gallegos y los hijos de Manuel Quiquinte continúan  haciendo trámites en el marco de la causa que investiga la muerte del oficial de máquinas a bordo del potero Xin Shi Ji 89 la semana pasada, se conocieron detalles reveladores de la última entrada a puerto del buque de Fénix Internacional, que podrían explicar el brote que luego ocurrió en alta mar.

El barco entró en Mar del Plata pasado el mediodía del 12 de abril y volvió a zarpar a las 18:30 del día siguiente, una vez descargada la bodega. Se pudo saber por testimonio de uno de los tripulantes a bordo que la mayoría bajó del barco, salió del puerto y se fueron a realizar compras en los distintos paseos comerciales de la ciudad.

Algunos, no está el número preciso, se bajaron y no volvieron a subir al barco para reanudar la temporada. Fueron reemplazados por otros que habían cumplido el período de aislamiento y tenían el hisopado negativo.

El punto clave está en los que bajaron del barco, rompieron la burbuja y se fueron de shopping. Algunos volvieron al rato a subir al barco y otros recién al otro día, antes de zarpar junto al resto de la tripulación. Todos esos trabajadores no fueron vueltos a hisopar.

En realidad, por lo que contaron los hijos de Quiquinte, la primera y última vez que habían testeado al oficial de máquinas para subir al Xin Shi Ji 89 fue el 13 de enero, en vísperas de arrancar la temporada.

Los protocolos sanitarios que se aprobaron en el puerto de Mar del Plata con el trabajo conjunto de la autoridad portuaria, empresas y sindicatos, mantuvieron para este 2021 la falta de obligatoriedad de hisopar a los tripulantes, aunque en los factorías y poteros era una decisión frecuente de las empresas, justamente para evitar este tipo de brotes.

Los síntomas entre los tripulantes del Xin Shi Ji 89 comenzaron a los pocos días de haber salido del puerto. En todas las oportunidades que plantearon los síntomas, la pérdida de olfato, fiebre y dolores musculares, el capitán argentino que despachó el barco, José Alejandro Dirrolo, les habría negado asistencia y relativizar los síntomas.

“No existe el Covid, lo que hay ahora es gripe, la gripe es una semana; todo el mundo tiene que tener gripe, cuando tiene gripe, es básico que lo sepa”, le dijo el capitán a un tripulante que estaba grabando la conversación para dejar testimonio de la desaprensión de Dirrolo.

”Usted pierde determinadas cosas, entre ellas el gusto y el olfato. Lo agarra uno, lo agarra otro, lamentablemente lo hemos pescado, por no cuidarse o por estar en un ambiente con frío polar”, se escucha al Capitán.

Para mediados de abril en Mar del Plata la curva de contagios había consolidado un movimiento ascendente, con unos 300 casos diarios que pronto harían colapsar el sistema sanitario. En ese contexto los marineros descendieron del barco y salieron de shopping.

Cuando volvieron a ingresar al puerto debieron haber pasado por el puesto sanitario que controló temperatura y nivel de oxígeno en sangre. Nadie reportó ninguna novedad porque a quien lo hiciera no lo deberían haber dejado embarcar.

Es posible que las anteriores mareas las haya descargado en Puerto Deseado y que el comportamiento haya sido exactamente el mismo, con una absoluta falta de cumplimiento de los protocolos, pero las consecuencias no fueron tan graves porque en la ciudad patagónica los riesgos de contagio eran menores.

Fénix tiene 13 barcos poteros con permiso de pesca en el caladero nacional. Si el procedimiento es idéntico en todos los casos, que no se hayan producido más brotes a esta altura de la temporada es obra de un milagro.

Los hijos de Quiquinte todavía esperan que la empresa se comunique con ellos. Conocieron la noticia de la muerte de su padre por un familiar, luego lo confirmaron por un compañero de trabajo, amigo del oficial y más tarde, por el delegado del SiCoNaRA en Puerto Deseado, Marcelo Godoy. Fénix nunca los llamó.

Gntileza: Roberto Garrone (Revista Puerto)