Lucrecia Bravo. Referente política del sector pesquero de Santa Cruz

Sitio de Internet – Pescare – Mar del Plata

Lucrecia Bravo, con las virtudes que las caracteriza, hace un análisis de este 2021. Anticipos y una arquitectura de pensamiento donde el sistema cierra con la gente, el trabajo y la inversión.

Balance y proyectos fueron los dos ejes por los cuales transitó la charla que mantuvo PESCARE con la Subsecretaria de Pesca de la provincia de Santa Cruz Lucrecia Bravo, con la mirada puesta en el trabajo y en aspectos sociales.

El comienzo de la charla se inicia por el lado del año que se termina con la referencia a la evaluación de lo que se vivió hasta hace pocas horas.

Pienso que la pesca durante el año que pasó, en todo el país en general, pero en Santa Cruz en particular ha tenido un gran año, con un montón de particularidades y conflictos, sobre todo gremiales o laborales que hemos acompañado siempre, un poco como intermediarios para lograr el consenso y que la actividad sea sostenida, pero en términos de descarga en comparativa con el 2020 hemos descargado muchísimo más tanto en Caleta como en Puerto Deseado.

¿Los conflictos son directamente proporcionales a los buenos momentos de la pesca? Da la sensación que a mayor actividad menor cantidad de conflictos. ¿Es así?

Son proporcionales a los buenos momentos de la pesca cuando tienen que ver con las paritarias y no son proporcionalmente directos, que es lo que nos pasa un poco acá tiene que ver con las bajas temporadas, con lo cíclico de la actividad y con la lejanía cada vez mayor del langostino que es el recurso que históricamente ha alimentado a los puertos de la provincia.

Tal vez hay que cambiar el “chip” y decir “el langostino hoy es un complemento”, quizá sí es estructuralmente importante el congelado pero el fresco es un complemento muy eventual y el fuerte de nuestros puertos tiene que ser vinculado a otra cosa, sobre todo en Caleta, porque en plena zafra de langostino teníamos cortes de ruta reclamando trabajo y yo personalmente hablaba con los armadores y las empresas apelando a la buena voluntad y el compromiso del resto del año del empresariado, porque era absolutamente antieconómico venir a trabajar acá por la distancia.

La distancia tiene dos factores importantes: el tiempo de viaje que es el tiempo que no producen, por ende dejan de ganar dinero, y el costo de llegar hasta acá. Combustible, la marinería, la tripulación. Todo es un tema que complejizaba aún más la situación. Fuimos tratando de cambiar la mirada.

Ahora empieza la temporada de calamar y es una temporada muy fuerte para Puerto Deseado en particular. Aprovechémosla como Estado, pero las empresas, pero sobre todo los trabajadores, todos, tenemos que entender que es el momento fuerte del año. Aprovechen, trabajen mucho, ordénense y acompañaremos desde el Estado con alguna política que tenga que ver con la educación financiera para que el trabajador que ganó mucha plata y eso a mí me da mucha alegría que la gente puede crecer, cambiar el auto y que pueda ampliar o construir su casa. Pero también hay que guardar para la “temporada baja”, de eso se trata también la educación financiera.

Lo que hay que tener en claro es que es un trabajo temporal y que es cíclico. Nosotros hacemos todo lo que podemos para que los puertos estén operativos todo el año o al menos 10 meses lo que sería sumamente positivo que de los 12 meses, 10 estén trabajando “a full”, pero hay veces que no son 10 y son 8 o hay meses que el trabajo merma a la mitad.

El Estado está para acompañar en buscar alternativas pero no para garantizar sí o sí algún subsidio o algún beneficio económico por esos meses que trabajaron menos, sino tendríamos que hacer lo mismo con las otras actividades económicas que están absolutamente condicionadas con la temporalidad. Ni hablar del contexto de pandemia. Imagínate el turismo que en temporada baja no trabaja, ¿entonces tiene que ir el Estado a poner plata?, no.

Mencionó el tema de la pandemia, que es algo que sigue preocupando por la cantidad descomunal de casos que han aparecido. ¿Qué puede pasar con eso de cara a la temporada del calamar?

Entiendo que tenemos tan incorporado algunos mecanismos de prevención y protocolos internos dentro de las empresas incluso para no perder plata. Un barco parado 20 días es un barco que igual tiene que pagarles a los marineros y pierde de producir. Todos han incorporado ese mecanismo de cuidado y cuando vienen a trabajar al sur, tenemos margen por ejemplo cuando viene un barco de Mar del Plata que estuvo mucho tiempo navegando y cuando llega a los puertos del sur llega con el aislamiento preventivo, con la cuarentena hecha más allá de los testeos hechos en el puerto antes de salir.

Todo el trabajo que hicimos desde hace más de un año y medio, cuando definimos protocolos, que avanzamos con la campaña fuerte de la vacunación que fuimos una de las primeras actividades económicas en garantizar la vacunación de todos los trabajadores de al menos de aquellos que no podemos garantizarle un cuidado en tierra. Apelo al compromiso de cada uno donde deseamos que evalúen que ponen en juego no solo la salud sino también el trabajo.

Desde hace algún tiempo se viene apostando muy fuertemente a la acuicultura en distintos puntos del país, ustedes en la provincia de Santa Cruz están por esa senda también.

Esa es una deuda que teníamos en la provincia en general y en lo personal también por un compromiso que asumí hace algún tiempo con la Municipalidad de Piedrabuena incluso cuando el Dr. Liberman era la autoridad de pesca acá en la provincia.

Finalmente sucedió, presentamos un proyecto que tiene que ver con el reacondicionamiento de la estación de piscicultura que existe en Piedrabuena donde hay piletones y alguna proyección de trabajo comercial, pero eso más bien es una estación de investigación y una estación científica de desarrollo acuícola que es modelo en la Patagonia, que es una de las primeras que existió en el país y que produce no solamente trucha “tamaño plato”, que es un poco la intención final que es lo que genera mayor alcance para la comunidad en general, la posibilidad de ir a comer una trucha en Piedrabuena o que el turista pueda pasar y llevar alguna conserva, un producto bien patagónico, sino además la mejor genética. Es la ciencia aplicada a la producción de alimentos.

¿Cómo ha recepcionado esto el Director Nacional de Acuicultura Guillermo Abdala Bertiche? Cuando PESCARE dialogó con él hace unos meses se lo vio con gran entusiasmo y abriendo puertas para el crecimiento de la acuicultura.

El Director empuja mucho, es muy perseverante. Gracias a eso terminamos ordenando este proyecto y hay un compromiso muy grande de trabajo y que se generen nuevas alternativas. La estación existe hace 30 años y ahora le faltaban recursos económicos para ajustar algunas cuestiones.

Si en esa estación, la empresa Harengus que estaba radicada acá en Santa Cruz, producía y exportaba trucha de algunos espejos de agua naturales pero además de ese criadero, porque no lo podría hacer el Estado de la misma forma y que le vaya bien sin fines comerciales o con un fin más social hasta en el valor del producto. Lo encaramos por ese lado y también desde ahí empiezan a surgir nuevas demandas.

Santa Cruz es una provincia riquísima con espejos de agua para hacer este tipo de producciones sin necesidad de llenar de antibióticos como pasó con las costas chilenas. Teniendo ese control y ese cuidado de una actividad sustentable y amigable con el ambiente, tenemos un montón de potencial para hacer.

En esto nosotros arrancamos desde “cero”. La realidad es que en los últimos diez años o más, siempre la actividad pesquera de Santa Cruz tuvo que ver con la extractiva, con los puertos de Deseado y Caleta que generan la industria significativa y generan empleo también de forma significativa, pero faltaba el desarrollo de la pesca continental y desarrollos acuícolas en aguas continentales.

Fue un desafío que encaramos en este nuevo mandato de la gestión, entendiendo que lo otro ya estaba consolidado y que estaba sobre su techo sobre todo por las condiciones del recurso en el mar que está cada vez más lejos de Santa Cruz. Teníamos que diversificar las actividades así que estamos en proyectos de investigación en el lago Buenos Aires y el lago Cardiel.

Son cosas que nos van a llevar un par de años ponerlas operativas como quisiéramos o quizá como hoy tiene Río Negro o Neuquén en esos embalses, que producen un montón de toneladas de trucha que exportan.

Nos dimos el desafío de profesionalizar el área y busquemos gente idónea para hacer algún desarrollo científico ahí y con información establezcamos un plan de manejo y que ese plan tenga una veta y una mirada de desarrollo productivo y comercial. Al menos que sirva para las comunidades que estén asentadas en ese espejo de agua.

La localidad de Los Antiguos en el noroeste de la provincia de Santa Cruz tiene la Fiesta Nacional de la Cereza. Hagamos algo más con la trucha. Tenemos el lago Buenos Aires, que además de ser muy bello tiene una riqueza en abundancia de recursos. Explotémoslo, pero no para que en dos años tengamos una trucha más sino que tengamos un orden, una proyección, sino que la misma comunidad se involucre con el cuidado del lago, que pueda capturar y comercializar esas truchas y que quizá exista en una góndola en un supermercado de Alemania una trucha santacruceña envasada al vacío y ahumada.

El día que me toque irme de la provincia, por decisión o por coyuntura pero mirar para atrás y decir que bueno las cosas que generamos con un cambio real en la estructura productiva en la provincia de Santa Cruz. No como ególatra sino como el desafío personal de cambiar un poco las cosas.

En definitiva de eso se trata la función pública ¿no?, de hacer cosas por el bien de los distintos sectores.

Para reproducir algo que funciona y está bien bárbaro, sino que generemos cosas nuevas. Si no para limitarme solamente a dar permisos de pesca de altura o intervenir en algún conflicto gremial o laboral, yo prefiero irme a otro lado y hacer otra cosa. Ese es el momento donde con el equipo les planteo qué más podemos hacer.

Tenemos más de 1000 km. de costa marina. Si hoy Newsan desembarcó mucho dinero en Tierra del Fuego para hacer un criadero de mejillones. ¿Por qué no lo podemos hacer en Santa Cruz? Empecemos a marcar los bancos, a profesionalizar equipos técnicos para la detección de mareas rojas y de toxinas. Empecemos a dinamizar la actividad para apostar a eso. Teniendo los recursos e información concreta que nos permite tomar decisiones después, para buscar inversiones que nos permitan el potencial productivo. Necesitamos la “pata” previa que es la provincia y estamos en esa instancia ahora.

¿Cuándo alguien está en la función pública y queda un tiempo determinado en ese lugar, como se trabaja pensando en que tal vez el que llegue tenga otras ideas y deja de lado los proyectos que están en marcha?

Yo trato de que estas propuestas o desafíos personales trato de “vendérselos” al equipo que es estable en la Secretaría. Que no dependan de la política o la coyuntura y convencer a las comunidades también, hacerlos parte de eso también. No importa quien gobierne, en la provincia en general o en mi secretaría. Mañana tomo la decisión de irme o la Gobernadora me dice “hasta acá llegamos con vos”, “preferimos que venga otra persona”.

Quiero que la gente que trabaja conmigo pueda sostener lo que venimos encarando. Trabajamos en equipo. Un poco me puede frustrar eso, que falten dos años y pasan volando. La apuesta de decir quedan dos años de este mandato y la apuesta a un mandato más, pensando en seis.

Ahí vendrá el replanteo personal de saber que quiero hacer si de seguir en Santa Cruz o volver a Buenos Aires, pero nosotros abrimos un abanico grande de posibilidades de proyectos para laburar pero también soy muy de la idea “tenemos todo este escenario”, empecemos a hacer cosas en todos progresivamente, pero tengamos uno que sea nuestro fuerte, como pasó este último semestre con Isla Pavón.

El Fondo Nacional Acuícola destinó una suma superior a los $ 15 millones para impulsar el desarrollo de “Estación Municipal de Piscicultura Isla Pavón”.

Con eso concluido hacemos otra cosa, ahora el primer semestre del 2022 quisiera trabajar fuertemente con los bancos de mejillones y los pescadores artesanales, vayamos por ahí. No nos desentendemos del lago Buenos Aires, del lago Cardiel, de la pesca de altura ni hablar.

Me propongo metas cortas. El día que me toque ir de diez proyectos que teníamos en agenda logramos tres. Y esos tres son un montón. Cambiamos la realidad porque no existían. El que estuvo antes que nosotros no se preocupó por eso. Esa diferencia también motoriza a decir “sigamos por acá que vamos bien”. Con aciertos y errores pero con apuestas todo el tiempo constantemente.

En referencia a la pesca extractiva, nos gustaría conocer su opinión con respecto a las multas que será uno de los temas del 2022.

Yo estoy en absoluto acuerdo con las decisiones que fueron tomando tanto el Dr. Julián Suárez y el Dr. Carlos Liberman que se conversó además en el ámbito del Consejo Federal Pesquero. Estoy de acuerdo porque había que ordenar todas las pesquerías de la milla 12 a la 200. Ni hablar de aguas internacionales que es otra discusión.

El día que sucede en aguas nacionales hay que ordenarse. Acá no se trata de un capricho de la autoridad de turno sino en defensa de los intereses de todos los argentinos y argentinas. Si por el beneficio de un empresario vamos a terminar perjudicando a todo el país, no.

Si regular la actividad extractiva en el mar aplicando multas como medida coercitiva permite tener una apuesta de una pesca a futuro sustentable, amigable, regulada, que nos permita tener márgenes de proyección y desde ahí un desarrollo más ordenado, bienvenido.

Todo lo que recauda el FONAPE incluso con las multas se coparticipa a las provincias, entonces gracias a esas multas y a los infractores, que el equipo de Julián (Suárez) puede labrar, son recursos económicos que recibimos en las provincias y desde donde yo puedo pensar e impulsar cosas nuevas para el crecimiento de la actividad.

No podemos pensar en la pesca como si fuésemos piratas. Un poco sucedió durante algunos años. Tenemos que amigarnos y funcionar distinto. Por ahí hay una fuerte resistencia de algunos actores del sector. Estoy convencida de que habemos un montón de gente, un poco más joven, con otra dinámica, que recogemos por supuesto la experiencia y los errores de la gente que tiene muchos años en la actividad pero que tenemos una mirada distinta, de hacer las cosas distintas, con otra apuesta. Que no implica que trabajemos menos, al contrario, que trabajemos más. Y que a todos nos vaya mejor, sobre todo al ambiente, eso es crucial.

Ayer miraba lo que sucede en el Paraná. No hay una vinculación significativa con la pesca extractiva pero quiero decir que hemos maltratado históricamente nuestra casa, el ambiente. En la pesca pasa lo mismo. La multa tiene que ver con eso. Con una medida que te obligue a repensar tú accionar en defensa de un interés común, no por un capricho.

¿Qué le dice a quienes sostienen que el FONAPE es abusivo?

Entiendo que no es abusivo. Puede ser abusivo según la mirada de algunos. El objetivo es que dejen de tener determinados comportamientos que dañan el funcionamiento de la actividad. Si vos no querés pagar una multa porque te pasaste con los kilos en el cajón, o con los kilos que declaraste o con el tiempo que estuviste pescando, podés estar 72 horas y estuviste 75, lo siento. Reglas claras para todos.

Hay quienes argumentan que la materia prima una vez que está en el cajón ya no es de quien la capturó. ¿Debe pagar el que la compró?

Tienen que ponerse de acuerdo entre ellos. Para el Estado Nacional o Provincial en algunos casos el responsable solidario va a ser el que la capturó. Alguien tiene que hacerse cargo de eso. No importa quien tiene que pagar. El objetivo no es recaudar. Ojalá no hubiese que cobrar multas. Y la plata que hoy se recauda con las multas, los empresarios la vuelquen a la producción. Porque genera empleo, dinamiza las economías locales. Ojalá, Julián (Suárez) no tenga que mandar equipos con el costo que eso implica a fiscalizar a los puertos para ver que la gente haga lo que tiene que hacer y lo haga bien.

No lo hacemos. No aprendemos. Acá todo el tiempo estamos buscándole la vuelta a ver cómo puedo zafar de algo. A ver a quien conozco en tal organismo para no renovar la libreta de conducir o manejo y esquivo los controles de tránsito. Algo tan básico. Tiene que haber consecuencias sobre eso.

Las reglas son claras para todos. Las “condiciones de juego” son iguales para todos.

Entre las muchas acciones que se vieron en el ya último año, hubo cambios en la administración de Puerto Deseado.

Hace unos meses que Jorge Fresco, que era el administrador se fue por un desafío laboral a Comodoro Rivadavia. Un gran compañero de trabajo y gran coequiper. Lamenté la salida de Jorge pero también me alegró la llegada de Patricia Figueroa como nueva administradora que es histórica en el puerto de Deseado. Y lo simbólico que una mujer esté conduciendo el puerto.

Hace poco más de un mes, reunida con la gobernadora (Alicia Kirchner) y la ministra y la gobernadora riéndose me dice “que loco que tres mujeres estén hablando de la pesca”. Y en ese tono risueño le contesté “naturalicemos estas cuestiones”. Hoy somos cuatro mujeres (gobernadora, ministra, subsecretaria y administradora) involucradas con una actividad que fue privativa y casi exclusiva para hombres.

Hubo que “romper” un montón. ¿Sabés lo difícil que fue al principio? Cuando estaba el Dr. Liberman era más fácil involucrarnos en algunas cosas. Por mi militancia nunca sentí ninguna diferencia con los hombres. Pero algunos sindicatos o empresas en discusiones, te miran distinto.

Patricia Figueroa, la actual administradora de Puerto Deseado es una funcionaria de carrera y se la reconoce como una de las personas que más conoce ese lugar.

Nos falta mucha discusión en el sector sobre la perspectiva de género y el rol que ocupamos las mujeres en los espacios de conducción y no solamente como autoridades provinciales en algunos casos. Somos un montón de mujeres involucradas en los puertos y la pesca pero quedamos siempre como relegadas o supeditadas a la mirada del hombre.

Por suerte estas cosas se charlan también en el Consejo donde también se plantean estos temas.

Con la idea que tiene el CFP de salir de CABA al menos una vez al mes para hacer sus reuniones imagino que querrá ser Santa Cruz uno de los primeros lugares.

En teoría en febrero vamos a Tierra del Fuego, voy a proponer que en marzo sea Santa Cruz y abril seguramente iremos a Chubut. Esperemos que el contexto de la pandemia nos permita hacer esas jornadas bien productivas. Hay cosas que son muy transversales a las provincias, estando en el lugar se puede ver que hay realidades también muy distintas.

Con la claridad, transparencia y don de gente de una de las referentes superlativas en el CFP, anticipamos marzo, como el mes donde la política pesquera se dirime en tierras santacruceñas.

Por Gustavo Seira