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Marcelo Fuster fue docente durante 28 años de la Escuela Nacional de Pesca. Ante el posible cierre que intenta el gobierno nacional, remarcó que “los barcos son la unidad productiva de todas las empresas pesqueras, y no tener gente capacitada para operarlos es una barbaridad”.
El ingeniero naval Marcelo Fuster, quien ha sido docente en la Escuela Nacional de Pesca durante 28 años, expresó su rechazo al posible cierre de esta emblemática institución que el gobierno nacional estaría evaluando. Fuster, docente de cátedras clave como Arquitectura Naval, Materiales Navales y Ensayos para Capitales y Jefes de Máquinas, subrayó la relevancia de la escuela no solo para los trabajadores del sector, sino también para toda la industria pesquera de Mar del Plata.
“Me parece una intención realmente muy traída de los pelos. No se puede cerrar una institución con la tradición, la calidad y el significado que tiene para todas las empresas pesqueras de la ciudad”, señaló Fuster en diálogo con LoQuePasa.net.
El docente destacó la importancia de la capacitación que ofrece la escuela, asegurando que “los barcos son la unidad productiva de todas las empresas pesqueras, y no tener gente capacitada para operarlos es una barbaridad”. Además, alertó sobre las consecuencias negativas de esta decisión: “Si cerrar la Escuela de Pesca significa que no se capacitará gente, estamos en contra no solo de una cuestión económica, sino también de la propia industria pesquera”.
En ese sentido, el docente cuestionó los argumentos económicos detrás del cierre, recordando que “la educación no es un gasto, sino una inversión”. A su juicio, esta inversión es aún más crítica cuando se trata de una “unidad productiva” tan esencial como un barco, en el que también está en juego la seguridad de la vida humana en el mar.
Asimismo, el ingeniero subrayó que la Escuela Nacional de Pesca no es completamente gratuita, ya que los alumnos abonan un arancel. “Esto no es 100% subvencionado por el Estado, los alumnos pagan. Por eso hay algo que no me cierra. Espero que no la quieran regalar a alguien”, concluyó con preocupación.