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A pesar de las múltiples reuniones sostenidas en los últimos días entre las cámaras representativas del sector fresquero (CAIPA y CAABPA) y los referentes sindicales de SOMU, SIMAPE y SICONARA, aún no se ha logrado un acuerdo definitivo en torno a la recomposición salarial correspondiente al último trimestre del año.
Las cámaras empresariales se mantienen firmes en su postura de limitar el ajuste salarial al porcentaje correspondiente al Índice de Precios al Consumidor (IPC). Sin embargo, señalan que la constante devaluación del tipo de cambio, que avanza a un ritmo más lento que la inflación, provoca un impacto negativo en los costos operativos denominados en moneda extranjera, afectando directamente la rentabilidad de las empresas extractivas primarias.
Por otro lado, los gremios exigen un incremento del 10,5%, superando en algunos puntos el IPC proyectado para el trimestre. Aunque esta diferencia técnica no supera el 1,5% respecto a la inflación esperada, las cámaras consideran que dicho ajuste excede los márgenes aceptables en términos de costos, marcando un límite para sus operaciones mirando las diferencias con el Tipo de Cambio, en una pendiente menor, fomentando un sobrecosto en moneda dura que incide en la competitividad de los productos en los mercados internacionales.
Frente al inicio de la temporada 2025, el escenario resulta predecible: las partes parecen dirigirse hacia un inevitable conflicto. Desde la perspectiva empresarial, se argumenta que aceptar la totalidad de las demandas salariales implicaría un impacto insostenible en el porcentaje de la producción destinado a la mano de obra. Además, anticipan que los costos operativos a partir de febrero se verán incrementados debido al ajuste del Derecho Único de Extracción (DUE), afectando principalmente a especies como la merluza hubbsi y el calamar, que ya enfrentan mayores cargas impositivas en comparación con otras, como la merluza negra y la vieira.
Por su parte, los gremios insisten en que la marinería ha quedado rezagada no solo respecto del IPC, sino también en relación con la oficialidad de los buques pesqueros. Los marineros señalan que las diferencias salariales con capitanes y maquinistas han quebrado equilibrios históricos, evidenciando un atraso en su remuneración.
El pasado lunes, la última reunión celebrada en la Delegación de la Secretaría de Trabajo en Mar del Plata reafirmó la persistencia de posturas irreconciliables. Las cámaras patronales insistieron en vincular los ajustes salariales para los meses de octubre, noviembre y diciembre a la evolución del IPC, condicionando cualquier decisión definitiva a la publicación del índice correspondiente a noviembre, prevista para mañana.
En contraposición, los gremios, encabezados por el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), propusieron un incremento del 10,2% para cerrar el año y ajustar los salarios de enero y febrero de 2025 en función del IPC. Ante la negativa empresarial, los representantes sindicales solicitaron la liberación de las partes, descartando la programación de una nueva audiencia.
Daniel Flores, secretario general del Sindicato de Conductores Navales de la República Argentina (SICONARA), delegación Mar del Plata, manifestó su descontento al señalar irregularidades en las liquidaciones salariales. Por su parte, Pablo Trueba, secretario general del Sindicato Marítimo de Pescadores (SIMAPE), calificó la posición empresarial como “intransigente”, destacando que el IPC no refleja adecuadamente los aumentos reales que enfrentan los trabajadores en su vida cotidiana. Mientras que Oscar Bravo, del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos SOMU), parece inclinarse a una postura más dura, ya mediando la posibilidad de iniciar medidas más duras para el mes de enero, de no solucionarse en próximos días.
La prolongada falta de consenso preocupa también al Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP), que aún debe resolver su propia negociación salarial para el último trimestre de 2024. Cristina Ledesma, secretaria general del gremio, expresó su frustración y mencionó que recién la próxima semana podría esperarse un nuevo encuentro con los referentes del sector de procesamiento en tierra.