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La Organización Mundial del Comercio (OMC) anunció este 15 de septiembre la entrada en vigor del Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca, que obliga a sus miembros a frenar el gasto anual en las ayudas más perjudiciales para la sostenibilidad marina. El nuevo marco normativo busca reducir los subsidios que contribuyen al agotamiento de los recursos pesqueros y representa el primer acuerdo multilateral de la OMC con la sostenibilidad ambiental como eje central.
Durante la reunión extraordinaria del Consejo General, la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, destacó que el acuerdo “demuestra cómo el comercio puede estar al servicio de las personas y del planeta”. Subrayó, además, que la entrada en vigor envía un mensaje de cooperación y responsabilidad compartida en un contexto de desafíos para el sistema comercial internacional.
La dirigente firmó la notificación oficial junto al presidente del Consejo General, Saqer Abdullah Almoqbel, de Arabia Saudita, quien valoró el compromiso político de los países miembros para alcanzar este resultado.
El texto, aprobado en la 12ª Conferencia Ministerial de la OMC en 2022, prohíbe subsidios destinados a actividades de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, así como aquellos aplicados a poblaciones sobreexplotadas o en alta mar no regulada.
Se estima que, a nivel mundial, los subsidios a la pesca ascienden a 35.000 millones de dólares anuales, de los cuales unos 22.000 millones son considerados nocivos por incentivar la sobrepesca. Según la FAO, el 35,5% de las poblaciones de peces ya están sobreexplotadas, frente al 10% en 1974.
Con las recientes adhesiones de Brasil, Kenia, Vietnam y Tonga, el acuerdo superó el umbral de las dos terceras partes de los miembros de la OMC requerido para entrar en vigor. En total, más de 120 países ya han depositado sus instrumentos de aceptación, consolidando su integración al marco jurídico de la organización.
La Argentina se encuentra entre los países que aceptaron el Acuerdo antes de su entrada en vigor. El 22 de julio, el embajador Gustavo Lunazzi presentó a la directora general de la OMC, el instrumento de aceptación de la Argentina. En ese momento, solo restaban cinco ratificaciones más para alcanzar el umbral necesario y poner en marcha el acuerdo a nivel global. Con este paso, el país reafirmó su compromiso con la pesca sostenible y la preservación de los recursos marinos que sostienen a miles de familias y comunidades costeras.
Para garantizar su implementación, se creó el Fondo de Pesca de la OMC, con aportes por más de 18 millones de dólares destinados a ayudar a los países en desarrollo y menos adelantados a cumplir con las nuevas obligaciones y gestionar de manera sostenible sus recursos marinos.
Un Comité sobre Subvenciones a la Pesca será el encargado de supervisar el cumplimiento, asegurar la transparencia y mantener el diálogo entre los miembros.
El acuerdo apunta a proteger los ecosistemas marinos, garantizar la seguridad alimentaria y sostener el empleo de millones de personas que dependen de la pesca. La directora general instó a los países que aún no han completado su ratificación a hacerlo antes de la 14ª Conferencia Ministerial, prevista para 2026.