“Calamar 2022: la flota nacional zarpará antes para intentar pescar lo que este año capturaron los extranjeros e ilegales”


Sitio de Internet – Puerto de Palos – Mar del Plata

by Roberto Garrone 

La flota potera nacional tratará de pescar el stock sudpatagónico al sur del 49°S antes que migre y lo capture la flota extranjera sobre la milla 201 y los españoles asociados a los ingleses en Malvinas. Esta temporada los barcos argentinos pescaron 130 mil toneladas de calamar. Los extranjeros casi el cuádruple.

Otra vez, como viene pasando desde hace varios años, la temporada 2022 de calamar para los setenta barcos –si es que Fènix no suma alguno más de último momento- arrancará a puras incógnitas, con un velo sobre una de las tres principales pesquerías que tiene la industria pesquera argentina.

La que tiene aristas singulares más allá de su selectividad a la hora de la captura. Los barcos poteros solo pescan calamar pero el éxito o fracaso de la temporada no se vincula con la abundancia o falta del recurso dentro de la zona económica exclusiva argentina sino por lo que pasa afuera.

En ese submundo que brilla por las noches al borde de nuestra jurisdicción y le dan forma cientos de barcos extranjeros, en su mayoría chinos pero también españoles, taiwaneses, coreanos y portugueses, se juega el año para las empresas nacionales.

Y en las luces que brillan en torno a Malvinas, claro, donde Inglaterra hace su negocio vendiendo licencias a flota española, una España que reconoce nuestra soberanía sobre las Islas pero obviamente mira para otro lado cuando se benefician empresas gallegas en la captura de calamar en las dos temporadas de pesca.

Cuánto es lo que pescan en Malvinas, de qué magnitud es el negocio que Argentina mira impávida sin levantar un dedo por temor a dañar relaciones bilaterales con la madre patria, relaciones que no existen, son de sometimiento, carnales en materia pesquera, en la que nos toca la posición más… “desfavorable”, solo para ser cortes e irradiado ya en el espíritu navideño.

La flota gallega en Malvinas pescó esta temporada 170 mil toneladas de calamar. La flota argentina capturó 114 mil toneladas. La potera, si le sumamos la pesca con redes de arrastre, la cifra trepa a las 130 mil toneladas.

El mercado del calamar es uno solo. No importa de dónde venga o quien lo vende. El exportado por Argentina compite con el español o el chino. Claro que España lo hace con mayor valor agregado porque todo el calamar que descargan en Vigo suma valor en tierra.

Acá nosotros, más allá de los mayores compromisos de reproceso en tierra que tienen los armadores a partir de este año, no se nota mucho en la estadística. De las 116 mil toneladas exportadas hasta septiembre pasado, 109 mil toneladas fue calamar entero, reporta el Informe de Coyuntura de Octubre. Es posible que lo reprocesado en tierra termina en el mercado interno. #Ponele

A ese mercado paralelo que alimentan extranjeros y piratas con recursos naturales argentinos hay que sumarle las 280 mil toneladas que capturaron los subsidiados de la milla 201, los que utilizan mano de obra esclava, operan con barcos mellizos y el sistema de posicionamiento satelital apagado. Pero para la Prefectura no realizan pesca ilegal. #PoneleAlCuadrado

Todo ese calamar sale del mismo lugar, del caladero argentino. Pasa que los recursos migran y no conocen fronteras ni la impericia diplomática de nuestros representantes. De absolutamente todos los gobiernos. Todos entregan nuestra riqueza ictícola como moneda de cambio. A quién le importa un molusco que habita las profundidades del mar. Y encima se pesca de noche.

Se capturaron 130 mil toneladas y se exportaron 116 mil. Con esos dos datos se podría imaginar que fue una zafra exitosa la del 2021. El problema es que cayó mucho el precio. Fundamentalmente por la sobreoferta de calamar illex que llegó del eje China-Malvinas/España. 

El valor promedio de la tonelada este año fue de 2050 dólares cuando el año pasado fue un 23% superior. Y lo peor es que hay stock en los países que demandan y eso sigue desmoronando los precios. Una buena zafra de los extranjeros implicaría mayores riesgos para los permisionarios nacionales.

Todo el interés mediático que cobró el tema en los últimos años y que ha llevado incluso a las fuerzas de seguridad a incrementar los controles en el área, ha desembarcado ayuno de cambios trascendentes. China mantiene los subsidios a su flota de lejanía y cualquier posibilidad de recortes son meras especulaciones. La Organización Mundial del Comercio (OMC) es cartón pintado para el gigante asiático.  

Hasta la semana pasada según reportaban desde CAPA, la Cámara de Armadores Poteros Argentinos, que reúne a los armadores “argenchinos”, porque la mitad de los permisos de pesca nacionales están en manos de empresas chinas y coreanas, digamos todo, había 100 barcos extranjeros ya operando en la zona aledaña a la milla 201, frente al Golfo San Jorge. A partir de imágenes satelitales, entidades ambientalistas reportan un número mayor de barcos en zona.

Por suerte las capturas hasta ese momento eran nulas. En realidad es muy común a esta altura del año que la flota extranjera pesque poco porque el recurso todavía no comenzó la migración hacia fuera de la plataforma.

Cuánto calamar habrá disponible en la temporada que comienza el 7 de enero próximo, es un interrogante que no tiene respuestas. Al menos hasta que no concluya la campaña de investigación del INIDEP que comenzará casi en simultaneo con la operatoria de la flota. No hay un solo dato científico que permita vislumbrar lo que será el 2022. Hablemos de incertidumbre.

En la zafra que viene se intentará corregir algo que ocurrió en esta y que podría haber mejorado las descargas de este lado y empeorado las de los piratas en Malvinas. Cuando los investigadores detectaron calamar del stock sudpatagònico, entre el 49ºS y el 52ºS, la flota pescaba otro stock, el desovante de verano, más al norte, entre el 47ºS y 45ºS.

Por eso este año cuando comience la zafra buena parte de la flota nacional irá en búsqueda de ese stock sudpatagónico con la idea de poder capturarlo antes que salga de la plataforma y termine en las bodegas de la flota extranjera.