Sitio de Internet – Puerto de Palos – Mar del Plata
Roberto Garrone
El problema con el re empadronamiento y la titulación de oficiales de la marina mercante, pilotos de pesca, capitanes, conductores y maquinistas navales, amenaza con incrementar las consecuencias que ya ha generado en estos días desde que venció la última prórroga el 31 de marzo y las disposiciones que trajeron más confusión que certezas y paro mediante el día viernes, generaron nuevas medidas cual de todas más confusas y precarias.
Para trabajar en la marina mercante es necesario mantener renovados los certificados y títulos que les permiten trabajar. Esa exigencia quedó postergada durante la pandemia y de ahí nacieron los plazos para ir regularizando la situación ante los organismos de control.
En Lavalle hasta ayer miércoles toda la flota que opera sobre la corvina y pescadilla esta parada por la falta de personal habilitado. En Rawson pilotos que hasta hace dos semanas pescaban langostino con cierta asiduidad no pueden ni siquiera correr los barcos de lugar.
En Mar del Plata no estalla la bomba porque es Mar del Plata, el principal puerto pesquero del país y donde la presión de todos los gremios y cámaras armadoras intentan con la buena voluntad de Prefectura que la sangre no llegue al río, aunque esto no impidió que hubiera muchos barcos con inconvenientes para contar con personal habilitado.
El problema es que hasta ahora la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, Prefectura y la Armada Argentina, las tres patas oficiales de esta trampa burocrática, eligen el camino de las prórrogas para ir pateando el problema que generó la pandemia unos meses para adelante.
Pero la prórroga no es la solución de fondo si los trámites de re empadronamiento en la sede de la Armada se deben hacer de manera presencial pero solo atiende dos veces por semana y apenas dan cinco turnos por día.
Con 10 oficiales re empadronados por semana con toda la furia, si es que no se enferma o toma licencia alguno de los que atienden la oficina, la marina mercante podrá ordenarse en varios años no antes del 30 de junio.
En la Prefectura responsabilizan a los propios trabajadores marítimos por no tomarse el tiempo de iniciar los trámites y se negaban a nuevas prórrogas porque entienden que es un premio para los irresponsables, para los que no se ajustan a las disposiciones vigentes.
En el Centro de Patrones sacaron cuentas y creen que hay más de 80 oficiales por re empadronar y algunos esperando el título con sus nuevas aptitudes, solo en la actividad pesquera. En el río son muchos más. Otro tanto pasa en la Asociación de Capitanes y un poco menos en el SICONARA, donde tienen otros problemas: los conductores que están fuera del sistema capacitándose para pasar a una escala superior.
Hay más problemas. Para reempadronarse los trabajadores deben completar el curso avanzado o básico, según la categoría del título, del STCW 95, a partir que Argentina adhiere a la normativa de la Organización Marítima Internacional (OMI)
Si cuesta encontrar un lugar para re empadronarse, para hacer los cursos ya se requiere poco menos que un milagro. Los gremios refieren que no hay personal para dictarlos y cuando sale una convocatoria las pocas vacantes se completan enseguida siempre y cuando no coincida con los picos laborales en la pesca.
El conflicto suscitado con los marineros, con requisitos más básicos, hubo que resolverlo con una simple nota en que se comprometían a completar el trámite de certificación que no habían iniciado a partir del 31 de diciembre, cuando entró en vigencia la anteúltima prórroga que venció el jueves pasado y por eso quedaron afuera de la última Disposición de Prefectura cuya vigencia no alcanzó a sumar 24 horas.
Nadie sabe qué pasará cuando ingresen a descargar el langostino del sur del 41°S todos los tangoneros congeladores que eligieron anticipar la zarpada para saltearse este obstáculo administrativo. Es posible que las agencias marítimas trabajen horas extras esos días para completar las declaraciones juradas con nuevos compromisos.
En la Armada y Prefectura argumentan la exigencia de las renovaciones no solo para dar cumplimiento a Ordenanzas de la OMI sino para evitar en la actividad gente que suba a los barcos con títulos apócrifos. Si es que existen, parecen bastante bien hechos porque no se ha conocido el hallazgo de ninguna.
El resultado hasta ahora es un berenjenal del que cuesta salir, o mejor dicho, que avance hacia una normalización.
En las últimas horas referentes de los gremios de oficiales se reunieron en la ciudad de Buenos Aires con autoridades de la Subsecretaría de Vías Navegables para diagramar un plan de acción que oficie de hora de ruta para ir normalizando la situación. El GPS del berenjenal.
Desde los gremios, lo mismo en las cámaras armadoras, están ciertamente preocupados por las consecuencias que puede tener estas trabas en el desarrollo de la actividad y así se lo transmitieron a los funcionarios de la cartera de Transporte.
“Hay que descentralizar los trámites; no puede ser que todo se haga en Buenos Aires. Al menos para este solo efecto. Amplíen el TAD para que se tenga acceso desde distintos puertos y los trámites sean más expeditivos”, contó una fuente que participó de la reunión.
La semana que viene habrá otra reunión, tal vez más chica, de la que participarán también miembros de Armada y Prefectura. Intentarán desactivar la trampa que amenaza paralizar la marina mercante.
La trampa burocrática que pone en jaque a la flota pesquera
Sitio de Internet – Puerto de Palos – Mar del Plata
Roberto Garrone
El problema con el re empadronamiento y la titulación de oficiales de la marina mercante, pilotos de pesca, capitanes, conductores y maquinistas navales, amenaza con incrementar las consecuencias que ya ha generado en estos días desde que venció la última prórroga el 31 de marzo y las disposiciones que trajeron más confusión que certezas y paro mediante el día viernes, generaron nuevas medidas cual de todas más confusas y precarias.
Para trabajar en la marina mercante es necesario mantener renovados los certificados y títulos que les permiten trabajar. Esa exigencia quedó postergada durante la pandemia y de ahí nacieron los plazos para ir regularizando la situación ante los organismos de control.
En Lavalle hasta ayer miércoles toda la flota que opera sobre la corvina y pescadilla esta parada por la falta de personal habilitado. En Rawson pilotos que hasta hace dos semanas pescaban langostino con cierta asiduidad no pueden ni siquiera correr los barcos de lugar.
En Mar del Plata no estalla la bomba porque es Mar del Plata, el principal puerto pesquero del país y donde la presión de todos los gremios y cámaras armadoras intentan con la buena voluntad de Prefectura que la sangre no llegue al río, aunque esto no impidió que hubiera muchos barcos con inconvenientes para contar con personal habilitado.
El problema es que hasta ahora la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, Prefectura y la Armada Argentina, las tres patas oficiales de esta trampa burocrática, eligen el camino de las prórrogas para ir pateando el problema que generó la pandemia unos meses para adelante.
Pero la prórroga no es la solución de fondo si los trámites de re empadronamiento en la sede de la Armada se deben hacer de manera presencial pero solo atiende dos veces por semana y apenas dan cinco turnos por día.
Con 10 oficiales re empadronados por semana con toda la furia, si es que no se enferma o toma licencia alguno de los que atienden la oficina, la marina mercante podrá ordenarse en varios años no antes del 30 de junio.
En la Prefectura responsabilizan a los propios trabajadores marítimos por no tomarse el tiempo de iniciar los trámites y se negaban a nuevas prórrogas porque entienden que es un premio para los irresponsables, para los que no se ajustan a las disposiciones vigentes.
En el Centro de Patrones sacaron cuentas y creen que hay más de 80 oficiales por re empadronar y algunos esperando el título con sus nuevas aptitudes, solo en la actividad pesquera. En el río son muchos más. Otro tanto pasa en la Asociación de Capitanes y un poco menos en el SICONARA, donde tienen otros problemas: los conductores que están fuera del sistema capacitándose para pasar a una escala superior.
Hay más problemas. Para reempadronarse los trabajadores deben completar el curso avanzado o básico, según la categoría del título, del STCW 95, a partir que Argentina adhiere a la normativa de la Organización Marítima Internacional (OMI)
Si cuesta encontrar un lugar para re empadronarse, para hacer los cursos ya se requiere poco menos que un milagro. Los gremios refieren que no hay personal para dictarlos y cuando sale una convocatoria las pocas vacantes se completan enseguida siempre y cuando no coincida con los picos laborales en la pesca.
El conflicto suscitado con los marineros, con requisitos más básicos, hubo que resolverlo con una simple nota en que se comprometían a completar el trámite de certificación que no habían iniciado a partir del 31 de diciembre, cuando entró en vigencia la anteúltima prórroga que venció el jueves pasado y por eso quedaron afuera de la última Disposición de Prefectura cuya vigencia no alcanzó a sumar 24 horas.
Nadie sabe qué pasará cuando ingresen a descargar el langostino del sur del 41°S todos los tangoneros congeladores que eligieron anticipar la zarpada para saltearse este obstáculo administrativo. Es posible que las agencias marítimas trabajen horas extras esos días para completar las declaraciones juradas con nuevos compromisos.
En la Armada y Prefectura argumentan la exigencia de las renovaciones no solo para dar cumplimiento a Ordenanzas de la OMI sino para evitar en la actividad gente que suba a los barcos con títulos apócrifos. Si es que existen, parecen bastante bien hechos porque no se ha conocido el hallazgo de ninguna.
El resultado hasta ahora es un berenjenal del que cuesta salir, o mejor dicho, que avance hacia una normalización.
En las últimas horas referentes de los gremios de oficiales se reunieron en la ciudad de Buenos Aires con autoridades de la Subsecretaría de Vías Navegables para diagramar un plan de acción que oficie de hora de ruta para ir normalizando la situación. El GPS del berenjenal.
Desde los gremios, lo mismo en las cámaras armadoras, están ciertamente preocupados por las consecuencias que puede tener estas trabas en el desarrollo de la actividad y así se lo transmitieron a los funcionarios de la cartera de Transporte.
“Hay que descentralizar los trámites; no puede ser que todo se haga en Buenos Aires. Al menos para este solo efecto. Amplíen el TAD para que se tenga acceso desde distintos puertos y los trámites sean más expeditivos”, contó una fuente que participó de la reunión.
La semana que viene habrá otra reunión, tal vez más chica, de la que participarán también miembros de Armada y Prefectura. Intentarán desactivar la trampa que amenaza paralizar la marina mercante.