Diario del Fin del Mundo – Ushuaia
Un pescador artesanal de la zona analizó la compleja realidad del sector, con otra Semana Santa sin pescado fresco, mariscos y bivalvos para los ushuaienses. De 18 pescadores que había, solo dos se mantienen en actividad. Reclaman la declaración de emergencia.
a comunidad pesquera artesanal de Ushuaia se encuentra en una situación crítica, con tan solo dos pescadores activos de los dieciocho que solían operar en la región. Carlos Bravo, representante del sector, expresó su preocupación por la falta de apoyo gubernamental y las políticas que han llevado al borde de la extinción a esta actividad tradicional.
Bravo explicó que la falta de oportunidades para la venta de pescado fresco, mariscos y bivalvos durante la última Semana Santa ha sido una muestra clara de la difícil situación que enfrentan. «No podemos vender, no podemos pescar», lamentó.
La ausencia de infraestructura adecuada, como un muelle funcional y una planta de procesamiento operativa, ha agravado los problemas del sector. Según Bravo, la planta de procesamiento que está en manos de la Municipalidad de Ushuaia no ha sido puesta en marcha, lo que ha afectado negativamente a los pescadores.
El problema se extiende también a los pescadores de róbalo de la costa, quienes, a pesar de su potencial productivo, enfrentan persecución y confiscación de sus herramientas de trabajo. «Es bastante conflictivo ser robalero», señaló Bravo.
La gestión de las autoridades tampoco ha sido satisfactoria para los pescadores, quienes afirman haber presentado notas y pedido reuniones con funcionarios sin obtener respuesta. «Quisimos hablar con las autoridades, presentamos notas, motorizamos notas, no nos contestó nadie. Es como que no le interesa a nadie», expresó Bravo con frustración.
El problema se agrava con las restricciones impuestas, que limitan la actividad pesquera en momentos críticos para el sector. Los pescadores denuncian falta de consulta y participación en decisiones que afectan directamente su sustento.
Ante esta situación, los pescadores insisten en que se declare en emergencia al sector y se tomen medidas urgentes para su protección y revitalización. «Estamos motorizando unas notas, se dio interés parlamentario al pedido de la emergencia. Van a estar todos los actores ahí adelante de los legisladores y les vamos a contar por qué somos dos personas y por qué somos cuatro pescadores los que estamos en una zona tan hermosa como es la centolla», explicó el pescador ushuaiense.
La falta de respuestas y la persistente crisis amenazan con llevar al borde de la extinción a la pesca artesanal en Ushuaia, poniendo en riesgo una actividad ancestral y vital para la comunidad local. Los pescadores urgen a que se tomen medidas concretas para garantizar su supervivencia y la continuidad de esta importante tradición.