Biblioteca del INIDEP, un tesoro escondido

Sitio de Internet – Pescare – Mar del Plata

Con todos los informes técnicos oficiales, campañas de investigación e historia de la biología marina desde los límites marítimos de la milla 200 hasta las playas. Que hay y cómo se comporta la biomasa y el entorno marino, todo desde 1960 a la fecha en la biblioteca del INIDEP.

Un tesoro escondido es la biblioteca que posee en sus instalaciones el INIDEP desde el año 1960, en el recordado edificio del Instituto de Biología Marina (IBM).

Con más de 22 mil referencias entre artículos en la Bibliografía Nacional en Ciencias Acuáticas y Marinas, más de 600 trabajos de licenciaturas, maestrías, doctorados y cursos de oceanografía biológica, es un sitio de referencia no solo para aquellos con relación a la Industria Pesquera, sino también para el público en general.

La biblioteca está a cargo de Leticia Lizondo, teniendo como referente a María Gabriela Silvoni y con la atención y los procesos técnicos de Quimey Navas y Mercedes Verazay, con quienes dialogamos espaciadamente, mostrando su compromiso y entusiasmo para la tarea que realizan.

Gabriela Silvoni, con 27 años en el lugar, nos cuenta como se han ido modificando muchas cosas.

GS: Se modificó todo mucho en cuanto a los recursos bibliográficos, del papel a lo electrónico, trabajar de lo que se llama del acceso abierto a los repositorios y también como el usuario o el investigador consulta. Hoy se consulta de otra manera. La biblioteca siempre estuvo muy focalizada en distintos grupos de usuarios, de la industria, de la empresa, siempre hemos interactuado mucho con cámaras. Siempre brindamos información de especies.

¿Los usuarios son solo marplatenses o personal de INIDEP?

MV: tenemos investigadores, estudiantes de colegios secundarios, gente de la facultad y el público en general, fuera de la pandemia, también se acerca para conocer. Yo hace 10 años que estoy en este lugar y uno va aprendiendo nuevas cosas a diario, si bien lo mío es más lo administrativo, interactuamos en todas las áreas de la biblioteca.

La pandemia nos llevó a cambiar cientos de costumbres y de hábitos, ni hablar la forma de trabajar. ¿Cómo ha cambiado la forma de consultar el material de la biblioteca?

QN: el mundo está en .pdf!!! por suerte convivimos con la dualidad, tenemos mucha documentación histórica, también el tipo de disciplina en la que estamos inmersos nos lleva a tener esa documentación. Dicho coloquialmente, la merluza no ha cambiado, pero sí cambio la forma de investigación, pero la primera descripción ictiológica de la merluza, por ejemplo, es importante. Tenemos documentación histórica y todo lo nuevo. Convivimos con el formato “papel” con el formato “.pdf”. La mayoría de nuestra bibliografía está digitalizada, así que los invitamos a escribirnos a biblio@inidep.edu.ar donde le podemos mandar la información en forma digital. Por cuestiones de derechos de autor y de recursos aún no tenemos todo digitalizado.

El recorrido por el lugar es encantador, además del orden y de los cientos de volúmenes que están a la vista, hay material que está a disposición y que el personal desea que lo consulten. ¿Es difícil trabajar en algo específico cómo esta biblioteca?

LL: tenemos que tener en cuenta que la biblioteca está para asistir o dar apoyo técnico al cuerpo de investigadores y técnicos de INIDEP en primer lugar, sin olvidar que es una biblioteca especializada pero el acceso es público. El abanico del tipo de usuarios se abre mucho. Es todo un desafío.

Tener una carrera de bibliotecología ayuda, pero no garantiza. El bibliotecario está preparado para trabajar en cualquier tipo de biblioteca, pero la dedicación a ésta en particular se aprende en el campo de experiencia a través de la práctica. Tuve que aggiornarme a los temas y programas del INIDEP, que se está haciendo, fijarse qué piden, como lo piden. En determinadas épocas del año porque es urgente una consulta. A veces nos piden cosas que no están acá porque tienen que estar en la Secretaría de Acuicultura y Pesca. El INIDEP está para asesora, pero no determina ciertas cosas.

QN: por ejemplo, las estadísticas pesqueras, que siempre nos piden, pero eso lo remitimos a la página del Ministerio que es el ente oficial que las tiene en línea.

En otras bibliotecas ha cambiado todo, incluso la manera de catalogar, y de la forma de acceder.

GS: hoy hay una tendencia a lo que se llama “acceso abierto”, que es para subir la información a texto completo. Esta es la biblioteca más importante en la Argentina en esta disciplina. Siempre hemos tratado de trabajar en redes, tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Hemos aprendido a estandarizar y trabajar con términos específicos, como se estandarizan los nombres de las especies. Es muy importante, desde la parte comercial, a veces hay errores en las especies, tanto para importar o exportar, hay que tener la lista de la FAO y los códigos, y nosotros nos encargamos de proporcionarlo. A veces la gente piensa que todo está en Google, pero nosotros tenemos un eslogan “Google te da 1 millón de respuestas y la bibliotecaria te da la correcta”. Como decía Leticia, nosotros nos especializamos en dar visibilidad a lo que hace el INIDEP y lo que se hace a nivel nacional. Antes que lo tuvieran las Universidades, desde el INIDEP ya teníamos todo lo que sea tesis en ciencias marinas y pesqueras para que la gente tuviese acceso. Uno de nuestros objetivos es contestar inmediatamente y en forma precisa.

¿Cómo hacen los interesados que están en el sector y el público en general para poder consultar el material de la biblioteca?

MV: tenemos catalogados a los usuarios, sabemos en qué laboratorio trabajan, o en qué empresa y se les brinda el material por un tiempo considerable, hacemos el control de los préstamos de las publicaciones o libros y vamos haciendo un seguimiento. Todo esto no tiene ningún costo. Quienes quieren venir a hacerlo en forma presencial, tienen una sala a disposición y gente especializada para que los asista.

¿Hay muchos usuarios “remotos”?

QN: en lo que va del 2021, sin contar el mes en curso, llevamos atendidos a 1342 usuarios, siempre hablando de forma online. Recién estamos recomenzando con las consultas presenciales con todos los cuidados del caso. Para nosotros es un montón y nos gusta que sea así.

¿Se incentivan a los alumnos en los distintos niveles educativos a concurrir, o es algo que aún no está muy instalado?

LL: yo soy docente en la Universidad en la carrera de bibliotecología, doy clases en dos materias de primer año y una de esas materias los llevamos a distintas bibliotecas, pero siempre trato de traerlos a esta biblioteca porque es algo único. Fuera de la pandemia han venido muchos alumnos de las carreras vinculadas a las ciencias marinas. Han venido grupos de Córdoba, de Buenos Aires donde alumnos de la carrera de biología de la UBA que elegían la especialización y les requería venir dos meses a Mar del Plata en forma intensiva. Siempre tratamos de acercar la biblioteca al público y que sepan lo que podemos ofrecer. Tratamos de mantener comunicación con los usuarios a través de nuestros biblionews e infonews donde una vez por mes brindamos material.

Hoy el mundo nos ha privado de muchas cosas, pero también nos permite acceder a otras, desde este lugar, ¿que prefieren? ¿Presencialidad o virtualidad en la biblioteca?

GS: la gente sigue trabajando y estudiando, tenemos muchos empresarios que piden informes. Virtualmente hemos incrementado algunas cosas. Hay organismos internacionales que tienen muchos cursos y nosotras mismas damos capacitaciones para búsquedas de información para bases de datos de esta disciplina. Lo hemos hecho para gente de las Universidades, de la UTN y ahora estamos preparando para el INIDEP y eso también hace que se facilite la búsqueda de información. Tenemos usuarios que tienen que ver con la economía, la historia, derecho, hay un área muy importante que está en “papel” y que la gente la aprovecha mucho. Esa gente hace trabajos relacionados con la pesca, pero desde otra visión. Muchos cuando terminan sus tesis nos la envían y eso hace que se enriquezca nuestro material.

Las colecciones, las cartas náuticas, el archivo periodístico y el acceso a la Biblioteca Electrónica MINCYT, más las separatas, las tesis y los títulos de revistas, son un mundo digno de conocer y pasar horas escudriñando en el lugar

¿Les llegan o han llegado consultas desde lugares extraños o desconocidos?

QN: Tanzania por ejemplo, o algún lugar perdido desde África, o algún pueblo de Nueva Zelanda, porque hay especies que comparten la misma latitud, y la búsqueda de información está muy hermanada. A veces tenemos que buscar en los mapas para saber desde donde nos consultan. Somos muy pocos bibliotecarios dedicados a las ciencias marinas, acuáticas y pesqueras.

GS: hay especies que compartimos con Sudáfrica, con Australia, con Nueva Zelanda y con Chile, pero más para el lado del Océano Atlántico.

QN: nos consultan mucho sobre acuicultura desde Brasil por ejemplo u otros países latinoamericanos, pero también recibimos de los países árabes donde la acuicultura está teniendo un gran auge. Lo notamos a partir de la forma de escribir de los mails, donde tal vez su forma de escribir en inglés no es de un nativo de esa lengua.

LL: nosotros participamos de una asociación internacional de ciencias marinas, es una gran red que nuclea a los bibliotecarios y bibliotecas de ciencias marinas del mundo. Esa asociación reúne un catálogo colectivo y tiene las colecciones de todas las bibliotecas especializadas. Una bibliotecaria estadounidense estaba buscando justamente tres tesis argentinas en ciencias marinas y nosotros no las teníamos en ese momento, pero rastreamos a los autores, a los directores de esas tesis, y desde este lugar pudimos brindar el material con su autorización, eran tres tesis sobre mamíferos marinos.

¿Económicamente la biblioteca se sostiene con los fondos del INIDEP o reciben algún aporte extra?

GS: cuando se venden los libros que publica el Instituto, el dinero no vuelve para este sector. Eso va a un fondo al Ministerio. Por eso en esta y otras bibliotecas se usa mucho el canje. En cuanto a información científica, ahora el Ministerio de Ciencia y Técnica para todo el país el acceso a la información y todos los que estamos dentro del sistema, accedemos sin costo a un montón de información que es paga.

LL: tratamos de aprovechar todas las ocasiones de conseguir material por las relaciones que vamos teniendo y haciendo con nuestro trabajo. Cuando vemos que hay un libro nuevo tratamos de contactarnos enseguida y pedir la donación de algún ejemplar. En ocasiones los mismos autores traen sus obras para que las tengamos acá para consulta de quienes lo necesiten.

¿Qué es lo que más se consulta en la biblioteca?

QN: lo que más consultan, en lo que llamamos consulta-búsqueda. Son consultas más en profundidad, es decir que no necesitan saber cuánto mide una merluza en promedio, sino información más profunda, que es transversal a una especie, a un lugar, por ejemplo. Es un lindo desafío porque tenemos que combinar distintas fuentes documentales. Todo el material siempre está relacionado con la pesca, pero tenemos un sector relacionado con la gastronomía, con recetarios sobre pescados y mariscos. No es de corte biológico ese material, pero nos sirve para incentivar el consumo de pescado.

¿Tienen otros materiales?

MV: en el BIP Angelescu pudimos implementar la biblioteca dentro de lo que es más técnico, pero también tenemos material recreativo para que sea un ambiente más relajado, donde se pueda combinar el trabajo con la lectura, eso también nos gusta incentivar. Siempre tratamos de encontrar la manera de forma de que se acerquen, tanto la gente del Instituto como el público en general. 

Estudiantes, investigadores, profesionales, médicos, bioquímicos, empresas, despachantes de aduana, todos pueden tener una gran referencia en esta biblioteca especializada, con gente apasionada por evacuar las consultas que les hacen.