Sitio de Internet – Parte de Pesca – Mar del Plata
Nelson Saldivia
Primero fue en Mar del Plata donde varios frigoríficos fueron acotando sus dotaciones de personal, en los últimos meses se verifica una paulatina sangría con le disminución de las plantillas de trabajadores. Pero ese achique de las estructuras productivas no se circunscribe a la provincia de Buenos Aires, sino que también se observa en las provincias de Río Negro, Chubut y Santa Cruz.
Con el correr de las semanas se va conociendo las dificultades financieras y económicas de diferentes empresas que han apelado, algunas a la herramienta del procedimiento preventivo de crisis y otras iniciando el concurso de acreedores, al tiempo que hay firmas que no han podido dar cumplimiento a sus obligaciones y tienen millones de pesos en cheques sin poder cubrir.
La situación que se repite en casi todas las provincias con litoral marítimo da cuenta del momento y el contexto general que cruza a la industria pesquera en sus diversas facetas, y que podría incluso agravarse en el corto plazo.
En Mar del Plata, la planta Ardapez, controlada por el Grupo Arbumasa, resolvió reducir a la mitad la cantidad de obreros ligados al frigorífico mediante un esquema de retiros voluntarios con el pago de un porcentaje de indemnización y fondo de desempleo.
Hace poco tiempo atrás, el frigorífico Sur Trade, también de Mar del Plata, cerró sus puertas, dejando a más de 200 trabajadores sin empleo. La empresa alegó problemas económicos y de rentabilidad como causa de la decisión.
Mar del Plata
En el principal puerto pesquero del país, de las 35 plantas conserveras que había, sólo quedan 5, las que luchan por su subsistencia, más en momentos que se abrió indiscriminadamente la importación de enlatados.
Un ejemplo, después de cinco décadas, la firma Marechiare, una histórica conservera marplatense anunció su cierre definitivo y reconversión para dedicarse a la importación.
Sobre fines del año pasado, la planta fasonera Gaveteco fue otra pesquera que cesó sus actividades teniendo más de un centenar de trabajadores vinculados, y hasta el momento no hubo reactivación.
El listado de cierres incluye también a otras fasoneras chicas como Margastin SRL, y un agresivo plan de retiros voluntarios en El Marisco, Friopesca y Fishing Group.
En el sur, la realidad es también compleja y preocupante. En la provincia de Río Negro hace pocas semanas cesó definitivamente en sus actividades la planta pesquera Río Salado y Olgrech Fish, ubicada en la localidad costera del San Antonio Oeste, y se desprendió de un poco más de un centenar de trabajadores. La firma adujo inviabilidad económica del negocio.
San Antonio Oeste, Río Negro
En Río Negro rige desde hace dos años una emergencia pesquera como el resultado del colapso de los recursos en el Golfo San Matías, donde se impuso una restricción de pesca de merluza pasando de 10.000 toneladas anuales a un poco menos de 4.000. Las plantas sin garantía de materia prima se fueron achicando y cerrando, al tiempo que la flota artesanal en esa provincia quedó totalmente diezmada.
Por su parte, en Chubut hay signos por demás evidentes de un contexto de crisis. En enero de este año, la planta Bonasur de Rawson del Grupo Veraz comunicó al STIA que se encaminaba a presentar a un Procedimiento Preventivo de Crisis.
En Puerto Madryn, la pesquera Mirabella despidió a un poco más de 20 trabajadores a fines de marzo cuando terminó la temporada de pesca de aguas provinciales. Esta semana hubo protesta en la planta y obedeció a esos despidos del mes de marzo en reclamo de los pagos indemnizatorios. La firma Mirabella confirmó que inició un Concurso Preventivo de Acreedores para la reprogramación de sus deudas para evitar la quiebra.
Otra pesquera ubicada en el parque industrial liviano de Puerto Madryn, y con planta en Rawson, ha tenido serias dificultades en cumplir sus obligaciones y trascendió que tuvo cheques rebotados por cifras millonarias; y también analizaría el camino de concurso de acreedores, si no llega algún inversor que le inyecte liquidez.
Sin mucho ruido, en varias plantas pesqueras de Chubut se han ido acordando ‘retiros voluntarios’ a cuenta gotas, como una opción para ir achicando costos, con casos en Madryn, Rawson y Comodoro Rivadavia.
En tanto, en la provincia de Santa Cruz, hace escasas semanas, hubo protestas sindicales a partir que la empresa Pesquera Santa Cruz, perteneciente al Grupo Iberconsa, despidiera a siete operarios, lo que derivó en un bloqueo de la planta.
Puerto Deseado, Santa Cruz
A nadie escapa el alto grado de conflictividad gremial que ha marcado a la actividad portuaria santacruceña, lo que hizo que varias empresas reconfiguraran la ubicación de sus flotas como puerto de asiento. Ahora, se ilusionan con la promesa de multimillonarias inversiones chinas que construirían una planta pesquera, según dicen desde el gobierno.
Con todo, este breve repaso, contiene apenas algunos ejemplos que dan cuenta del frágil escenario que presenta hoy la industria pesquera argentina en su conjunto. Una crisis que ya es inocultable y con serios riesgos de profundización.
Quien quiera oír que oiga. Quien quiera ver que vea.