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En el sector temen que el desembarco de la compañía pesquera abra la puerta, en el futuro, a la destructiva pesca de arrastre. La firma asegura, sin embargo, que sólo se dedicará a reparar buques y a acopiar langostinos en cámaras frigoríficas.
Dirigentes políticos de la región se hicieron eco, en los últimos días, de la preocupación que ha despertado en el sector de la pesca artesanal la noticia de la radicación de la firma Conarpesa en Puerto Rosales.
“La inversión de Conarpesa en Puerto Rosales sin duda es muy importante, pero aviso que seguiremos defendiendo la pesca artesanal y la veda de El Rincón con uñas y dientes. El que avisa no traiciona”, escribió en redes sociales el diputado provincial y exintendente montehermoseño
El jefe comunal de Patagones, José Luis Zara (Juntos), se sumó. “Comparto, Alejandro Dichiara. Seguiremos defendiendo nuestros recursos”, escribió junto al posteo del legislador en Twitter.
La llegada de la empresa pesquera Continental Armadores de Pesca SA (Conarpesa) a la región fue anunciada a mediados del mes pasado por el titular del Consorcio de Gestión de Puerto Rosales, Rodrigo Aristimuño, tras firmar el acuerdo correspondiente con el presidente de la compañía, Fernando Álvarez Castellano.
El funcionario confirmó que la firma patagónica, que se especializa en la captura, procesamiento y exportación de langostinos, invertirá en una primera etapa más de 148 millones de pesos.
Esos recursos estarán destinados –dijo- la construcción de naves para “almacenamiento de insumos, repuestos, oficinas, red de incendio, playones de hormigón para vinculación con el muelle corrido, sistema de alumbrado y demás”.
En la segunda etapa las obras estarán destinadas al equipamiento para almacenar las capturas en cámaras de frío y a infraestructura para exportación.
Aristimuño explicó que Conarpesa eligió a Puerto Rosales como “punto de asiento permanente” porque se encuentra en una ubicación geográfica privilegiada para acceder a la zona de capturas y a la logística de exportación.
Además, dijo, en la época de parada biológica resulta un lugar estratégicamente ubicado donde realizar reparaciones navales y puesta a punto de la flota.
El recelo de los pescadores artesanales de la región radica en el hecho de que, a partir de su llegada a Puerto Rosales, Conarpesa podrá ingresar a la zona pesquera de El Rincón con su flota de 22 buques (12 tangoneros congeladores especializados en la pesca de langostinos, 8 fresqueros costeros y 2 fresqueros de altura).
“La mirada de los pescadores artesanales está puesta en esos 8 buques fresqueros”, explicó Dichiara.
“Ellos entienden que Conarpesa anunció que en la región sólo va a arreglar barcos y a hacer cámaras frigoríficas para almacenar y exportar, pero temen que con el paso del tiempo se plantee o se hagan gestiones para hacer pesca variada. Y ahí estaría el gran problema”, añadió.
Dichiara recordó que las grandes pesqueras fueron combatidas “con uñas y dientes” en la zona de El Rincón –que va desde Claromecó, en Tres Arroyos, hasta Bahía San Blas, en Patagones- hace 11 años.
“Fue una lucha tremenda la que dimos con los pescadores artesanales para evitar que se asentaran en el puerto de Ingeniero White. Si lo hubieran logrado, la pesca de arrastre habría desembarcado en la región, hoy el recurso estaría totalmente depredado y cientos de familias habrían perdido su sustento diario”, recordó.
El diputado provincial señaló que fue la Justicia la que puso fin a la discusión, en 2014, al aceptar un amparo que interpuso la Cámara de Pescadores Artesanales de Monte Hermoso y Pehuen Co contra el asentamiento de dos buques de arrastre en el puerto bahiense.
“De allí en más se cerró la puerta a la depredación en nuestra zona, y la pesca artesanal y deportiva floreció como nunca. Hoy es fácil sacar una corvina desde la costa, cuando una década atrás era una proeza lograr algo así”, dijo.
Dichiara aclaró que ni él ni el resto de los intendentes de los distritos costeros ni los pescadores artesanales están en contra de la inversión de Conarpesa.
“Esto no es una pelea contra nadie, sino de defensa del recurso. Si hay claridad en cuanto a los objetivos, si Prefectura hace los controles que debe y si las empresas respetan las zonas de veda y no pescan donde no deben, estamos a favor de que vengan inversiones y generen mucho trabajo”, remarcó.
“Ahora, si no se respetan las normas vigentes, los pescadores artesanales y los dirigentes no nos vamos a quedar tranquilos viendo como una flota nos deja sin pesca. Por eso digo: tengan en cuenta que estaremos muy atentos. Nos costó mucho llegar a este presente”, cerró el diputado provincial.
Restricciones
La lucha por el recurso ictícola generó, hace más de una década, las resoluciones 27/2009 y 10/2010 del Consejo Federal Pesquero. Gracias a esas normas, hoy la pesca deportiva y artesanal casi no tiene limitaciones, pero la comercial de arrastre sufre fuertes restricciones.
Las normas en vigencia establecen que sólo pueden pescar en El Rincón los buques de arrastre que tengan menos de 25 metros de eslora. También establecen que deben trabajar a más de 5 millas náuticas de la costa, y sólo por seis meses del año.
En 2014 la Justicia además falló a favor de los pescadores artesanales, quienes habían presentado un amparo contra la radicación de dos buques de arrastre en Ingeniero White.
Gracias a este fallo, los buques de arrastre que hoy quieran pescar en la zona deben venir de puertos distantes, lo que hace dificulta y hace muy costosa la operatoria. Conarpesa anunció que construirá talleres de reparación e instalará cámaras de frío, pero los pescadores tienen dudas. (Fuente: La Nueva)
