Pesca sin controles, el mensaje fresquero y otra zafra en riesgo

Sitio de Internet- Punto Noticias – Mar del Plata

Todos menos el gobierno se da cuenta que las cuentas no dan, que el negocio se rompió, que cierran empresas, que vuelan cheques, quedan cientos de obreros en la calle, que la presión impositiva no cesa y el atraso cambiario es un ancla para todo el sector exportador.

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Por: Roberto Garrone

A esta altura de los acontecimientos, lo único que puede aportar la gestión López Cazorla a la competitividad del sector pesquero no es la rebaja en el DUE para la flota fresquera o el desacople de la UP a la evolución del precio del litro de gas oil, sino la implosión de los sistemas de control y fiscalización.

Lo vimos en el reciente club de falsos reprocesadores de calamar en tierra, que pagando 10 mil dólares al equipo de Cecilia Moreno un empresario se ahorró de gastar 70 mil por mandarlo a reprocesar a una planta de terceros, o 40 mil si lo bajaba a la línea de su propio frigorífico.

La falta de controles a bordo y en tierra permiten más que nunca aumentar las capturas con cajones excedidos de peso, subdeclarar especies, estirar al máximo los coeficientes de conversión y hasta alimentar de filet los chorizos que deberían llenarse con recortes de las fileteadoras automáticas en los buques congeladores merluceros.

El desguace iniciado el año pasado sobre las estructuras de control avanza y la motosierra en manos de la empoderada Moreno sigue cortando contratos a diestra y siniestra, no importa que incluso sean afiliados de UPCN, la nueva guarida de la ex candidata a delegada por ATE en la gestión anterior.

En el último grupo, además de los cesanteados en el propio edificio de Paseo Colón se sumaron 5 inspectores embarcados. Ella los forma, ella los despide.

Para suerte de la sustentabilidad, del langostino al menos, es la propia flota la que decide no salir a pescar, jaqueada por una pérdida de competitividad creciente y que agudiza este tipo de cambio que salió del cepo saltando para atrás.

La semana pasada expusimos la brecha que existía entre lo que podían pagar los frigoríficos en Chubut y lo que pretendía cobrar la flota fresquera de altura marplatense. En las últimas horas la flota mostró una unión en los papeles que será muy difícil mantener en el muelle.

El amague a no salir a nación parece más un mensaje en medio de la guerra fría con Chubut que a una medida que pueda cristalizarse. Y la jugada tiene un riesgo adicional: Pedir que se mantengan los valores de la zafra del año pasado podría tentar a las tripulaciones a solicitar el mismo trato.

Los datos del movimiento exportador del primer trimestre que elaboró CAPECA marcan que las ventas de cola crecieron a países donde va en bloque. Perú pasó a ser el segundo destino más importante con 3572 toneladas, 11% más que el año pasado. Tailandia ocupa el cuarto escalón. Ahí crecieron 37,5%. Indonesia fue el noveno destino. Las ventas aumentaron 42%.

La industria pesquera podría generar muchos más dólares si se estimulara de verdad la creación de valor agregado. Acá no solo no hay estímulos ni reembolsos sino que se castiga al sector con derechos de exportación. Todo el trabajo que encierra el pelado y desvenado de cola de langostino se lo regala a terceros países.

La crisis de rentabilidad no solo paraliza a la flota tangonera congeladora sino también alcanza a otras especies. La zafra de anchoíta patagónica, por ejemplo, que pensaban animar un puñado de buques costeros de Rawson pende de un hilo muy fino si es que no se cortó por estas horas.

El año pasado la flota desembarcó casi 5 mil toneladas que llegaron a Mar del Plata y animaron la actividad de una industria conservera que hacía anchoa salada y todavía mantenía alguna esperanza en el cambio libertario, no le habían llegado las facturas de luz y gas con el reajuste de tarifas, y la apertura de importaciones era solo una amenaza.

Sin tocar salarios de estiba y tripulación, la flota necesitaba aumentar 10%i en dólares el precio del pescado en muelle para hacer frente al aumento de combustible, los cajones de reposición y el flete del camión que saltó a 4,3 millones de pesos para unir Rawson con Mar del Plata. Este año aparecía un costo adicional: el hielo para controlar la Histamina en la captura.

Los saladeros tenían ganas de volver a comprar pero ni sacando punta al lápiz pueden arrimarse al dólar por kilo que pagaron la zafra 2024. Las latas importadas transformaron la lluvia en aguacero, deben tachar a USA por el 10% de aranceles y los costos de producción superan a lo que pueden pagar los clientes de Europa.

Sin chances de acuerdo, por lo menos por ahora, los pocos saladeros que quedan decidieron esperar la temporada de anchoíta en aguas bonaerenses en plena primavera. La de caballa tendrá un poco más de recorrido que la del año pasado cuando las conserveras todavía tenían stock. Ya liquidado, deberán comenzar a producir este invierno aunque comenzaron a ingresar latas desde Chile.

Todos menos el gobierno se da cuenta que las cuentas no dan, que el negocio se rompió, que cierran empresas, que vuelan cheques, quedan cientos de obreros en la calle, que la presión impositiva no cesa y el atraso cambiario es un ancla para todo el sector exportador. El gobierno saca pecho con la banda de flotación y las reservas infladas por el nuevo préstamo del FMI para el carnaval del carry trade.

Si nos remontamos al inicio de la gestión libertaria y su intención de reformar la ley de pesca, distribuir la cuota de merluza al mejor postor, pescarla con cualquier barco y si querían, descargar la captura en puertos extranjeros, nada debería sorprendernos.

Ese proyecto buscaba llevarse puesta a la industria pesquera nacional y aunque la unión del sector logró bajarla de la Ley Bases, está a la vista que buscan alcanzar el objetivo por otros caminos y estrategias. Y ellos sí que la ven; lo están logrando.

Datos duros de la crisis de la pesca del langostino en Argentina

Sitio de Internet – Parte de pesca – Mar del Plata

Nelson Saldivia  

El Consejo Federal Pesquero (CFP) recibió, nuevamente, un actualizado estado de situación de la pesca de langostino por parte de la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPECA) y de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP).

En el análisis pormenorizado del actual contexto, al que accedió PARTE DE PESCA, se mencionó en cuanto a los “mercados” que hay una baja global en la demanda de pescados y mariscos, que esto se traduce en una caída de precios internacionales, y es cada vez más fuerte la competencia directa del langostino de cultivo Vannamei.

Las cámaras empresariales transmitieron, en lo que respecta a los “costos de explotación”, que al día de la fecha hay ‘nula rentabilidad’ y eso explica que más de un centenar de buques congeladores tangoneros sigan amarrados a puerto a pesar que se habilitó la pesca de langostino al norte del paralelo 41°. Además, explicaron que se verifica un incremento significativo de los costos de operación, con una fuerte incidencia del costo de mano de obra; y en el caso de los barcos congeladores el 60% del costo es en conceptos laborales.

El sector volvió a criticar la “presión fiscal” existente, donde por un lado se mantienen los Derechos de Exportación y también el propio Consejo Federal Pesquero impuso un aumento del Derecho Único de Extracción (DUE).

Asimismo, se mencionó el problema con los “créditos fiscales”, ya que se demora la devolución de impuestos (IVA) y los reintegros, al tiempo que falta una cuenta única por exportador para compensar créditos y obligaciones.

En materia de “comercio exterior” se expresó preocupación por el aumento de aranceles en Estados Unidos, mientras se mantiene el arancel del 12% para el ingreso de langostino a la Unión Europea, y hay un retraso en un alivio en por la falta de acuerdo entre la UE y el Mercosur.

En el análisis de las variables de la macroeconomía, “la inflación” es otro factor que impacta en la industria pesquera, ya que la inflación en dólares repercute en toda la estructura de costos del sector.

También se reiteró que la actividad industrial carece de “financiamiento”, ya que no hay líneas crediticias ni del sector público ni privado, y eso también condiciona como dificultad para la renovación de flota.

Al detallarse la evolución de los precios promedio de exportación de 2004 a 2024, mostraron que en 2005 cuando se acordó el Convenio Colectivo de Trabajo como valor de referencia que se liquida hasta la fecha estaba en 12.267 dólares y el langostino entero en 2024 promedió los 5.616 dólares.

Respecto a la intervención del Estado en la actividad pesquera se planteó que actualmente para los exportadores el tipo de cambio no es competitivo, y volvieron a expresar la necesidad de revisar las retenciones y la suba del DUE. En tanto, advirtieron que hay existencia de impuestos distorsivos y excesivos aumentos de las tasas municipales.

Las cámaras afirman que hay un significativo incremento de los costos de estiba, costos portuarios, gasoil, bienes y servicios que demanda el sector, muy superiores al incremento del tipo de cambio que recibe el exportador. También verifican un incremento sustantivo del costo laboral sobre el valor de exportación de los productos pesqueros que actualmente equivale al 59% de la facturación de las exportaciones del langostino entero.

Puerto en crisis: nuevos pedidos de quita de retenciones a la pesca

Sitio de Internet – Qué Digital – Mar del Plata

En este caso se trata de una solicitud realizada por la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) ante el Ministerio de Economía.

El puerto sigue en un panorama de incertidumbre y se suman voces que reclaman al gobierno nacional medidas para intentar destrabar la crisis de rentabilidad que acusan los empresarios de la pesca y que impacta directamente en la estabilidad laboral y en los ingresos de los miles de trabajadores del sector: la Cámara de Exportadores de la República Argentina reclamó el quite de retenciones. 

Prácticamente desde el inicio de la gestión de Javier Milei la pesca mantiene una relación tensa con el gobierno que ahora se traduce directamente en la falta de medidas paliativas que mejoren el presente de un sector asediado por múltiples factores internos y externos, al punto tal de que la pesca fue excluida de los beneficios que planteó el gobierno a las economías regionales en torno a los derechos de exportación o retenciones. 

Ya se completó más de la mitad de la obra de dragado del puerto

La exclusión de la pesca es una medida contradictoria para el gobierno no solo en lo que respecta a lo actuado en relación a otras economías regionales sino también porque uno de los argumentos habituales para avanzar con el brutal ajuste -que se traduce en la desaparición de la contención y rol activo estatal en diversas áreas- pasa por la eliminación de impuestos o cargas tributarias que solían sustentar ese gasto público.

retenciones pesca

Así, la pesca, a pesar de su importancia no solo en términos de ingreso de divisas al país como actividad exportadora, sino por las diversas cadenas productivas que contienen a miles de trabajadores -registrados como también precarizados– quedó al margen de las medidas de sostenibilidad y solo obtuvieron sus empresarios por parte del gobierno nacional facilidades para importar barcos usados, con todo todo lo que eso implica para la industria naval nacional.

Es en ese marco que desde la Cámara de Armadores de Buques Pesqueros de Altura (Caabpa) dio a conocer en las últimas horas que una entidad aliada como la Cámara de Exportadores (CERA), se expidió al respecto.

Empresarios presionan y anuncian que no participarán de la zafra nacional de langostino

En es sentido, aseguran que la cámara que nuclea a 3 mil empresas exportadoras se presentó ante el Ministerio de Economía que conduce Luis Caputo para pedir la eliminación de las retenciones tanto para el sector pesquero como para los bienes industriales “ya que estos sectores enfrentan una fuerte pérdida de competitividad en un contexto global adverso”.

“A diferencia de otras actividades agroindustriales, la pesca no fue incluida en los beneficios fiscales recientes, pese a su rol clave en la generación de divisas y empleo, solicitando reformar el esquema tributario para fomentar las exportaciones y ampliar la base exportadora”, señalaron.

En los últimos días los armadores se habían sumado a un comunicado empresarial en el que daban por oficializado una especie de lock out patronal, al anunciar -con el objetivo de presionar al gobierno- que no participarían de la próxima zafra del langostino en aguas nacionales hasta que Milei atienda sus demandas y garantice “las condiciones mínimas para operar” dado que afirman que no es rentable ni siquiera sacar los barcos del puerto.

Ocho años de lucha por justicia: el drama desde el hundimiento del Repunte sigue vigente

Sitio de Internet – El retrato de Hoy – Mar del Plata

A casi ocho años del trágico hundimiento del buque pesquero El Repunte, los familiares de las víctimas siguen enfrentando no solo el dolor de la pérdida, sino también el lento y frustrante avance de la Justicia. Lejos de resignarse, continúan alzando la voz y exigiendo respuestas. Lo hacen no solo en nombre de sus seres queridos, sino también por todos los pescadores que cada día se embarcan en condiciones muchas veces precarias, exponiéndose a los mismos riesgos.

Estos días marcaron un nuevo capítulo en esa incansable lucha. Los familiares estuvieron en la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia, frente al juez Javier Leal de Ibarra, para sostener la necesidad de que la causa siga su curso y no se cierre con el sobreseimiento de los imputados. Acompañaron la apelación del Fiscal Federal y presentaron sus argumentos, que —según relataron— fueron escuchados con respeto y atención. El hecho de que los jueces hayan demostrado un conocimiento profundo del caso les dio una luz de esperanza.

Durante estos casi ocho años, no todo ha sido espera. Gracias a la presión y el compromiso de los familiares, se lograron avances significativos. Se incorporó un ROV (vehículo operado a distancia) que permitió realizar dos pericias claves sobre el barco hundido, aportando pruebas fundamentales para la causa. También se logró la sanción de la Ley 27.514, que creó la Junta de Seguridad en el Transporte, un organismo destinado a investigar y prevenir accidentes como el del Repunte.

Además, se impulsaron cambios concretos en la seguridad marítima: hoy, todos los buques pesqueros en Argentina están obligados a llevar doble balsa salvavidas y trajes de exposición térmica, elementos que aumentan significativamente las chances de sobrevivir en caso de naufragio.

Sin embargo, la deuda más importante sigue pendiente: la Justicia. A pesar de los avances técnicos y normativos, los responsables del hundimiento aún no han sido juzgados. El drama humano detrás de esta tragedia sigue abierto, y la herida no puede cerrar sin verdad ni castigo.

“Vamos a seguir firmes, buscando la verdad y la justicia. No vamos a parar hasta que se sepa qué pasó realmente con el Repunte y se haga justicia para los responsables”, aseguran los familiares.

La lucha por justicia no puede depender del paso del tiempo. La memoria de quienes murieron en el Repunte y el derecho de sus familias a conocer la verdad merecen un accionar judicial ágil, comprometido y humano. Porque la justicia tardía, en estos casos, es también una forma de injusticia.

Crisis histórica en la pesca: más de cien buques paralizados y la zafra de langostino suspendida

Sitio de Internet – Lo que pasa.net – Mar del Plata

Con más de cien buques detenidos y pérdidas millonarias, las cámaras del sector de pesca anunciaron que no participarán de la zafra de langostino, en un contexto de reclamos al Gobierno, caída de exportaciones, despidos masivos y un creciente conflicto salarial.

La crisis del sector pesquero argentino atraviesa su momento más crítico. Más de cien buques permanecen paralizados en puertos clave como Mar del Plata, Puerto Madryn y Puerto Deseado, mientras las cámaras empresariales anunciaron que no participarán de la zafra de langostino por falta de rentabilidad.

La decisión de las cámaras, entre ellas la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera y Fresquera y la Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura, responde a un cúmulo de factores que incluyen el fuerte incremento de los insumos, la proliferación de multas, la presión impositiva y la ausencia de medidas específicas de apoyo al sector.

Desde las cámaras aseguraron que la actividad se ha vuelto inviable bajo el actual esquema de costos y sanciones, exigiendo al Gobierno la implementación de un plan de manejo que flexibilice las limitaciones en tiempos de pesca, elección de puertos y velocidad de navegación para reducir el consumo de combustible. «Requerimos un plan de manejo adecuado, que garantice una zafra en condiciones eficientes y sin sanciones arbitrarias o injustificadas», manifestaron en un comunicado conjunto.

La situación se agrava en un contexto en el que las plantas de procesamiento ofrecen precios por debajo de los 1,80 dólares, lo que, sumado a la exclusión del sector pesquero de la reciente reducción temporal de retenciones que sí benefició al agro, ha generado pérdidas superiores a los 100 millones de dólares en pocas semanas.

La falta de pesca de langostino ya impacta fuerte al puerto de Madryn que espera reactivar las descargas

Diario El Chubut – Comodoro Rivadavia

La falta de actividad en la temporada de langostino en aguas nacionales no solo mantiene a los barcos en tierra, también empieza a sentirse en los puertos, particularmente en Madryn, que es el que más descarga langostino congelado a bordo en toda la Argentina. Diego Pérez, titular de la Administración Portuaria de Puerto Madryn, lo resumió de forma clara: sin barcos en el agua, no hay negocio para nadie.

“El impacto es directo”, dijo Pérez. Y no se refiere solo a las estadísticas. Para el puerto, para las empresas, para los trabajadores, e incluso para el Estado, la situación actual representa una pérdida desde todos los ángulos. “No es negocio para el Estado, porque no entran divisas; no es negocio para el empresario, porque los barcos no están pescando; y no es negocio para el trabajador, porque está en tierra hace más de siete meses”, graficó.

Pérez remarcó que son contínuas las conversaciones con actores del sector privado, y que desde la Administración Portuaria están trabajando para aportar soluciones, aunque el centro del problema los excede: “Lo venimos trabajando, queremos ver de qué manera se puede destrabar todo esto”, explicó.

Puerto Madryn no solo lidera en descargas de langostino congelado, también representa un motor económico clave para toda la región: “No es solo importante para la ciudad, sino para toda la zona”, sostuvo.

Mientras tanto, la imagen es la misma desde hace semanas: barcos amarrados. “Si uno escucha una campana o escucha la otra, todos tienen razón, pero la realidad es una sola: los barcos están parados”, expresó. Y cerró con una frase que resume la urgencia del momento: “Estamos en el peor de los mundos. Necesitamos armar una mesa de trabajo y empezar a buscar soluciones. Hay que dejar de trabajar sobre los problemas”.

Temporada de calamar: una postal diferente

En contraste con la parálisis del langostino, la campaña de calamar viene dejando buenos resultados. “Estamos promoviendo una muy buena temporada, con números que nos acompañan”, contó Pérez, quien destacó también el cambio en la dinámica de trabajo entre el puerto y las empresas.

Según explicó, años atrás Madryn tenía serias dificultades para competir con Mar del Plata o Puerto Deseado en términos de servicios para el calamar. Pero esa brecha empezó a achicarse. “Tomamos nota, el sector privado invirtió muchísimo en cintas transportadoras y herramientas, para mantener el ritmo de descarga. Hoy estamos con un buen ritmo, y eso era un reclamo generalizado”.

Gracias a eso, Madryn se consolidó como un punto estratégico también para esta especie. “Son empresas más satélites, que no están atadas a plantas como pasa con otras especies, y eligieron descargar acá porque mejoramos el servicio”, explicó.

Los tangoneros están “firmes” en tierra hace 7 meses

Sitio de Internet – Pesca Chubut – Chubut

El 19 de septiembre de 2024 cerró aguas nacionales para la pesca de langostino y desde esa fecha la mayoría de las tripulaciones de los barcos congeladores tangoneros está sin navegar, solo cobrando los garantizados.

El SOMU acaba de ratificar que “si es el 30% a la baja o nada, será nada”, al dar cuenta que no hay alternativa a negociar nada, y a la luz de la posición de las empresas propietarias de 113 barcos que siguen en muelle, la temporada de langostino de aguas nacionales corre serio riesgo, según publicó Parte de Pesca.

Hoy se cumple la quinta semana desde que la Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca de la Nación habilitó la pesquería de la especie langostino fuera del Área de Veda Permanente de Juveniles de Merluza y solamente un barco salió a pescar, y más de un centenar quedó en puerto.

Al día de la fecha no hay negociación en curso, ni fecha de próxima audiencia, de modo que cerrará abril con los barcos congeladores langostineros amarrados y sus tripulaciones en sus casas.

NEGOCIAR CON LOS BARCOS PESCANDO

El medio de la cerrada posición del sindicato de la marinería de no prestarse a dialogar, desde la Asociación Argentina de Capitanes se propuso, la semana pasada, acordar un ‘mecanismo transitorio’ para reencausar la situación y que la flota salga a navegar a la busca del marisco, mientras se prosigue con la negociación, al tiempo de advertir que es necesario que desde el Gobierno nacional se involucren en la problemática, ya que consideran que, además de los costos laborales, también se debe rediscutir la presión tributaria que se aplica sobre la actividad pesquera.

La Asociación de Capitanes ha hecho un aporte interesante bajo la lógica de la mesura para no profundizar el conflicto y con la experiencia de saber que mes que se pierde no se vuelve a recuperar.

Sobre el impacto y las consecuencias de continuar en este punto, Jorge Frías dijo días atrás: “No se si es cierto, ni quien pierde más, sí sé que cada trabajador pierde su día de producción, su día de trabajo y entonces me lleva a la reflexión del porque el diálogo no es el protagonista. ¿Quiénes se benefician con la dilación?”, se preguntó para posteriormente avanzar en una propuesta concreta, la de buscar un mecanismo temporal y transitorio para que la flota congeladora retome la actividad y se continúe discutiendo la problemática de fondo, es decir, seguir negociando, pero con los barcos pescando.

IMPACTO SOCIAL Y ECONÓMICO

Desde el 17 de marzo, hay 113 buques o sea 113 unidades productivas, que están detenidas, lo que afecta gravemente las economías locales y no solo a los sectores de vínculo directo a la cadena productiva de la pesca.

La paralización de la flota no solo afecta a los empresarios y a los miles de tripulantes, sino que también impacta en la comunidad de las ciudades portuarias, además de impedirle al país el ingreso de más divisas por exportaciones.

El caso de Rawson es un ejemplo de la historia reciente. Si hubiera sido por la conducción nacional del SOMU, -según reveló el propio Raúl Durdos-, la flota amarilla no hubiera salido a pescar porque ellos no hubieran firmado lo que finalmente se acordó.

A pesar de la dirigencia del sindicato de marineros, hubo acuerdo, la flota salió a pescar y se logró una temporada récord en volúmenes de captura, con las tripulaciones trabajando noviembre, diciembre, enero, febrero y la mitad de marzo.

En el caso de la flota congeladora tangonera ya comenzó el segundo mes se parate, los que irremediablemente no se recuperarán, al tiempo que la dilación hace peligrar la campaña de aguas nacionales.

Cámaras empresarias anuncian que buques fresqueros no participarán de la temporada de langostino en aguas nacionales

Sitio de Internet – Mar y pesca noticias patagónicas

Ante el aumento de costos y la falta de políticas claras, el sector fresquero nacional declara su decisión de no iniciar la temporada de langostino hasta que se garanticen condiciones mínimas de operatividad.

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En un contexto de profunda crisis económica e incertidumbre cambiaria, las principales cámaras empresarias del sector pesquero argentino anunciaron que no participarán de la próxima zafra nacional de langostino si no se establecen condiciones básicas que aseguren la viabilidad de la actividad.

A través de un comunicado conjunto, la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera y Fresquera, la Cámara de Armadores de Buques Pesqueros de Altura, la Cámara Pesquera Argentina (CAPEAR-ALFA), la Cámara Pesquera del Golfo San Jorge y la Unión de Intereses Pesqueros Argentinos expresaron su preocupación ante el “quebranto” que atraviesa la cadena productiva industrial pesquera fresquera.

Entre los factores señalados como principales responsables de la crisis, las entidades destacaron el fuerte incremento de los precios de insumos y servicios, así como las “deficientes medidas de manejo” en la pesquería de langostino, lo que, aseguran, ha puesto en jaque la continuidad de la actividad.

Medidas adoptadas por el sector

En su declaración, las cámaras pesqueras anunciaron un paquete de resoluciones para afrontar la situación:

Cumplimiento de convenios vigentes: Cada armador liquidará a los tripulantes conforme a los acuerdos actuales, rechazando cualquier tipo de tabla salarial alternativa no consensuada.

Reclamo de un plan de manejo pesquero eficiente: Se exige la implementación de un plan de administración para la pesca de langostino que contemple las propuestas ya presentadas por las cámaras firmantes y que permita un desarrollo de la zafra sin sanciones arbitrarias.

Establecimiento de precios mínimos: Se comprometen a no operar por debajo de los valores establecidos en la zafra nacional 2024, subrayando la necesidad de garantizar un precio mínimo razonable que no comprometa la sustentabilidad del sector.

Además, hicieron un llamado a la unidad del sector y a la revisión de prácticas obsoletas, promoviendo la creación de una comisión especializada en el análisis de precios. Según el comunicado, el desfasaje entre el tipo de cambio oficial y el dólar blue ha generado fuertes distorsiones en el mercado, con proveedores que remarcan sus precios en función de este último, impactando de lleno en los costos operativos de la flota fresquera.

Un llamado a la acción conjunta

Las entidades empresarias subrayaron que su compromiso sigue siendo “con la defensa de los derechos de todos los integrantes de la cadena productiva pesquera”, pero advirtieron que la continuidad operativa depende de un esfuerzo conjunto para abordar y resolver los puntos críticos que afectan a la industria.

Finalmente, convocaron a todos los armadores del país a unirse en el análisis de propuestas y en la búsqueda de soluciones concretas para garantizar la estabilidad y el progreso del sector.

SICONARA advierte sobre falencias en el control de la Vía Navegable Troncal tras el naufragio del remolcador Papu Mar

Sitio de Internet -Pescare – Mar del Plata

Se pone en dudas las condiciones de seguridad de la navegación de la flota paraguaya que opera en la Via Navegable Troncal.

La reciente emergencia protagonizada por el remolcador paraguayo Papu Mar, que naufragó en las inmediaciones del kilometro 77 del Canal Paso Banco Chico, al Este de la localidad de La Plata, volvió a poner en discusión las condiciones de seguridad de la navegación en la Hidrovía Paraguay-Paraná. Desde el Sindicato de Conductores Navales de la República Argentina (SICONARA), se emitió un comunicado donde se alerta sobre “las serias deficiencias” que presenta buena parte de la flota mercante paraguaya y “las terribles falencias” en los controles sobre la navegación internacional en aguas compartidas.

Gracias a la rápida intervención de la Prefectura Naval Argentina y la colaboración de trabajadores embarcados, el accidente no derivó en víctimas personales ni en una interrupción del tránsito fluvial. Sin embargo, el siniestro provocó un derrame de combustible -aunque considerado menor-, cuyo impacto ambiental aún no ha podido ser cuantificado.

Desde SICONARA remarcaron que, si bien existen límites normativos para que la Prefectura controle unidades de bandera extranjera, situaciones como esta exigen una respuesta urgente por parte de la Cancillería argentina. En ese sentido, solicitaron que el Ministerio de Relaciones Exteriores actúe, ya sea de forma directa o a través del Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraguay-Paraná, para reclamar a Paraguay el cumplimiento de estándares de seguridad equivalentes a los que exige la Autoridad Marítima argentina.

“Para evitar tragedias como la del remolcador Papu Mar, nuestras autoridades deben exigir que Paraguay cumpla plenamente con la letra y el espíritu del Tratado de Navegación”, afirmaron desde la Comisión Directiva del gremio. En particular, se hizo hincapié en la necesidad de eliminar la ‘reserva de carga’, formar a los tripulantes según convenios internacionales de la OMI, y habilitar únicamente unidades en condiciones óptimas de navegabilidad.

Asimismo, el gremio consideró que una mejora en las condiciones de seguridad permitiría también corregir las asimetrías que afectan la competitividad de la flota fluvial nacional.

“SICONARA brega por un modelo de navegación seguro, sostenible y comprometido con la protección del medio ambiente. No aceptaremos otra cosa. Nuestras vidas y nuestro ambiente valen más que la ganancia de cualquier empresario”, concluye el comunicado.

Langostino: Simape adhiere a reclamos de cámaras empresarias pero rechaza rebaja salarial

Diario La Capital de Mar del Plata

En medio de las tensiones por el inicio de la zafra nacional de langostino, el Sindicato Marítimo de Pescadores (Simape) fijó posición y expresó su apoyo parcial a los reclamos del sector empresarial. El gremio respalda varios de los puntos propuestos recientemente por los armadores del sector fresquero, pero rechaza tajantemente el planteo del sector congelador que propone una reducción salarial del 30%.

Mar del Plata ha ampliado en las últimas décadas su participación en este verdadero boom generado en torno a la zafra de langostino. La actividad produce un altísimo nivel de rentabilidad que frente a las costas marplatenses las empresas no tienen con ningún otro recurso.

Dentro de la actividad hay dos grandes sectores: los fresqueros y los congeladores. En aguas nacionales, la mayoría de la flota fresquera son buques de Mar del Plata, mientras que la flota de congeladores está liderada por empresas patagónicas. En la zafra de langostino, que concentra su actividad en la Patagonia argentina, cada fresquero lleva a bordo entre 7 y 10 marineros, mientras que en los congeladores la tripulación es mayor. Considerando a los oficiales, pueden ir hasta 30 personas a bordo.

Tras una reunión celebrada esta semana con el Consejo Federal Pesquero, las cámaras empresariales del sector fresquero lanzaron una advertencia: no participarán de la zafra de langostino “si no se garantizan condiciones mínimas”. No obstante, hubo puntos de consenso, como los valores de referencia, estableciéndose que no se aceptarán precios por debajo de los registrados durante la zafra de aguas nacionales de 2024 para el langostino fresco, en un intento por evitar operaciones a pérdida que comprometan la viabilidad del sector.

El Simape se mostró a favor de este último punto para asegurar la viabilidad económica de la actividad. Además, desde el sindicato coincidieron con el pedido de que se respeten las 72 horas efectivas de pesca, sin que se contemple el tiempo de trayecto del barco como parte de la marea.

“Después de la Ley Ómnibus, este gobierno no ha sido muy afín con la pesca, por lo cual la situación es compleja. Ahora con la zafra de langostino el sector fresquero dice que va a respetar el convenio y habla del manejo de la crisis, y en muchos de los puntos estamos de acuerdo. Pero por otro lado, el sector congelador plantea una rebaja salarial, un pedido de la flota que viene desde hace meses, de principios de año, y dicen que si no les bajan el 30% del valor de la producción, no sacarían sus buques a navegar”, analizó el secretario general del Simape, Pablo Trueba, en diálogo con LA CAPITAL.

Las entidades empresariales –que incluyen a la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera, la Cámara de Armadores de Buques de Altura, la Capear, la Cámara del Golfo San Jorge y la Unión de Intereses Pesqueros– ratificaron en un documento su decisión de no participar de la próxima zafra si no se cumplen estas condiciones mínimas.

Sin embargo, Trueba fue contundente al referirse al planteo del sector congelador, que casi desde principios de año “viene exigiendo una rebaja del 30% en los salarios” como condición para que sus buques participen de la zafra. “Con esta postura se están aprovechando de la necesidad de trabajo. Quieren obligar a alguien que necesita trabajar a que acepte resignar gran parte de su salario, y eso no lo vamos a permitir”, advirtió.

En ese sentido cabe mencionar que la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPeCA) puso el foco en la profundización de la crisis que arrastra el sector pesquero en su conjunto y, respecto a los costos laborales, busca acordar con los sindicatos una reducción salarial cercana al 30% que implica, según la cámara, “sincerar el valor de producción”.

El gremio considera que esta propuesta “es inaceptable” y refleja una intención de transferir el peso de la crisis a los trabajadores. “Entendemos que hay dificultades, pero no se puede salir de esta situación quitándole derechos a los tripulantes”, remarcó el dirigente.

En el caso contrario, los fresqueros acordaron que la remuneración a tripulaciones deberá ajustarse estrictamente a los convenios vigentes, rechazando categóricamente las “tablas” unilaterales de liquidación por cajón.

Tensiones mediante, de cara al inicio de la zafra de langostino el Simape dejó en claro que acompañará los reclamos que busquen mejorar la rentabilidad del sector sin poner en riesgo el empleo digno ni las condiciones laborales de los trabajadores, aunque el secretario general advirtió que si se declara la zafra y los barcos no salen, “se va a tratar de un lockout patronal”.