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Sostienen que estaban dispuestos a aceptar el 20 % que ofrecían las empresas armadoras, pero “ahora se empiojó todo porque no tenemos a nadie que sepa negociar”.
Atrapados en el conflicto entre el SOMU y CAFACH los trabajadores marítimos de a flota amarilla, dicen ser el eslabón más débil por donde se corta la cadena. “Los delegados y las empresas siempre ganan, aquí el que pierde en fija es el marinero”, resaltaron.
Algunos trabajadores que ayer se comunicaron con Mar&Pesca pero pidieron mantenerse en el anonimato por temor a represalias sostienen que la mayoría de los tripulantes quieren salir a trabajar y por eso piden encarecidamente a la autoridad laboral que se amplie la conciliación obligatoria para salir a la pesca.
“No podemos darnos el lujo de seguir perdiendo mareas, bastante perdimos en la temporada de aguas provinciales y ahora tambien nos quieren sacar el sustento de nuestra familia porque en los conflictos los que ganan son las empresas y el gremio, el delegado todos los meses tiene depositado su sueldo que sale de nuestros aportes sea buena o mala la pesca pero los perjudicados somos nosotros” apuntó uno de los trabajadores.
“Barcos que se dieron a la fuga”
En tanto otro marinero que pidió dar su testimonio pero prefirió no identificarse relató que, luego del fin de la primera ampliación de la conciliación obligatoria al quedar liberadas las partes practicamente los buques “se dieron a la fuga del muelle”, una situación que describe la necesidad imperiosa que tienen los trabajadores de salir a la pesca pese a la medida de fuerza decretada.
En ese sentido el trabajador relató que el mismo día que se liberaron las partes y el Somu salía de un reunión en Trelew y se dirigía al muelle de Rawson a parar los barcos, estos se dieron literalmente a la fuga. “La flota se escapó soltó amarras y cuando el Somu llegó al muelle ya estaban como 15 barcos en el agua esperando el permiso de Prefectura para salir a la pesca”, detalló el trabajador.
Pero las represalías de esa fuga se evidenciaron ayer cuando los barcos arribaron a puerto. “Fuimos apretados por el Somu y además se armó terrible kilombo con la descarga y no dejaban salir los camiones con el pescado a la plantas pero por suerte liberaron el paso antes de que empezaran las balas de goma lo que hubiera sido un desastre”, comentó.
Actualmente la flota está operando sobre el langostino a unas 11 horas de Rawson, y como se trata de un recurso dinámico los trabajadores temen no poder seguir pescando. “Tenemos muchos problemas por el lado del clima y porque al langostino hay que buscarlo, después de los temporales desaparece y estos barcos son chicos no tienen autonomía como los congeladores o los fresqueros de altura”, explicó otro marinero que también quiso dar su testimonio.