Diario El Chubut – Comodoro Rivadavia
Mar del Plata descarga niveles históricos de langostino pero el recurso bajó estrepitosamente en aguas nacionales, y hay temor en la pesquería chubutense ante la posibilidad que no haya suficiente materia prima. Hoy, hay siete plantas paradas y el riesgo de más cierres, está latente.
El representante de Chubut en el Consejo Federal Pesquero, Adrián Awstin, alertó sobre una maniobra marplatense para asegurar este año la descarga de langostino luego de un 2021 que fue importante para los puertos de la provincia. Más allá de algunas medidas dispuestas por el Gobierno de Mariano Arcioni, la realidad marca que hay menos descarga y, lo más dramático, el recurso no llega a las plantas pesqueras pequeñas, poniendo en riesgo la continuidad de cerca de mil puestos de trabajo.
El dato que se maneja a viva voz en el ámbito pesquero es que no se trataría de la temporada en aguas nacionales, más allá que Mar del Plata florea títulos de niveles récords de descarga, pero es debido a que Chubut atraviesa otros problemas ligados a los costos de la cadena productiva y el precio diferencial que ofrece el puerto bonaerense.
En Rawson 1 kilo de langostino sale 3 dólares y en Mar del Plata el valor es de 1 dólar. Esa discusión es la que enfrenta a las cámaras empresarias con los sindicatos y en especial, con el STIA, el trabajo en planta.
Las firmas grandes son las que tiene más espalda y concentran el recurso, porque además cuentan con barcos. Las empresa chicas depende de ellas o negocian hacer parte de su trabajo. Sin embargo, hay no menos de siete empresas repartidas en Rawson, Comodoro y Trelew que están sin materia prima y, quizás logran activar dos semanas el trabajo, pero con un panorama incierto, porque les está costando conseguir pescado.
Hay entre 700 y 1000 puestos de trabajo que penden de un hilo. Pertenecen a estas siete plantas. Una de ellas cerró, Fyrsa, tenía cerca de 300 operarios. Las otras aseguran que «hacen malabares» para poder trabajar, pero en realidad no llega el pescado.
PANORAMA OSCURO
En el mejor de los casos abren algunas semanas y advirtieron que si no se garantiza pesado en las plantas, hay un riesgo latente de «cierre» de empresas de acá al verano. En Septiembre u octubre abra la temporada de captura en aguas provinciales, pero los especialistas desconfían de la cantidad y tipo de recurso que habrá este año.
Así lo advierten los empresarios, representantes de plantas que observan que el panorama de la pesca en Chubut «es oscuro».
Hay plantas como Iberconsa que está procesando un 30% en Puerto Madryn, mientras que el restante lo está haciendo en Mar del Plata. El resto de las firmas grandes tienen capacidad para sostener el momento y, desde las pequeñas empresas, cuestionaron el cierre paritario que les será imposible aplicar, «es inviable».
SIN MATERIA PRIMA
Así lo indicó Oscar Colman, propietario de la pesquera de Dolavon, quien pudo conseguir merluza para procesar pero «langostino no hay». En diálogo con EL CHUBUT Digital, el empresario alertó sobre el descenso de la cantidad de langostinos para capturar, remarcando que «vamos a tener problemas» en la temporada de aguas provinciales que comenzará en septiembre u octubre.
«Va a faltar materia prima, hay menos langostino que otros años y no sabemos con qué nos vamos a encontrar cuando habiliten aguas provinciales», remarcó. El escenario es realmente incierto para la pesquería, puesto que empresarios están advirtiendo que quizás «no haya recurso» en cantidad necesaria para procesar.
«No he podido conseguir langostinos para la planta, siendo que el 97 de la materia prima se descarga en puertos de Chubut y se pescan en aguas nacionales, frente al litoral de Chubut».
TEMPORADA EN RIESGO
«Hay que poner en énfasis, tomar cartas en el asunto, proteger el recurso y ver si se puede abrir para tanta cantidad de permisos», expresó Colman, citando que «el recurso que estamos encontrando (en aguas nacionales) es una zona un langostino grande y en otra es chico».
Esta situación provoca una merma en la captura y no tiene que ver con lo expuesto por Mar del Plata que, por su movimiento, supo resguardarse y garantizar, sea como sea, el recurso en su puerto. Pero se advierte que hay barcos que se están yendo.